Facturas apócrifas: riesgos, consecuencias y medidas de protección para las empresas

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La emisión y uso de facturas apócrifas se ha convertido en uno de los principales desafíos para ARCA (ex AFIP) en su lucha contra la evasión fiscal. Estas facturas, que documentan operaciones comerciales inexistentes o infladas, permiten a algunos contribuyentes generar créditos fiscales ficticios, afectando gravemente la recaudación tributaria. 

Existen contribuyentes que “compran” facturas con el claro propósito de reducir la carga fiscal en el Impuesto a las Ganancias y en el Impuesto al Valor Agregado, ya sea encubriendo un gasto o una salida relacionada con el circuito marginal; disminuyendo la base imponible o generando crédito fiscal a su favor.

En este contexto, el organismo fiscal ha implementado una serie de medidas para detectar y sancionar estas prácticas, mientras que las empresas enfrentan el reto de fortalecer sus controles internos para evitar ser víctimas o partícipes involuntarios de estos esquemas fraudulentos.

Nos encontramos ante dos situaciones, las sociedades que son creadas exclusivamente para generar y comercializar este tipo de instrumentos, llamadas “usinas generadoras de crédito fiscal ficticio”, y los contribuyentes que comercializan de manera lícita, pero simulan algunas operaciones que no se efectúan en la realidad o emiten comprobantes por encima del valor correspondiente.

Ante esta problemática, ARCA ha implementado una serie de mecanismos de control destinados a detectar y neutralizar estas prácticas. Entre ellos, destaca la Factura M, que obliga a los Responsables Inscriptos que la reciben a actuar como agentes de retención. 

Asimismo, se ha creado una base de contribuyentes no confiables (Base APOC), accesible al público, que permite verificar la fiabilidad de los proveedores. 

El Sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF) proporciona una evaluación de la capacidad económica de cada contribuyente para realizar transacciones. Las fiscalizaciones presenciales o electrónicas se utilizan para llevar a cabo controles preventivos y posteriores a las operaciones. La Matriz Perfil de Riesgo APOC es una herramienta clave para identificar casos complejos, como las “usinas” mixtas y los nuevos inscriptos en el IVA.

Adicionalmente, la Herramienta POTAPOC (Potenciales Usinas de Facturas Apócrifas) facilita la identificación temprana de posibles “usinas” mediante el análisis de grandes volúmenes de datos. 

La utilización de facturas apócrifas puede acarrear graves consecuencias para las empresas, incluyendo la impugnación del gasto en el Impuesto a las Ganancias, la impugnación del crédito fiscal en el IVA, multas según la ley 11.683 y la aplicación del Régimen Penal Tributario.

Para evitar incurrir en estas prácticas y protegerse de posibles sanciones, los contribuyentes deben verificar la validez de los comprobantes y asegurarse de que estén debidamente autorizados por ARCA. Además, es fundamental utilizar medios de pago específicos para garantizar la validez de las deducciones y créditos fiscales, tales como depósitos en cuentas bancarias, transferencias bancarias, cheques (comunes, de pago diferido, cancelatorios), tarjetas de crédito, compra o débito, y facturas de crédito. En caso de no utilizar estos medios, los contribuyentes deben acreditar la veracidad de las operaciones.

Las empresas deben implementar acciones de control interno bajo el principio de “Conozca a su Proveedor“. Esto implica recabar y verificar información relevante de los proveedores, como el estatuto social, el acta de designación de autoridades, los estados contables, los datos bancarios, las referencias comerciales, el detalle de los principales clientes, los informes de Veraz o Nosis, los domicilios físicos, la constancia de CUIT, los registros tributarios, entre otros.  Esto implica detectar y evaluar señales de alerta que pudieran presentarse.

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