Evaluarán las emisiones de gases en el transporte de carga
Cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es fundamental para avanzar hacia el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 -compromiso de los países participantes del Acuerdo de París-. Por esto, el INTA –dependiente de la Secretaría de Agricultura de la Nación– y la empresa Michelin Argentina firmaron un convenio de Cooperación Técnica que busca estudiar las emisiones de gases en camiones de carga, en tiempo real. Esta información permitirá confeccionar la primera tabla argentina de emisiones. De la firma del convenio participaron Carlos Parera –director Nacional del INTA–, Eliana Banchik –presidenta de Michelin para Argentina, Paraguay y Uruguay– y Jorge Carrillo –director del Centro de Investigación en Agroindustria del INTA–, entre otras autoridades.
Durante la firma, Parera señaló que “con el apoyo de Michelin Flotas Conectadas y, a través de los datos que se irán generando, la idea es ser más eficientes en todo el transporte de los productos agropecuarios hacia los centros de consumo, sabiendo que es una parte importante de la cadena productiva”.
“Es fundamental para nosotros esta información, debido a que nos permitirá avanzar con datos concretos hacia uno de los objetivos institucionales que es la mitigación del cambio climático y trabajar con la temática del calentamiento global”, indicó Parera.
Por su parte, Banchik resaltó que, además de medir el impacto ambiental de las emisiones de gases de efecto invernadero, “la idea es proponer un plan de acción para reducir ese impacto ambiental que disminuye tanto la huella de carbono como el consumo de combustible, el impacto económico del transporte y, a la vez, otros tipos de análisis que permitan mejorar la seguridad del chofer a la hora de conducir”.
El convenio de Cooperación Técnica entre el INTA y Michelin Argentina, división Flotas Conectadas, tiene el objeto de investigar las emisiones GEI a través de un avanzado sistema de monitoreo que relevará datos –en tiempo real– del comportamiento de camiones y tractores –con semirremolque–. El estudio permitirá evaluar las emisiones reales y confeccionar una “Tabla Argentina” de acceso público.
Se trata del primer estudio en su tipo que consistirá en medir, en unos 1300 camiones de carga, el consumo en rutas y autopistas de todo el país. Es decir, se relevarán: régimen de RPM, velocidad, distancias, tiempos, rutas recorridas, consumo instantáneo y promedio de combustible, entre otros.
“Desde el INTA se trabaja en el estudio de los gases de efecto invernadero, en la huella ambiental y en el análisis de ciclo de vida. Por eso la información que se genere de esta articulación será un insumo para la toma de decisiones en todo lo que se refiere a la gestión ambiental y el cuidado del ambiente”, expresó Carrillo.
Estos datos no solo servirán para conocer las emisiones reales en diferentes condiciones de configuración de cada vehículo y corredores, sino que serán clave para estimar las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, según sus siglas en inglés) en función de los compromisos asumidos en la reducción de emisiones y adaptación a los efectos del cambio climático.
Juan Carlos Antuña –especialista de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Santiago del Estero del INTA e integrante del Grupo de Agrologística del INTA– explicó que “el monitoreo abarcará corredores nacionales con el objetivo de medir las diferentes características”, y detalló: “Una misma unidad no emite igual si circula por una autopista o por una ruta, esto se debe a las aceleraciones y frenadas; y, a su vez, las emisiones difieren en una ruta con alto tráfico que con tráfico escaso”.
De acuerdo con Antuña, quien será el coordinador del convenio que tendrá tres años de vigencia, “la asignación de emisiones por cargas específicas se calculará por unidades transportadas”.
Las cuestiones técnicas relacionadas con los factores de conversión de consumo en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) serán planteadas metodológicamente por la Fundación Bariloche –unidad del Conicet– y por el grupo de Agrologística del INTA –integrado por Mariano García, Ezequiel Siebens, Ana Zamit, Juan Carlos Antuña, José Luis Meléndez y Jorge Carrillo–, así como el procesamiento de los datos y los resultados finales.
En esta investigación se tendrá en cuenta que, entre dos transportes, probablemente, las emisiones no son iguales, dado que hay diferencias entre marcas, o, en cuanto a potencia o antigüedad de los vehículos. “Estas hipótesis deberán ser verificadas durante el proceso”, expresó Antuña.
Datos cada 90 segundos
Cada unidad que integrará el estudio aportará datos que recolectará Michelin Flotas Conectadas de manera automática. El sistema de sensores ubicado en el transporte enviará cada 90 segundos un paquete de datos al servidor de Michelin.
“Esto implica un volumen gigante de datos recolectados y de invaluable valor”, ponderó Antuña quien señaló que, para eso, la compañía de neumáticos brindará acceso a los datos que serán luego procesados por el Grupo Agrologística.
Asimismo, para garantizar la confidencialidad, Michelin asignará a cada unidad un identificador único –ID–. De esta manera serán interpretados a partir de proporcionar detalles como marca, modelo, año, kilometraje y configuración. “Esto garantiza la cadena de datos confidenciales, ya que no interesan ni la patente ni quien es el propietario”, detalló Antuña.
La importancia del sentido de marcha
Para el estudio otro dato clave es el sentido de marcha, en cuanto a los metros sobre el nivel del mar (MSNM). “No es el mismo consumo en subida que en bajada, es decir, transitando desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hacia Córdoba, donde hay 700 metros de diferencia; lo que también será monitoreado, así como trayectos de montañas o sierras”, explicó Antuña.
También se tendrán en cuenta las emisiones de acuerdo con las RPM. Según datos aportados por el equipo de investigación, “por arriba de las 3.000 RPM se disparan las emisiones de óxido nitroso, un valor que resulta exponencial en las emisiones y un elemento que deberá ser determinado en detalle”.
El resultado del estudio permitirá confeccionar la “tabla argentina” de emisiones que será de acceso público y que contará con información por corredor, antigüedad de camiones y tractores, entre otras variables. No solo serán promedios, sino que la tabla estará discriminada por marca, potencia, antigüedad, corredores y, especialmente, las diferenciales por la combinación en cada unidad de neumáticos, tipo de remolque, deflectores de aire, entre otros.
Finalmente, se relacionarán los datos de emisiones con el tipo de carga para llegar a una huella de carbono por transporte y por unidad transportada, que es uno de los principales datos faltantes para determinar el impacto del transporte en la huella total. Asimismo, cabe destacar que el monitoreo no involucrará el transporte de pasajeros.
Como antecedente a este estudio, el grupo de Agrologística logró estimar las emisiones en la cadena de la soja en la Argentina, donde surgió la necesidad de contar con datos reales del parque automotor nacional con los tipos de combustibles locales, ya que en ese momento debieron emplear tablas europeas adaptadas.