Industricidio y técnologicidio son acciones de traición a la Patria

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Claramente los cierres masivos de industrias, que se dan dolorosamente día a día; y los achicamientos forzosos, cuando no los cierres de entes nacionales dedicados a la investigación científica y la creación de tecnologías, son objetivos buscados por el muy negativo conjunto de medidas que en rápida sucesión se están perpetrando, e incluso son visibles el desdén cuando no la perversidad con la que son tratados por el gobierno ultra conservador actual y sus secuaces, que evidencian disfrutar ante el contexto de caos y miseria creciente y generalizada que implementan. 

Cabe calificar como viles acciones de traición a la patria, a todo el accionar del actual gobierno nacional, y de los gobiernos provinciales que lo apoyan, pues con manifiesta intencionalidad y con alevosía, están destruyendo rápida y brutalmente la economía nacional, empujándonos a la totalmente perimida e inviable economía centrada únicamente en la producción de materias primas, como lo éramos alrededor del 1900. 

No solo se ataca a las industrias y a los entes tecnológicos, mediante sucesivas acciones negativas que buscan las desapariciones forzosas de esos sectores de la economía argentina, sino que también están provocando el caos generalizado, con el perverso desinterés que libertarios y sus cómplices, se desentienden por completo de los múltiples focos de incendios que arrasan a La Patagonia, incendios que destruyen valiosos bosques e incluso amenazan a poblaciones; todo eso y otras acciones negativas se dan, mientras el presidente sigue viajando al exterior, en acciones que parecen agotarse en el “auto bombo”, mientras brillan por su ausencia los inexistentes frutos positivos de tantos viajes…para los cuales “sí hay plata”, mientras que supuestamente no hay fondos para paliar el hambre masivo y creciente, la desatención con aristas de perversión con la que se niegan fondos para la Salud Pública, la Educación Pública, e incluso para las necesarias obras públicas y las tareas imprescindibles de mantenimiento de las infraestructuras viales (caminos y autovías), eléctrica, sanitarias, educativas, etc. 

Debe enfatizarse el concepto de viles acciones de traición a la patria, pues desguazar intencionalmente a sectores estratégicos y de vitales importancias, como las industrias y los entes tecnológicos, significan destruir partes muy importantes de la Economía Nacional, achicándonos no solo en lo cuantitativo, sino también en lo cualitativo. 

 Ese brutal achicamiento de la Economía Argentina, nos empuja a la vez, al riesgo mucho mayor de provocar la disolución nacional, como ya sucedió con otros Estados Nacionales que fueron desguazados (como Yugoeslavia) o brutalmente involucionados al lastimoso concepto de Estados inviables, tal como los Poderes Transnacionales que promueven la globalización salvaje lograron perpetrar en varios países de Asia y África, y buscan hacerlo en “puntos débiles” de Íbero América. 

De lo precedente, es de recordar que varias destacadas figuras del “Think Tank” de EEUU, como Zbigniew Brzezinski y otros, promovieron el desguace de Rusia en al menos cuatro naciones diferentes, plan que mediante el caos general evidenció estar en perpetración a fines del siglo XX, lo cual fue superado y anulado por el decidido accionar estatal de la Era de Putin, actualmente vigente.

Entre la interminable catarata de mentiras y tergiversaciones groseras, que con verborrágicas expresiones dice el gobierno libertario/neoliberal, el presidente afirmó la supuesta “grandeza” de Argentina, entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX; falsedad absoluta que no corrigió e incluso acentuó, al afirmar que “fuimos la primera potencia económica mundial”. 

En realidad, éramos una semicolonia subordinada al Reino Unido, un país de economía elemental, carente casi por completo de industrias y de entes creadores de tecnologías, con una pésima distribución de la riqueza, la cual se concentraba en las pocas familias de la alta oligarquía terrateniente y algunos sectores vinculados a ese excluyente grupo socio económico, mientras que la inmensa mayoría de la población apenas subsistía en la pobreza, y muchos en la miseria más acentuada, sectores estos últimos que fueron definidos con vocablos con tintes despectivos, como “crotos”, “atorrantes” y similares, todos ellos subsistiendo en contextos de dolorosa miseria y exclusión. 

Otra consecuencia de esa miseria generalizada, acentuada luego en la “década infame” (1930-1943) fue la proliferación de conventillos, edificios en los que se hacinaban tantas familias como cuartos había en cada casa, pues cada familia sobrevivía en un solo cuarto. Eso mientras la oligarquía hacía construir grandes y ostentosos palacetes, preferentemente a la vera de las grandes avenidas porteñas; palacetes que se construían con todos los materiales importados de Europa, y en muchos casos con mano de obra y arquitectos traídos expresamente del Viejo Continente.  

Esa falsedad ideológica y fáctica, de la supuesta “grandeza” de aquella Argentina oligárquica y socialmente excluyente, se sigue inculcando como supuesta “gran verdad” en los Institutos Militares, con acentuada distorsión histórica y económica, según lo indican muchos testimonios e incluso opiniones directas de algunos oficiales de altos grados. 

O sea que los formatean, acorde a los dictados ideológicos afines a la retrógrada y clasista oligarquía tradicional. No por casualidad, desde hace décadas, evidencian enseñar poco o nada de Geopolítica, Historia y Economía a los uniformados de Argentina, con lo cual más que Fuerzas de Defensa Nacional, parecerían operar como fuerzas de ocupación al servicio antinacional; lo cual evidencia constatarse con los apoyos masivos de ese sector, a gobiernos y personajes influyentes que abiertamente se burlan de todo Principio de Soberanía Nacional y operan en contra de los Intereses Nacionales, como los muy antinacionales neoliberales y muy destructores libertarios. 

Esas gruesas confusiones y carencias de formación, se evidencian en las opiniones vertidas en las redes sociales, en reportajes a altos oficiales (dos de ellos recientes), y en otras exteriorizaciones que muestran que el sano Patriotismo fue en muchos casos suplantado por el hueco patrioterismo de bandera, el cual se agota en el himno y la bandera, y desconoce el patriotismo concreto en defensa de la propia población y en sectores claves de nuestra economía, como la industria y los entes tecnológicos (incluyendo en estos a las Universidades Nacionales). 

El sector industrial, más aún el de altas tecnologías, y los entes que crean y/o apoyan y estimulan las creaciones y avances tecnológicos, son los sectores de la economía que tienen los mayores efectos multiplicadores positivos, por lo que son reconocidos a nivel mundial como los principales factores inductivos al desarrollo socio económico. Eso junto a la instrucción pública, en sus diferentes niveles. 

Todos los países desarrollados del mundo, así como las Potencias Emergentes, fomentan, protegen y valorizan sus desarrollos industriales; como también estimulan fuertemente sus propios desarrollos tecnológicos, y cuidan y protegen a sus propias poblaciones, enfatizando invertir en salud y educación públicas. Y todo lo precedentemente sintetizado, se verifica independientemente del supuesto “cartelito ideológico” que se les pueda intentar asignar a cada país. 

No se trata de cerrados dogmatismos de pretendidas clasificaciones entre “derechas e izquierdas”, en cuyos muchas veces obtusos razonamientos, omiten por completo la existencia del Pensamiento Nacional, con las vertientes que al respecto son propias de cada país.    El economista surcoreano Ha Joon Chang, desde su accionar investigativo y docente en Oxford, describió con contundente simplicidad, el engañoso accionar de las potencias económicas, que con sus prédicas liberales y similares (léase neoliberales, libertarios y similares) intentan confundir a los subdesarrollados. Esas potencias económicas predican liberalismo con Estados ausentes, pero practican fuertes proteccionismos, con Estados Nacionales fuertemente activos. 

Forzar a la involución forzosa, primarizando la economía y marginando intencional y alevosamente a nuestra población, son actos de alevosa traición a la patria. 

Mucho peor, con fuertes dosis de cinismo y de sadismo, con odios muy mal digeridos a nuestra patria y a nuestro pueblo, son las acciones intencionales de destrucción general social y económica, todo ello tal como lo venimos padeciendo en forma muy acentuada en el actual contexto político. 

Claro está que los medios concentrados y otros opinólogos al tanto por cuanto, día a día desvían la atención de esa cruda y nefasta realidad, instalando temas banales, dando grandes espacios a temas policiales, a enredos farandulescos, y otras nimiedades de poco o ningún sentido. Además, instalan sutilmente el sentimiento de resignación, además de echar falsamente las culpas a todo lo Nacional y popular, en esto fomentando el odio irracional, como motivación principal para que no se echen las gruesas culpas sobre los reales perpetradores del caos general que se agrava a diario.

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La industria repuntó en diciembre, pero cerró 2024 con caída del 9,4%

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El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en diciembre de 2024 un crecimiento del 8,4% interanual, lo que marca una recuperación respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, el acumulado de enero a diciembre refleja una contracción del 9,4% en comparación con el 2023, lo que evidencia un año de retrocesos en el sector.

Según el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la serie desestacionalizada del índice mostró una leve variación positiva del 0,2% respecto a noviembre, mientras que la serie tendencia-ciclo registró un incremento del 1,1%, sugiriendo una moderada estabilización en la actividad industrial.

El análisis sectorial revela que doce de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera mostraron crecimiento interanual en diciembre. Los mayores incrementos se registraron en la fabricación de “Otros equipos, aparatos e instrumentos” (+68,1%), “Maquinaria y equipo” (+31,3%) y “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras” (+33,4%). También se destacaron las subas en “Prendas de vestir, cuero y calzado” (+20,6%), “Vehículos automotores” (+10,1%) y “Sustancias y productos químicos” (+7,7%).

Por otro lado, sectores estratégicos continuaron con desempeños negativos. La producción de “Productos minerales no metálicos” cayó un 13,9%, mientras que la fabricación de “Productos de caucho y plástico” se retrajo un 8,3%. La producción de tabaco también sufrió una contracción del 9,4%, y el sector de “Madera, papel, edición e impresión” se redujo un 0,3%.

El sector de “Alimentos y bebidas” mostró un crecimiento del 8,3% interanual en diciembre, con desempeños dispares en sus distintas categorías. La molienda de oleaginosas se disparó un 77,6%, mientras que la producción de carne vacuna aumentó un 12,8% y la de carne aviar un 6,7%. También se registró un fuerte repunte en la preparación de frutas, hortalizas y legumbres (+17,9%) y en la producción de yerba mate, té y café (+16,0%).

Sin embargo, el rubro de bebidas mostró señales de desaceleración. La producción de gaseosas, aguas y bebidas alcohólicas cayó un 3,4%, mientras que la producción de vino se redujo un 1,3%.

La producción de “Vehículos automotores, carrocerías y autopartes” creció un 10,1% en diciembre, aportando una contribución positiva a la industria manufacturera. A pesar de esta recuperación en el último mes del año, el sector acumuló una caída del 10,4% en el año, reflejando las dificultades que enfrentó a lo largo de 2024.

El rubro de “Maquinaria y equipo” mostró un crecimiento interanual del 31,3% en diciembre, impulsado por la maquinaria agropecuaria (+52,9%) y los aparatos de uso doméstico (+32,3%). Sin embargo, el acumulado anual reflejó un retroceso del 18,6%.

A partir del próximo informe de enero, que se publicará en marzo de 2025, el INDEC implementará un método indirecto de ajuste estacional que permitirá un análisis más preciso de la evolución de cada subsector dentro del índice general. Este nuevo enfoque brindará mayor claridad sobre los motores de crecimiento y las áreas de debilidad dentro del sector industrial.

Pese a la mejora en diciembre, los números de 2024 confirman un año de deterioro en la industria manufacturera argentina, con un retroceso del 9,4% en el acumulado anual. La incertidumbre económica, los costos de producción y la demanda interna seguirán siendo factores determinantes en la evolución del sector durante 2025.

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La industria pyme cayó 3,7% en noviembre

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La actividad manufacturera de las pymes descendió 3,7% anual en noviembre y acumula una retracción de 13,6% en los primeros once meses del año frente al mismo período de 2023. De los 6 sectores relevados, 2 mejoraron su actividad en la comparación anual y 4 se retrajeron.

Al mismo tiempo, en la comparación mensual, la actividad aumentó 3,9% en la medición desestacionalizada. Mientras que el uso de la capacidad instalada volvió a incrementarse de 62,3% en octubre a 63,1% en noviembre.

Los resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, con una muestra que alcanzó a 420 industrias pyme a nivel federal.

Análisis sectorial

En la comparación anual, dos de los seis sectores manufactureros del segmento pyme mostraron incrementos: “Madera y muebles” registró un aumento del 6,4%, mientras que “Textil e indumentaria” creció un 1,7%.

En el acumulado del año, todos los sectores mostraron descensos. El sector con la mayor retracción fue “Químicos y plásticos” (-17%), seguido por “Papel e impresiones” (-15,7%) y “Alimentos y bebidas” (-15%).

Alimentos y bebidas

El sector registró una caída de 1,8% anual a precios constantes en noviembre y una mejora de 3,7% en la comparación mensual. Para los primeros once meses del año acumula una baja de 15% anual. Las industrias operaron con 65,6% de su capacidad instalada en el onceavo mes del año, 2,6 puntos por encima de octubre.

Las empresas del sector percibieron un mayor movimiento del mercado y se preparan para un buen fin de año, especialmente las vinculadas a carnes, panificados y dulces. Aun así, muchas de las consultadas reclamaron que el precio de la harina sigue aumentando e impactando sobre algunos costos de producción.

Textiles e indumentaria

La producción subió 1,7% anual en noviembre y 1,8% frente a octubre. Para los primeros once meses del año acumula una caída de 6,4%. Las industrias operaron con 59,6% de su capacidad instalada, 1,8 puntos por encima de octubre.

Hay mucha preocupación entre las empresas del sector por el ingreso de textiles importados, que ya está impactando. A su vez, el empresario textil reconoce que sus precios están por encima de otros países, pero advierte que, a pesar del dólar estable y la inflación baja, los costos no alcanzan para poder bajar el precio de la mercadería.

Maderas y muebles

En noviembre, el sector creció 6,4% anual a precios constantes, y 6,1% en la comparación mensual desestacionalizada. En el período enero-noviembre la actividad cayó 10,5% frente a iguales meses del año pasado.

Las empresas del sector percibieron mayor movimiento en el mercado, especialmente en la demanda vinculada a recambio de muebles del hogar y pequeñas construcciones. Hay muy buenas expectativas para 2025. En el sector maderero también se observó repunte, pero consideran que el mercado continúa siendo pequeño y mantiene altos niveles de capacidad instalada.

Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte

El sector tuvo una contracción anual de 6,1% en noviembre, a precios constantes y creció 3,3% en la comparación mensual. Para los primeros once meses del año acumula una caída de 13,8% frente a los mismos meses de 2023. Las industrias operaron al 60,9% de su capacidad instalada, 1,6 puntos por encima de octubre.

Las empresas orientadas al sector agropecuario están algo mejor que el resto, especialmente que las orientadas a la construcción. En las tornerías y en empresas vinculadas al mecanizado, la capacidad instalada se encuentra en niveles altos. Para el resto, la actividad está muy variable, alternando entre un mes bueno y otro malo.

Químicos y plásticos

En noviembre, el sector experimentó una contracción del 0,9% anual a precios constantes, y un repunte de 7,8% en la comparación mensual. Para los primeros once meses del año, la producción acumula una caída de 17% frente a los mismos meses de 2023. Durante este mes, las industrias operaron con 65% de su capacidad instalada (vs. 66,3% del mes anterior).

Algunas empresas manifestaron problemas para abastecerse de la materia prima en rubros como lubricantes y solventes. En el sector de plásticos, algunos relevados advirtieron que están ingresando cada vez más juguetes importados, perjudicando a la industria nacional.

Papel e impresiones

La actividad se retrajo 22,1% anual a precios constantes en noviembre, siendo el sector con mayor retroceso. Sin embargo, en términos mensuales, tuvo un incremento de 1,5%. Para los primeros once meses del año, la actividad acumula una caída de 15,7% frente a los mismos meses del año pasado. Las fábricas operaron con 66,5% de su capacidad instalada.

A pesar de la caída anual, algunas empresas observaron un leve repunte en los pedidos, aunque todavía con un mercado muy deprimido. Como dato positivo, se destacó que los insumos del sector estuvieron bajando en el mes, permitiendo ofrecer mejores condiciones de precios.

Encuesta cualitativa

La medida más destacada que esperan las industrias pymes continúa siendo la reducción de impuestos (nacionales y provinciales) y de tasas municipales. Ese reclamo conjunto representa el 61,8% de las respuestas (0,4 puntos porcentuales por encima de octubre). El segundo lugar lo ocupó el estímulo a la demanda interna con 12,6% de respuestas (un punto menos que en el mes previo).

La generación de incentivos para la contratación de personal ocupa el tercer lugar de las medidas que se consideran más efectivas para las pymes en el corto plazo, con 9% de las respuestas, subiendo 0,2 puntos porcentuales respecto la última medición.

Asimismo, en noviembre, los obstáculos más identificados por los empresarios fueron los altos costos de producción y logística, que constituyeron el 39,2% de las respuestas, aunque cayendo 0,7 puntos porcentuales en el mes.

La falta de ventas ocupó el segundo puesto entre los obstáculos que más pesan, y representaron el 37,1% de las respuestas registrando 2,3 puntos porcentuales más que en la anterior medición. Igualmente, estos dos factores destacan como las dificultades más significativas para el crecimiento y la estabilidad de las pymes.

Los niveles de actividad bajos en los que operan las pymes obligaron a muchas a tomar medidas para apaciguar el impacto. Así, el 32,8% está diversificando su producción, incorporando nuevos productos y la prestación de servicios adicionales a su actividad habitual.

Otra de las medidas más tomadas es la reducción de gastos operativos, donde 28,3% de las empresas consultadas manifestó estar en esa política, mientras que un 11,7% están incrementando las horas laborales de trabajo de los empleados, lo que es una buena señal porque representa en mayor movimiento de la actividad frente a octubre. El mes pasado eran más las empresas que reducían horas que las que las incrementaban. En noviembre, esa relación se invirtió.

Con respecto a la distribución de empresas industriales pymes que experimentaron dificultades para pagar salarios durante noviembre 2024, desglosado por rubro, “Alimentos y bebidas” con un 23,6% de las respuestas se ubicó en el primer lugar.

Seguido de este rubro se ubica “Textil e indumentaria” con el 21,8%, al igual que “Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte”, que recibió el mismo porcentaje de respuestas.

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Dejan sin efecto concursos para designar autoridades en los entes reguladores de gas y electricidad

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Son organismo clave para la definición de la política tarifaria. La secretaria de Energía, María Carmen Tettamanti dejó sin efecto las convocatorias a concursos para la designación de los miembros de los directorios del ENRE y del ENARGAS, tras la creación del Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad (ENREGE).

Este nuevo creado por la Ley Bases reemplazará al ENRE y al ENARGAS, asumiendo sus funciones.

Este tipo de organismos son clave para la definición de la política tarifaria y la eliminación de subsidios.

La resolución 567/2024 del Ministerio de Economía publicada hoy en el Boletín Oficial estableció que las postulaciones presentadas para los concursos del ENRE y ENARGAS debían ser incluidas en la convocatoria para la conformación del directorio del nuevo ente.

Sin embargo, los postulantes cuentan con 30 días para manifestar por escrito su deseo de retirar su postulación.

Entre los considerandos más importantes de la resolución se destacan la necesidad de ampliar la participación en el proceso de selección para integrar el Directorio de los entes reguladores de gas y electricidad.

La decisión deja sin efecto las convocatorias previas para dar cumplimiento al Decreto N° 1.023/2024.

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Con ofertas imposibles, ¿Quién se queda con la rentabilidad de la yerba mate?

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En las góndolas de los principales supermercados e hipermercados se puede encontrar yerba de primera marca a 2.560 pesos. Incluso menos. A veces un poco más. La competencia es feroz en la guerra de ofertas en la que todos pierden hacia abajo de la cadena productiva.

Esos precios no cubren el costo de producción, desde el que está en la chacra hasta el molino. Simplemente, no alcanza. Y obliga a toda la cadena a tirar para abajo los valores de la materia prima y sacrificar rentabilidad a costa de seguir sosteniendo cuota de mercado. ¿Quién se queda con la mayor porción del negocio yerbatero? El mito tiende a apuntar a la industria, pero en realidad, una mirada más minuciosa permite poner en dudas esa percepción. Es el sector que más arriesga, junto a la producción, además del empleo directo e indirecto que se genera a partir de su participación en la cadena.

Para entender el reparto desigual, hay que desarmar el precio hacia atrás: a un paquete en góndola a 2.500 pesos, hay que restarle el IVA del 21 por ciento. Da como resultado 2.066 pesos. Más Ingresos Brutos y tasas. Con ese precio, se debe garantizar una rentabilidad de entre el 30 y 40 por ciento. Para eso, el precio a salida de molino debería estar en 1.475 pesos más IVA. 

Para hacer un kilo de yerba molida se necesitan dos de canchada, lo que da un precio por kilo de canchada de 737 pesos. Un kilo de molida, en costo ( yerba mate canchada, estacionamiento, molienda, envasado,comercialización, logística etc) equivale a dos kilos de canchada.

En el secadero, el precio de la hoja verde se multiplica por 3,8 (3 kilos de hoja verde más costos de secado). 

Hoy, con precios promedio de entre 230 a 250 -como cerró la zafra en octubre, aunque hubo precios más bajos-, el kilo de canchada debería ubicarse en 950 pesos.

¿Cómo hacen entonces los grandes supermercados para ofrecer yerba tan barata? Capacidad de compra, presión sobre los proveedores y stock. La yerba que está hoy en la góndola fue comprada hace un año o más, con valores más bajos y pagos a plazo, lo mismo que hoy padece -en otra escala- la producción primaria. También juegan fuerte algunas marcas, que, con tal de ganar o sostener mercado, sacrifican rentabilidad, lo que obliga al resto de los competidores a igualar ofertas para no perder posiciones. 

Una yerba en góndola a 2.500 o tres mil pesos achata toda la cadena y obliga a bajar incluso más los precios. Los especialistas advierten que la tendencia marca que el precio seguirá bajando, cuando la solución sería que aumente en góndola y mejore la rentabilidad de todo el sector. Pero ¿Cómo conseguir que la yerba aumente en góndola en momentos en que se persigue derrotar a la inflación?

Esa perspectiva es dañina para todo el sector. La industria resigna márgenes con costos operativos que no pararon de subir en el último año. Energía -en una provincia que carece de gas natural-, combustible y logística, son variables que impactan de lleno en una industria que concentra cerca de cinco mil empleos directos y que no ha tenido despidos. A la industria se le debe computar también el costo financiero del capital inmovilizado y los costos derivados para estacionar, además de seguros, logística interna, pérdidas por derrames, etc.

Del otro lado de la cadena, también hay zozobra. Por costos de producción, la hoja verde debería valer 320 pesos. 

Un estudio realizado por los economistas Javier Gortari y Leonardo Batista, marca que para una cosecha anual del orden de los 900 millones de kilos de hoja verde -este año la cosecha está al borde de los mil millones de kilos si se realiza la zafriña que por ahora está en dudas-, cada 100 pesos menos que se le paga al productor por kilo, implica una caída de ingresos totales para el sector primario del orden de los U$S 90 millones (calculando con un dólar de $1.000). Como la baja en los precios rondó los $200 por kilo de hoja verde, la pérdida se duplica. Considerando que son 13.000 los productores registrados por el INYM, el impacto de la aplicación del DNU 70/23 implicó una pérdida anual promedio del orden de los 14.000 dólares por productor. 

Radiografía del costo yerbatero

Precio final al consumidor: $3.000, que representa el 100% del valor.

Margen del comercio minorista: El margen de ganancia para el comercio es de $397,93.

Impuestos aplicados al comercio minorista:

  • IVA (21%): $520,66.
  • Ingresos Brutos (4,5%): $111,57.
  • Tasas Municipales: $19,83.
  • Costos de adquisición: $1.950.

Distribución por sector:

  • Estado (nacional y provincial): $732,57 (aproximadamente el 24,4% del precio total).
  • Comercio: $397,93 (13,3%).
  • Molino: $791,50 (26,4%).
  • Secaderos: $192,29 (6,4%).
  • Producción: $885,71 (29,5%).

Resumen de costos en cada etapa:

  • Molinería: Los costos de adquisición ascienden a $1.950.
  • Secaderos: $1.100 de costos de adquisición.
  • Productores: La participación del productor es de $885,71 -tres kilos de hoja verde por uno de canchada-, representando un 29,5% del precio final.

Costos e impuestos por etapas: Cada etapa de la cadena tiene sus impuestos específicos (Ingresos Brutos, tasas municipales) y costos de producción.

Los gráficos muestran el desglose del precio de un paquete de yerba mate de 1 kg, cuyo costo en góndola es de $3.000, dividido en montos en pesos y en porcentajes para cada sector de la cadena de producción y comercialización.

Participación en montos ($)

  • Estado: $732,57.
  • Comercio: $397,93.
  • Molino: $791,50.
  • Secaderos: $192,29.
  • Productores: $885,71 (tres kilos de hoja verde).
  • Otros costos: $1.078 (posiblemente incluyendo costos indirectos o adicionales no especificados en detalle).

Participación en porcentajes

  • Estado: 25% del precio final.
  • Comercio: 13%.
  • Molino: 36%.
  • Secaderos: 6%.
  • Productores: 30%.

Observaciones

  • El molino y los productores representan las mayores proporciones del precio final, con un 36% y 30%, respectivamente. Esto refleja el peso significativo de las etapas de procesamiento y producción en el costo total.
  • Los impuestos o aportes al Estado también son importantes, alcanzando un 25% del precio final.
  • La participación del comercio (13%) y los secaderos (6%) es menor en comparación con los otros sectores.
  • La desregulación del sector, impuesta por el DNU del presidente Javier Milei demolió la rentabilidad del sector productivo al eliminar los precios mínimos que fijaba el Instituto Nacional de la Yerba Mate. Eso hizo que hoy sean los más perjudicados de la cadena.
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