La Boleta Única Papel será protagonista en las elecciones legislativas 2025: menos impresiones, más control y mayor transparencia.

Por primera vez a nivel nacional, los electores votarán con Boleta Única de Papel (BUP) para cargos legislativos. El nuevo sistema busca mejorar la eficiencia del proceso electoral, reducir costos y minimizar irregularidades. Se estima que se imprimirán 228 millones de boletas menos respecto a los comicios de 2023.

En las elecciones legislativas nacionales de octubre de 2025, se implementará un cambio clave: la adopción plena de la Boleta Única de Papel (BUP). Esta modalidad reemplaza al tradicional modelo de múltiples boletas partidarias en el cuarto oscuro, y consistirá en una única hoja impresa —una por votante— que contendrá toda la oferta electoral de cada distrito.

La boleta será entregada en mano, firmada por la autoridad de mesa, y se completará con lapicera dentro de una cabina individual. Luego, el elector deberá doblarla y depositarla en la urna, dejando visible la firma. El diseño incluirá columnas para cada agrupación política (con nombre, logo y color) y filas para cada categoría (Senado y Diputados). Los cinco primeros candidatos de cada lista estarán nombrados, con foto de los dos primeros.

Reducción de costos y trazabilidad como ejes del nuevo sistema

El nuevo formato implica un ahorro estimado de 228 millones de boletas respecto a 2023, según datos oficiales. Además, se eliminará el financiamiento estatal para la impresión de boletas partidarias, medida históricamente criticada por su opacidad y escaso control.

Cada mesa electoral tendrá un talonario numerado e identificado, asegurando la trazabilidad de cada boleta. Se dispondrán también talonarios suplementarios para contingencias, diferenciados y sujetos a control posterior. Esta trazabilidad es clave para garantizar la integridad del sistema.

El Ejecutivo nacional será el único responsable de la impresión, mediante una licitación internacional. El proceso está valuado en aproximadamente $49.000 millones, con impresión centralizada y custodia estatal, bajo supervisión de los partidos políticos.

La BUP nacional no incluirá cargos provinciales ni municipales, los cuales seguirán los sistemas electorales locales. Un ejemplo es Santiago del Estero, donde además de legisladores nacionales se elige gobernador. Allí habrá comicios concurrentes, pero con mecanismos diferenciados, organizados por la Justicia Electoral provincial.

Si bien las encuestas indican que el 75% del electorado ya tiene conocimiento básico del sistema, la Justicia Nacional Electoral ordenó al Poder Ejecutivo iniciar campañas masivas de difusión audiovisual y gráfica.

Además, cada mesa deberá contar con al menos dos cabinas de votación y garantizar la correcta devolución del DNI. En casos especiales, se permitirá voto asistido, limitado a una persona por elector, o bien con ayuda del presidente de mesa.

Todas las fuerzas políticas estarán representadas por igual, sin privilegios logísticos para estructuras partidarias de mayor tamaño”, destacaron desde el Gobierno.

La BUP ya fue utilizada en elecciones provinciales en Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Salta, San Luis, y también en CABA y municipios con voto electrónico. Asimismo, es el sistema vigente para el voto de argentinos en el exterior y personas privadas de la libertad.

Con esta implementación, Argentina da un paso decisivo hacia un sistema más transparente, eficiente y equitativo, en línea con estándares internacionales. La Boleta Única Papel no solo reduce gastos y elimina intermediarios partidarios en la impresión, sino que fortalece el vínculo entre el ciudadano y el acto electoral, promoviendo la confianza en el proceso democrático.