Homenaje al Hugo Nano, el médico que transformó la oftalmología en Argentina
A un año de su fallecimiento la CAMEOF (Cámara de Medicina Oftalmológica), homenajeó al Dr. Hugo Dionisio Nano, en los jardines de Distrito Elcano, durante la firma ante escribano público, de la conformación oficial de la institución, luego de dos años de intenso trabajo.
Hugo Nano fue uno de los grandes referentes de la oftalmológica argentina y para reconocer esta labor tan destacada, Gustavo Bodino, presidente de CAMEOF, otorgó una placa de reconocimiento a su familia.
Javier Múgica Nano, nieto del prestigioso oftalmólogo, brindó unas palabras de agradecimiento, resaltando la labor de su abuelo, remarcando su profesionalismo y humanidad.
En este marco, el reconocido oftalmólogo Omar López Mato, miembro CAMEOF, recordó con mucho cariño a su colega mediante las siguientes palabras: “Era un volcán en ebullición y uno no olvida a un volcán. Nada de lo humano le fue ajeno, una persona que llegó de la nada a crear su clínica de ojos y posicionarla a nivel internacional”.
En el acto también se entregó una placa en reconocimiento por su labor al Dr. Enrique Malbran, que fue recibida por su hijo, Marcos Malbran quien brindó su agradecimiento y remarcó la importancia de la CAMEOF en estos tiempos de crisis.
Acerca del Dr. Hugo Dionisio Nano. Hugo Dionisio Nano se convirtió en médico de la facultad de medicina de la Universidad de Buenos Aires a los 25 años. Durante su carrera comenzó a demostrar su inclinación por la docencia, como ayudante de cátedra de Fisiología. Posteriormente a ello comenzó sus actividades en oftalmología en el Hospital Salaberry.
Seis años después, en 1959, se trasladó a los Estados Unidos donde se desempeñó como becario y luego como investigador asistente en la Universidad de Cornell con el Dr. Harvey Lincoff. Junto a él, desarrollaron la aplicación de criocoagulación para el tratamiento del desprendimiento de retina y la creación de la aguja espatulada.
Al volver a Argentina construyó su primera clínica y casa en su mismo edificio, y desarrolló la primera historia clínica computarizada.
En 1992 fundó la Fundación Oftalmológica Hugo D. Nano en su ciudad de origen. Nano se esforzó siempre por ayudar a rehabilitar a los pacientes ciegos e integrarlos a la sociedad de la mejor manera posible.
A lo largo de su vida el Dr. Hugo Nano dictó más de 100 conferencias y cursos nacionales e internacionales, publicado más de 100 trabajos sobre investigación biológica y clínica, y colaboró en numerosos libros de especialidad. Fue representante de la IAPB en Argentina, y recibió alrededor de veinte premios y condecoraciones de organizaciones tan importantes como la Academia Americana de Oftalmología, la Asociación Panamericana de Oftalmología y fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires.