
credit cards on a blue background, selective focus. closeup.
Financiamiento: tarjetas de crédito vs. billeteras virtuales
Un informe elaborado por la consultora Focus Market analiza y compara los costos asociados al uso de billeteras virtuales y tarjetas de crédito bancarizadas en el contexto económico actual. A través de esta comparación, se busca proporcionar una visión clara sobre las ventajas y desventajas de cada opción, evaluando tanto los costos fijos como los cargos adicionales por financiamiento, emisión, renovación y mantenimiento.
“En la actualidad, las billeteras virtuales y las plataformas fintech han transformado la forma en que las personas gestionan su dinero y realizan transacciones. Estas herramientas permiten realizar pagos, transferencias, inversiones y una amplia gama de servicios financieros de manera rápida, segura y accesible, sin la necesidad de intermediarios tradicionales como los bancos. De esta forma, se han convertido en una solución clave para conectar a millones de personas con el sistema financiero formal”, expresó Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
No obstante, las entidades financieras tradicionales continúan desempeñando un rol fundamental en la economía. En particular, las tarjetas de crédito son instrumentos financieros esenciales que ofrecen opciones de financiamiento tanto a corto como a largo plazo, lo cual resulta crucial en contextos económicos caracterizados por la inflación y la incertidumbre. A través de estas tarjetas, los usuarios pueden obtener alivio económico en situaciones de flujo de caja limitado.
En este sentido, las opciones de financiamiento, ya sea a través de billeteras virtuales o de tarjetas de crédito bancarizadas, se han consolidado como elementos clave para facilitar las compras, impulsar el consumo y mejorar la calidad de vida de los usuarios. Sin embargo, es esencial comprender los costos asociados a cada una de estas alternativas para tomar decisiones financieras informadas y responsables.
El informe recopila información sobre los costos asociados a las tarjetas de crédito GOLD y BLACK proporcionadas por el Banco Central, así como de una billetera virtual, con el objetivo de comparar los gastos vinculados al uso de estos instrumentos financieros. Los resultados muestran que las tarjetas de crédito bancarizadas presentan costos fijos más elevados, como los cargos por mantenimiento, administración, emisión y renovación. En contraste, las billeteras virtuales no aplican estos cargos, lo que a simple vista podría hacerlas parecer más convenientes.
Sin embargo, además de estos costos fijos, existen los costos de financiamiento, que incluyen las tasas de interés cobradas por financiar las compras a plazos. Se analizaron dos escenarios para comparar el costo de financiamiento con cada uno de estos métodos de pago.
En el primer caso, se evaluó un gasto de $100.000 en cuidado personal en una tienda farmacéutica. El informe revela que el Costo Financiero Total (CFT) para las billeteras virtuales es casi el doble en algunos plazos, como en el caso de 2 cuotas: 305% frente al 167,60% de las tarjetas de crédito. Esto demuestra que, aunque las billeteras virtuales no tengan costos asociados al mantenimiento de cuenta, estos cargos se trasladan de otra manera. Además, las entidades financieras suelen ofrecer promociones, como cuotas en 6 meses sin interés, lo que reduce o incluso elimina el costo financiero.

En un segundo caso, se analizó un uso intensivo del financiamiento, con un gasto de $4.000.000 anuales en cadenas de supermercados, financiado en 12 cuotas. En este escenario, el CFT de las billeteras virtuales es de 170%, mientras que el de las tarjetas bancarias es de 167,60%. Aunque la diferencia en el CFT es mínima, es importante tener en cuenta que las tarjetas bancarias tienen costos adicionales por emisión, renovación y mantenimiento.
“Tanto las billeteras virtuales como las tarjetas de crédito bancarizadas ofrecen ventajas y desventajas, dependiendo del tipo de financiamiento y los costos asociados a cada opción. Las billeteras virtuales resultan atractivas por la ausencia de costos fijos como los de mantenimiento o renovación, pero sus altos CFT pueden hacerlas menos convenientes en el largo plazo, especialmente cuando se financian grandes montos”, señaló Di Pace.
En cuanto al costo anual de financiamiento, el informe destaca que, con un CFT del 170%, financiar $4.000.000 a 12 cuotas mediante una billetera virtual implica un costo total de $6.800.000. En el caso de las tarjetas de crédito bancarizadas, con un CFT del 167,60%, el costo sería de $6.704.000, a lo que se deben sumar los gastos anuales de emisión, renovación y mantenimiento. Esto da como resultado un total de $6.942.804 para la tarjeta GOLD y $7.132.367 para la tarjeta BLACK.

Estos datos indican que, para amortizar los costos financieros de estos financiamientos, es necesario considerar los beneficios adicionales. Si las entidades financieras ofrecen convenios con grandes cadenas, como descuentos o cuotas sin interés, esto podría hacer más atractiva la opción de las tarjetas de crédito.
Por ejemplo, si se aplicara un 30% de descuento sobre las compras, el uso de tarjetas bancarias resultaría más económico que las billeteras virtuales. En este escenario, el monto a financiar sería de $5.742.804 con la tarjeta GOLD y $5.932.367 con la tarjeta BLACK, lo que representaría un ahorro del 18,41% y 12,76%, respectivamente, en comparación con el financiamiento mediante billetera virtual.
Asimismo, si se accediera a cuotas sin interés, solo se amortizarían los costos asociados a emisión, renovación y mantenimiento, es decir, $238.804 para la tarjeta GOLD y $428.367 para la tarjeta BLACK. Esto haría que el uso de las tarjetas bancarias fuera más conveniente.
“En muchos casos, es importante evaluar el uso de estos medios de pago cuando ofrecen descuentos o promociones, ya que los costos financieros pueden compensarse con los beneficios obtenidos. Por otro lado, las tarjetas de crédito bancarizadas, aunque implican costos adicionales como emisión y mantenimiento, pueden ser más ventajosas cuando se aprovechan promociones y cuotas sin interés. Al tomar decisiones financieras, es crucial evaluar no solo el costo financiero, sino también los beneficios adicionales que cada opción puede ofrecer”, concluyó Di Pace.