En el barrio Sol de Misiones de Posadas, hay 62 familias sin techo que esperan una solución habitacional. La mayoría son hijos de relocalizados de Yacyretá, que formaron sus propias familias y se asentaron en un terreno lindantes a las viviendas que el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) entregó a las familias en situación de calle, asentadas durante casi un año en las inmediaciones de la Avenida Cocomarola.
El diputado Martín Sereno, del Partido Agrario y Social, uno de los legisladores que se ocupó de esas familias, se reunió con varios de los vecinos sin techo y que viven en situaciones precarias buscando articular alguna solución con el Iprodha. “El mismo organismo provincial admite que en la provincia faltan 100.000 viviendas y están viendo como resuelven éstos casos de personas que por su estado de salud o el de sus hijos, no pueden vivir en condiciones prácticamente paupérrimas. Hablamos con las autoridades del Iprodha, y su intención es atender primero esas prioridades, teniendo en cuenta que la mayoría de esos lotes no tienen servicios básicos”, manifestó el legislador..
Embarazo de riesgo y dos hijos
Algunas de las situaciones críticas que merecen una atención especial, son por ejemplo, la de una pareja en a que ella, Isabel Lovera, de 26 años, atraviesa un embarazo de ocho meses, tiene dos hijos chicos de 3 y 6 años, y junto a su marido pretenden desalojarla de esa casilla donde sobreviven precariamente.
Hace tres meses que está esperando una casa, porque estaba viviendo con la abuela en una vivienda chica. Su marido, trabaja como guardia de seguridad, y ella hacía tareas de barrido y limpieza para el Programa Argentina Trabaja; pero por su diagnóstico de embarazo de riesgo, su médico le extendió un certificado médico y no puede trabajar.
Joven discapacitado con una hija con bronco espasmos
Otro de los casos preocupantes es el de Yésica Arévalo, 20 años, y su marido, Gabriel García 21 años, que padece hipoacusia desde los 2 años, como consecuencia de una severa meningitis que le afectó el tímpano. Tienen un hija con problemas bronquiales, por estar viviendo desde hace tres meses en una casilla precaria y con mucha humedad, soportando lluvias.
“Nosotros solo queremos tener nuestra casa en una tierra que esté regularizada. Hace tres meses que estamos en un lote que nos metimos cuando el Gobierno provincial reubicó a las familias asentadas en la avenida Cocomarola. Nos pareció injusto porque hace seis años que estamos peleando para que nos den una vivienda. A los hijos de los relocalizados de Yacyretá nos prometieron que las tierras del barrio Sol de Misiones serían para nosotros”, dijo.
La joven admitió que las familias en situación de calle también necesitan un terreno para vivir. Solo que “nosotros estamos esperando hace muchos años, viviendo en la casa de mi suegra, todos encimados. Y en la misma situación están más de 60 familias. Varios chicos se enfermaron, otros que ya estaban enfermos empeoraron estando en lo lotes en casitas construidas con listones y bolsas de plásticos, cuando llueve y hay viento es muy difícil estar con los gurises. Por eso recurrimos al diputado Sereno y a su equipo de trabajo, estamos desesperados, no podemos tener a los bebés así, entonces ante la emergencia algunos recurren a las casas de sus familiares”, relata con angustia.
Un barrio con muchos desocupados
La pareja de Yésica y su esposo sordo, como muchos otros en el barrio sobreviven de changas, de la Asignación Universal por Hijo, o en este caso, con la pensión por discapacidad que percibe el joven.
“Yo estaba terminando la secundaria; pero como mi nena se enfermó de los bronquios viviendo en esa casita en en el medio de la humedad, sin agua potable ni luz eléctrica, no pude asistir más a la escuela secundaria técnica. Mi suegra nos dan una mano; pero los dos estamos desocupados hasta ahora”, indica.
Entre esas 62 familias hay muchas madres solteras y el desempleo avanza. En la zona hay un CAPS, en barrio Belén para una urgencia, y si no recurren a los Hospitales Madariaga o Pediatría. También hay dos escuelas primarias, una sede policial y varias líneas de colectivos.
Joven que padece lupus
En la barriada Sol de Misiones también vive Yesica Ezequiel, de 21 años. A los 12 le diagnosticaron lupus (una enfermedad crónica autoinmune que puede dañar cualquier parte del cuerpo, la piel, las articulaciones o los órganos), por eso necesita tener una vivienda digna. “Por su tratamiento no puede vivir en un lugar precario como esa casita hecha con dos carpas”, señala su tía Sandra.
“Mi sobrina depende de mi hermana. Tiene tratamiento médico en Posadas, y cada tanto la atienden también en Buenos Aire o en Corrientes derivada del Hospital Madariaga. Ella recién está terminando la primaria todavía, y sobrevive con lo que recibe de su pensión como discapacitada -con eso compra sus medicamentos- y con la ayuda de su mamá que hace changuitas y cobra la pensión por ser madre de siete hijos”.
Pero su tía reitera que carece de un lugar donde estar, le hace mal el sol, y no puede moverse demasiado, “por eso la cuidamos mucho, y le pedimos al diputado Sereno que gestione una casa para mi sobrina que tanto necesita”, remarca la vecina.
En el misma vivienda vive la joven pareja Ezequiel-Cáceres con dos hijos con problemas asmáticos, y también requieren una solución habitacional.