El peronismo afina por estas horas los detalles de la convocatoria en la que se aceptará la licencia de Alberto Fernández, se creará una comisión de acción política y se convocará a elecciones internas para antes de fin de año.

Con la mirada puesta en las presidenciales de 2027 y enmarcados en un proceso de renovación interna, el Partido Justicialista (PJ) nacional realizará mañana en el microestadio del Club Ferrocarril Oeste, su Congreso Nacional partidario en el que se aceptará el pedido de licencia presentada por Alberto Fernández -actual presidente de ese espacio-, se avanzará en la conformación de una comisión de acción política y se convocará a elecciones que alumbren una nueva conducción de autoridades.

Encabezados por el gobernador de Formosa Gildo Infrán, actual titular del Congreso Nacional del PJ, el Justicialismo congregará este viernes a partir de las 10, a los cerca de 900 congresales de todo el país, “en el marco de un escenario de gravedad social e institucional que atraviesa el país, como consecuencia de las políticas de ajuste ejercidas por el actual gobierno”.

La convocatoria se hizo extensiva a todos los sectores: trabajadores, gremialistas, colectivos del feminismo, las juventudes, los sectores productivos y sociales, y a todos “aquellos que se sientan parte del movimiento nacional y popular, a los fines de tratar su reorganización”.

Esta tarde, en la sede de calle Matheu 130, tuvo lugar una reunión en la que se afinaron los detalles de la convocatoria y de la que participaron entre otros, Lucia Corpacci, Cristina Álvarez Rodríguez, Eduardo “Wado” de Pedro, Juan Manuel Olmos y José Luis Gioja.

De esa manera y luego de la dura derrota electoral sufrida por Unión por la Patria en noviembre pasado a manos de La Libertad Avanza, lo que terminó de desalojar del poder a esa coalición política, el PJ nacional comenzará a desandar la difícil misión de reagrupar a todos los sectores, en un escenario interno de enorme dispersión.

Según señalaron fuentes partidarias, entre los temas centrales que se abordarán en el orden del día, figuran la aceptación de la licencia de Fernández, la conformación de la comisión de poderes, la aprobación de los estados contables del ejercicio 2023 y la elección de los miembros de la Junta Electoral.

Luego, se dará paso a la conformación de la Comisión de Acción Política, y se analizarán las intervenciones de los PJ de Jujuy y Corrientes.

El Congreso tendrá como finalidad “convocar a elecciones a la vieja usanza y sin exclusiones de ningún tipo”, lo que tendría lugar entre “octubre y noviembre”, para poder llegar a los comicios de mediano término “con la conducción legitimada por el voto de los afiliados”.

La normalización del espacio a través del llamado a elecciones de nuevas autoridades, es uno de los temas que inquieta a la dirigencia peronista, para lograr eludir del horizonte, una eventual intervención judicial, tal como ya sucediera en su momento con el sindicalista Luis Barrionuevo, lo que les acarreó un enorme dolor de cabeza.

“El PJ está en la mira para en la menor falla intervenirlo, por lo que hay que cumplir con todos los pasos legales que requiere la justicia electoral”, es decir, la aprobación de la memoria y balance y la actualización de los padrones para al momento de las elecciones internas tenerlos en regla”, entre otras cuestiones.

A partir del ordenamiento legal, en el peronismo entienden que tendrán por delante la misión de “repatriar” a la dirigencia que en su momento se alejó por diferentes motivos: “Tenemos que volver a reagrupar a los compañeros y conformar una síntesis que nos devuelva credibilidad”, esgrimen desde el espacio.

En esa dirección, se está discutiendo la idea de invitar a actores políticos que emigraron del partido, como el caso del salteño Juan Manuel Urtubey, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, el gobernador cordobés Martín Llaryora y el diputado Miguel Pichetto.

Para lograr esa misión, se deberá “hablar con todo el mundo”, incluir en las decisiones al sindicalismo, los movimientos sociales, la juventud y las mujeres: “Somos un movimiento político y tenemos la obligación de contenerlos a todos”, advierten.

“El peronismo tiene una particularidad; cuando se avecinan las elecciones se termina ordenando” y hoy todos tienen en claro “que hay que ganarle a esta derecha que viene siendo más brutal y cruel que el macrismo”.

Son conscientes que para lograr ese objetivo, tienen por delante “un enorme trabajo militante para intentar revertir la imagen negativa” que afirman, posee el peronismo en la sociedad: “Si hubiéramos hecho un buen gobierno, los libertarios hoy no estarían en la Casa Rosada”, subraya con cierta amargura, otra de las fuentes consultadas.

Por estas horas, el nombre de Kicillof encabeza el pelotón de los posibles conductores del PJ, pese a que este se muestra prescindente, inmerso en la titánica tarea de comandar una provincia acechada por la falta de recursos de Nación, al que se suman por ahora el riojano Ricardo Quintela y el formoseño Insfrán.

Para avanzar en la transición, se especula que la conducción partidaria podría quedar integrada por el quinteto de los cinco vicepresidentes que conforman la actual conducción; es decir; Kicillof, Álvarez Rodríguez, Juan Manzur, Analía Rauch Quiroga y Corpacci. 

El paso de los meses y un eventual regreso de los dirigentes emigrados, decantará el modo en que el partido resuelve los dilemas ideológicos que enfrentan a las diferentes tribus internas.  

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