Asimetrías sin fin: Misiones es la que más aporta, pero la que menos recibe del NEA
La discusión sobre la necesidad de reformar el sistema vigente de reparto de recursos nacionales es una constante de los últimos años, aunque nada se ha hecho en términos concretos para terminar con las asimetrías que produce el esquema actual. En ese contexto, durante el año 2024 Misiones se vio, nuevamente, muy perjudicada cuando se analiza su comportamiento hacia dentro de la región del NEA e incluso al ampliar el eje al Norte Grande.
En ese año, Misiones nuevamente fue la que más aportó al Tesoro Nacional, en el NEA, en materia de recaudación de impuestos nacionales, pero fue la que menos recibió por esos conceptos.
Para poner en números esta situación, se cuenta con los datos brindados por ARCA (ex AFIP) respecto a la recaudación tributaria de impuestos nacionales coparticipables.
Si se suma la recaudación de IVA, impuesto a las Ganancias, Bienes Personales, Impuestos Internos y Monotributo impositivo (todos coparticipables) durante el 2024 en el NEA, ésta totalizó $ 762.828 millones. De ese total, Misiones aportó el 35,4% de la misma, un valor superior al aporte de las otras provincias de la región: Corrientes aportó el 26,6%, Chaco el 25,3% y Formosa el 12,7%.
En el Gobierno provincial advierten que los datos son aún más graves, porque Arca subestima la recaudación en Misiones ya que muchas empresas que producen aquí tienen su domicilio fiscal en CABA (Yacyretá, empresas forestales, hoteleros, etc).
Ahora bien, cuando se analiza la distribución de esos fondos (que llegan por coparticipación federal y otras transferencias automáticas regidas por Ley 23.548) Misiones recibió apenas el 21,3% de los fondos que llegaron al NEA, el valor más bajo en la región, ya que Chaco captó el 31,8%, Corrientes el 23,9% y Formosa el 23%.
Dicho de otro modo: Misiones aportó $ 35 de cada 100 pesos que recaudó el NEA por los tributos mencionados pero recibió apenas $ 21 de cada $ 100 que se distribuyeron en la región por reparto automático.
Si bien esta situación es una constante de los últimos treinta años, se observa que en 2024 la asimetría se agravó respecto al año anterior: en 2023 Misiones representó el 32% de la recaudación nacional en la región y se llevó solo el 21,3%. Es decir, en 2023 y 2024 su participación en la recepción de fondos fue la misma (la más baja de la región) pero en 2024 aportó aún más de lo que había aportado en 2023 (32,0% vs. 35,4%).
Esto se debe a que Misiones, en un escenario generalizado de caída de la recaudación que se vio en todo el país, fue la que menos cayó: la sumatoria de los impuestos antes mencionados (IVA, Ganancias, Bienes Personales, Internos y Monotributo) mostró una contracción del 19,6% anual en términos reales, una caída significativa pero notoriamente inferior a los de las otras provincias de la región: en Chaco cayó 29,7%, en Corrientes 29,1% y en Formosa 37%, con una caída acumulada para la región de 27,4%.
Si se analiza por tributo, Misiones lidera la recaudación del IVA en la región, concentrando el 37,3% de ese impuesto. Esto permite inferir un mayor nivel de transacciones y consumo que en las otras provincias, a la par de existir mayor formalización que minimiza la evasión. Por su parte, también Misiones lideró la recaudación del impuesto a las Ganancias (33,8% del total regional), lo que permite pensar en niveles de salarios (de la media para arriba) superiores, lo que genera que existan más sujetos obligados a ese tributo, como también mayor facturación de empresas.
¿Qué pasa cuando se amplía el análisis al Norte Grande? La situación es muy similar. De las diez provincias que componen la región, siete recibieron más fondos de lo que aportan, y son tres las que aportan más de lo que reciben. Misiones está entre esas tres junto a Salta y Tucumán. Veamos los números.
El Norte Grande aportó $ 2,1 billones al Tesoro Nacional en recaudación de impuestos coparticipables durante el 2024. De ese total, Salta aportó el 23,9%, Tucumán el 16,0% y Misiones el 12,7%; sin embargo, recibieron el 10,7%, 13,1% y 9,3% de lo que llegó a la región por transferencias automáticas.
Es decir: cada $ 100 pesos, Salta aportó $ 24 pero recibió $ 11; Tucumán aportó $ 16 y recibió $ 13; y Misiones aportó $ 13 y recibió $ 9, siempre en relación con el consolidado regional.
En la macrorregión, Misiones fue la provincia con el tercer mayor aporte en IVA (14% del total); y también la que aportó el tercer mayor nivel en impuesto a las Ganancias (11,8%). En ambos casos, se ubica detrás de Salta y Tucumán, lo cual ratifica lo anteriormente detallado respecto a los motivos por los cuales la provincia se destaca en el NEA y también el protagonismo en el Norte Grande.
Las asimetrías del actual esquema de reparto son evidentes desde el punto que se lo mire. Misiones es altamente perjudicada respecto a la región como también lo es, por ejemplo, Buenos Aires ya en el plano nacional.
Bajo el criterio solidario que tiene la ley 23.548, es positivo que provincias históricamente más postergadas como las del norte reciban más fondos que las más desarrolladas como las del centro, pero lo que es inexplicable es como hacia dentro de una misma región haya desvíos tan marcados.
“En gobiernos anteriores, Misiones ya venía perdiendo recursos debido a la participación en impuestos nacionales. Con este gobierno, la situación ha empeorado porque se eliminaron los pocos recursos compensatorios que existían. Hoy, la provincia recibe solamente por coparticipación, lo que se refleja directamente en la recaudación local y en lo que la Nación le retribuye”, sentenció el empresario Nicolás Brea, uno de los que desde hace tiempo brega por un mejor sistema de reparto de los recursos federales.

“Además, hay un impuesto fundamental que no está contemplado en esta ecuación: los aportes y contribuciones. Misiones cuenta con salarios elevados y formales, con un porcentaje de trabajo en negro muy bajo. Si se suma eso a la administración de su propia caja de jubilaciones y pensiones, sin haberla transferido a la Nación, la pérdida de recursos es aún mayor”, remarcó.
– ¿Cómo impacta esto en el sector empresarial?
Desde el punto de vista empresarial, la estructura impositiva no ha cambiado demasiado. Seguimos pagando los mismos impuestos de antes, con algunos ajustes menores en cuestiones burocráticas del Estado nacional, pero en términos retributivos, el esfuerzo fiscal sigue siendo igual o mayor.
A pesar de la recesión nacional y de la caída en la actividad económica, en Misiones no se sintió con la misma magnitud. Esto es notable considerando que somos una provincia de frontera con asimetrías marcadas. Hoy, con un dólar relativamente bajo y un “carry trade” que incentiva la especulación financiera, nuestra economía se ve perjudicada. Aun así, la provincia ha logrado mantener su actividad.
– ¿Cuáles han sido los mayores desafíos para los sectores productivos de Misiones?
Este ha sido un año muy complicado para nuestros productos clave, en particular para la yerba mate. No contamos con un precio de referencia claro y las grandes empresas están oprimiendo a los pequeños productores, que son el verdadero motor de la economía provincial. A pesar de eso, Misiones ha sabido sostenerse y continuar con una visión a largo plazo en su política económica.
– ¿Cómo influye la carga impositiva provincial en la rentabilidad de las empresas?
Existe el mito de que los impuestos provinciales afectan significativamente la rentabilidad, pero en la realidad su impacto es mínimo. El problema principal sigue siendo la distribución de los recursos nacionales. Se han perdido muchos ingresos coparticipables y se ha abandonado la idea de reformar el esquema impositivo para lograr una distribución más equitativa.
– ¿Cree que es posible una reforma fiscal que beneficie a la provincia?
En la plataforma electoral se habló de una pirámide de recaudación invertida, similar al sistema de Brasil, donde primero recaudan los municipios, luego las provincias y, finalmente, la Nación. Esa propuesta quedó en nada, pero podría haber sido un cambio clave para una provincia como Misiones, que ha crecido notablemente y tiene una población cada vez más joven y dinámica. Con el ajuste que llevó a cabo el gobierno nacional, la Nación no necesita más recursos. En cambio, sería justo que las provincias administren directamente los impuestos como IVA, Ganancias y Bienes Personales, asegurando así un esquema más justo y beneficioso para las economías locales.