El Vasco y Casa Fuentes están pagando por el uso del agua en sus procesos productivos
Empresas comprometidas con el medio ambiente ahora también cumplen con la normativa provincial legal vigente, que les posibilita obtener certificaciones internacionales de calidad.
Dos de las tealeras más importantes radicadas en Misiones, El Vasco S.A y Casa Fuentes S.A, han acordado con Aguas Misioneras S.E. abonar Mensualmente por el uso del agua que captan de napas subterráneas y/o fuentes superficiales, la que es utilizada como uno de los insumos más importantes dentro de sus procesos productivos.
Se trata de las empresas de mayor prestigio de Misiones, dos históricas de la zona centro de nuestra provincia, que elaboran, comercializan y exportan té y que son muy importantes para la economía de esta región de Misiones.
Según la FAO, el té es la bebida que más se consume en el mundo después del agua. Actualmente, son necesarias más de 4 millones de toneladas de té anuales para atender la demanda de los consumidores en el mundo; una cifra que aumenta año tras año. Decisivamente un factor clave en
su producción es el recurso hídrico.
Una buena provisión de agua en la etapa de producción primaria de té (al igual que la yerba o madera) es una condición necesaria, mientras que en la etapa de industrialización está muy ligada a la generación de energía y a los mecanismos de elaboración y acondicionamiento de los diferentes productos comerciales.
Como insumo, se puede extraer o utilizar agua superficial de origen pluvial, de arroyos, vertientes o ríos o agua de perforación. En Misiones, casi el 80% del agua utilizada en la producción primaria es de origen superficial, por canales, tajamares o por toma directa con bombeo o sin bombeo. Sólo un 20% es de origen subterráneo.
De esta manera, al pagar por el agua captada, estas gigantes tealeras no solamente se encuadran dentro del marco de las leyes provinciales -como la Ley I Nº 149, que asignó a Aguas Misioneras S.E. el aprovechamiento lucrativo de las aguas de dominio provincial, comprendiendo a las aguas superficiales, subterráneas y del Sistema Acuífero Guaraní dentro del territorio misionero (quedando exceptuada el agua de red)- sino que también, con ello, pasan a cumplimentar requisitos exigidos por certificadoras medioambientales internacionales que avalan procesos de producción.
Estas certificadoras exigen el efectivo cumplimiento y acatamiento a la normativa local vigente, así como la mejora continua en el control de procesos sobre uso eficiente del agua y sobre principios ambientales de reducción, reutilización y reciclado.
Un ejemplo muy conocido es la certificadora Rainforest Alliance, que constituye una entidad que verifica y certifica procesos culturales de buenas prácticas tanto en el ámbito agrícola como de elaboración industrial de commodities, con el acento en la conservación de los ecosistemas y del medio ambiente así como de la población que reside en ellos.
En este sentido, desde la empresa Aguas Misioneras S.E., responsable del cobro por el uso del agua a través de su Unidad Ejecutora, comentaron: “Lentamente tanto el sector industrial, de servicios como comercial está comprendiendo que el agua utilizada, sea esta subterránea o superficial, en los ámbitos productivos debe ser contabilizada, cuantificada internamente y valorizada económicamente como cualquier otro insumo, porque ya no se trata sólo del recurso natural estratégico por excelencia que detenta la provincia de Misiones, sino que es su activo económico más importante”.
“Así como algunas provincias detentan petróleo, Misiones posee agua, que es todavía más importante por su implicancia en el futuro. Además, se trata de una recurso natural altamente vulnerable por lo que su aprovechamiento debe realizarse de manera sustentable teniendo en cuenta sobre todo las necesidades futuras”, explicaron desde la empresa estatal.
Efectivamente, cada vez más sectores productivos de la provincia se suman a esta política. Sectores industriales como el yerbatero, el de la celulosa (Arauco Argentina o Papel Misionero/Zucamor), envasadoras de agua, aeropuertos, almidoneras, empresas constructoras y sectores del servicio como el hotelero han comenzado a pagar por la captación y uso de agua que realizan.
Así, todas las empresas que empezaron a pagar por el agua están en igualdad de condiciones: las que se van sumando abonan retroactivamente su uso. En las empresas destacan que los pagos mensuales por captación de agua representan un costo que es posible afrontar y los convenios con Aguas Misioneras S.E. brindan seguridad jurídica y previsibilidad a largo plazo.