Farmacéuticas defienden propiedad intelectual de desarrollos medicinales ante liberación de vacunas
La entidad aseguró que los Estados y la industria “deben trabajar en conjunto para abordar los verdaderos cuellos de botella en torno a los nuevos tratamientos y vacunas contra el Covid-19, incluidas las trabas burocráticas y dificultades en la cadena de suministro”.
La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) señaló la importancia de los desarrollos amparados por la propiedad intelectual que “lejos de impedir la innovación, resultan esenciales para el descubrimiento de nuevos tratamientos y curas”, en relación con la decisión dispuesta hoy por la Organización Mundial de Comercio (OMC) de suspender temporalmente las patentes de las vacunas contra el Covid-19.
La entidad aseguró que los Estados y la industria “deben trabajar en conjunto para abordar los verdaderos cuellos de botella en torno a los nuevos tratamientos y vacunas contra el Covid-19, incluidas las trabas burocráticas y dificultades en la cadena de suministro”.
Asimismo, enfatizó que “las vacunas contra el Covid-19 hoy disponibles y que permiten pensar en una salida de la pandemia, existen gracias a la propiedad intelectual y otros incentivos que impulsaron en 2020 su investigación y desarrollo, en tiempo récord y con un altísimo riesgo”.
En ese sentido, la Caeme respaldó la posición asumida por la federación global que representa a las empresas biofarmacéuticas (Ifpma, por sus siglas en inglés), que expresó su “profunda decepción” por la decisión de la OMC de adoptar una exención de los Acuerdos sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Adpic), pese a que “la propiedad intelectual no es una barrera para la ampliación de la vacuna y el amplio reconocimiento del excedente de vacunas”.
La propiedad intelectual -según Ifpma- permitió “la investigación y el desarrollo rápidos de varias vacunas efectivas contra Covid-19 y sustentó asociaciones voluntarias; mientras que las barreras comerciales han socavado los esfuerzos colectivos para entregar vacunas a quienes más las necesitan”.
Según la entidad internacional, “la industria advierte que tal caparazón vacío y una decisión libre de hechos puede tener graves consecuencias sobre innovación y seguridad sanitaria mundial”.
Para Ifpma, la propiedad intelectual “ha respaldado el desarrollo y la ampliación de vacunas seguras y eficaces más rápidos de la historia, con 13,9 mil millones de vacunas Covid-19 producidas hasta la fecha”.
La Caeme está integrada por 41 empresas farmacéuticas y biotecnológicas de I+D de la Argentina, Australia, Japón, Estados Unidos y Europa.