Estudiantina, un contagio de alegría para la economía posadeña

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Se acercan los días de desfile del evento estudiantil que llena de adrenalina, espontaneidad, emoción y aquellos condimentos propios que la adolescencia sabe potenciar. Pero además, significa un aporte al necesitado comercio local.  

La alegría juvenil en los ensayos y durante los días de desfile en la avenida Costanera, es también una inyección de recursos a la economía posadeña.

Un total de cinco mil chicos de 21 colegios participantes entre banda de música, cuerpo de baile y scola do samba, formarán parte este año de la Estudiantina, sumado a padres, profesores asesores, y los alumnos que se dedican al armado y construcción de las carrozas.

Desde mediados de año, y en algunos casos antes, ya se vienen barajando los costos que representarán las noches en la avenida Costanera y el Anfiteatro. En el caso de los trajes, depende siempre de cada colegio, de si el alumno pertenece al cuerpo de baile, o a la banda de música, del rol que ocupa dentro del grupo, etc. Tomando en cuenta esas variables, comienzan desde los 700 pesos hasta más de seis mil pesos en algunos casos.

Los precios dependen además de la tela que se utiliza, cantidad de lentejuelas, plumas y tocados.  

Silvia, mamá de Sabrina del colegio Santa María, precisó, “el vestido me salió 450 pesos, y la modista pone la tela, después cada uno tiene que bordar. El paquete de lentejuelas sale 7 pesos, el vestido de ella es completamente bordado, todo bordado. Lleva muchas lentejuelas. El tocado sale 1800 pesos, te lo dan completo, no hay que hacer nada. Ella usa uno estándar porque es parte del cuerpo de baile, no es directora por ejemplo que llevan uno más grande, con muchas plumas que son muy caras. Después unas panchas totalmente bordada. En el caso de las lentejuelas vamos comprando de a cinco seis paquetes buscando precios, yo sé que en Encarnación está muy barato pero no voy a cruzar solo por eso”.

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¿Cruzan los padres a Encarnación en busca de mejores precios?

Otros padres de alumnos de colegios consultados por Economis aseguraron que en este evento, las asimetrías no fueron un dolor de cabeza para los comerciantes locales, ya que en la elección de la compra pesa más la calidad, que el precio. Calidad que en Posadas, está asegurada, afirman.

“Los chicos necesitan buena calidad porque lo pide la modista, y porque el uso que le dan a la ropa los días de desfile lo exige. Si se rompe la tela del traje, no hay tiempo para hacer otro”, confió Estela, mamá de Lucas y precisó, “el traje nos salió 500 pesos, que incluye la confección de la modista, 250 el combo de lentejuelas, el gorro 50 pesos, las botas 250 pesos. Además del traje en sí, tenés la remera para la prueba piloto 140 pesos, nosotros ya llevamos gastados 450 pesos en parches. Si es un chico que recién ingresa tenés un costo del instrumento que dependiendo de cuál sea están entre 800 y mil pesos”. 

La tradición y garantía de quienes trabajan en el armado de los trajes desde hace muchos años, como de las casas que proveen de los materiales, es la seguridad que los padres buscan.

El de los instrumentos, es otro rubro que genera movimiento de ventas. Si bien las “chanchas” son construidas por los alumnos con cuero y tambores, las cajitas y los redoblantes son adquiridos todos los años a alumnos que ya terminaron el secundario y no los usan. De acuerdo a algunos padres consultados, un redoblante puede llegar a salir hasta 300 pesos menos en Encarnación, pero la calidad también genera dudas a la hora de cruzar el puente.  

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En el caso de las carrozas se puede encontrar una excepción por los materiales que se necesitan.

El costo total de una carroza artística ronda los 20 mil pesos, y hasta un 50 por ciento más, si se trata de las carrozas ingeniosas, cuyo costo dependerá del tipo de movimiento que haga, entre otras particularidades.

Algunos directores de carroza, expresaron que “para la carroza artística este año ocupamos más que nada diario, plasticola, plásticos, y hacemos la vaquita en el colegio. Traemos varias cosas de  Paraguay, los padres que están con nosotros o los profesores asesores se encargan de ir a buscar lo que se necesita”.

En resumen,  el costo que vienen pagando los comerciantes posadeños por una prolongada asimetría con Encarnación, que ya provocó el cierre de más de 200 locales solo en el microcentro, no parece haber sido un problema para quienes aportan a las cinco noches en la que los estudiantes secundarios despliegan color, brillo, felicidad, ritmos, y se adueñan de una tradición posadeña. El secreto para competir, la calidad.

Fotos crédito, Silvia Teibler, Marcelo Rodríguez. 

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