Hoy se cumplen 37 años de la muerte del mayor héroe misionero en Malvinas, que combatió en Pradera del Ganso ante el desembarco inglés

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Hoy hace 37 años se peleaba en las frías tierras del estrecho de Darwin, una de las batallas más crudas de la Guerra de Malvinas, en donde los soldados argentinos de una sección del Regimiento 25 y el Regimiento 30 opusieron dura resistencia al desembarco inglés.
En Darwin se vio de todo. Valentía de soldados concriptos y jóvenes suboficiales, un enorme compromiso para defender el territorio argentino ante el desembarco de regimientos de elite de las fuerzas inglesas, y hasta el “ingenio argentino” para improvisar la defensa que fue mayor a la que preveían los ingleses.
Un día como hoy, en ese combate, murió peleándo como un verdadero héroe el subteniente Roberto Estévez, un posadeño de 25 años que falleció en las trincheras, resistiendo el avance inglés y defendiendo a sus subordinados. Estévez es, probablemente, el mayor héroe que Misiones le ofrendó a Malvinas y uno de los más destacados soldados del Ejército Argentino en esa guerra.
Nacido el 24 de febrero de 1957, este posadeño, estudió en la Escuela N° 3 Domigno Faustino Sarmiento y se recibió en el colegio Nacional Martín de Moussy. Luego partió al Colegio Militar a cumplir con su vocación de servir a la Patria. Era el séptimo de nueve hermanos.
En 1981 Estévez hizo el curso de comandos en la Escuela de Infantería. Desembarcó el 2 de abril de 1982 en el legendario Regimiento de Infantería 25, que tenía como comandante al carismático Mohamed Alí Seineldín. Casi todo el regimiento se quedó custodiando el Aeropuerto de Puerto Argentino, pero la sección C de esa unidad partió al estrecho de Darwin. Estévez estaba al mando de una de las 3 secciones que formaban esa subunidad.
Batalla de Pradera del Ganso o Goose Green
El 27 de marzo, el teniente coronel Italo Piaggi, jefe de las fuerzas establecidas en Darwin, le ordenó a Estévez que su sección debía marchar hacia la primera línea de combate, debido a que los británicos, que habían desembarcado en San Carlos el 21 dee mayo, vanzaban hacia Darwin y ya se habían producido enfrentamientos con efectivos del Regimiento.
A las 2 de la madrugada del 28 de marzo llegó a la zona de Colina Darwin, sitio cercano al actual cementerio de Darwin que ya era zona de combate. Al hacerlo, se cruzó con tropas del Regimiento de Infantería 12, a cargo del subteniente Peluffo, que estaba en la zona. Estévez hizo desplegar en forma de abanico a sus cerca de 40 hombres. Luego entró en combate contra los británicos.
Durante la Batalla de Pradera del Ganso, donde la disparidad de fuerzas era abrumadora a favor de los británicos, Estévez libró combate contra la Compañía A a órdenes del mayor Dair Farrar-Hockley del 2 Batallón de Paracaidistas Británico, el cual tenía unos 150 efectivos muy bien armados y con apoyo naval. En el combate, que desde las cinco de la mañana se prolongó hasta casi el mediodía, la sección de Estévez rechazó tres avances ingleses impidiéndoles tomar la Colina.
Durante el combate, Estévez recorría las posiciones, gritando órdenes, bajo el fuego británico. Al salir de un pozo recibió dos balazos uno en el brazo y otro en la pierna izquierda. Tambaleándose, llegó al pozo contiguo. Estévez, quien sin preocuparse de sus propias heridas le preguntó al soldado conscritpo herido y ensangrentado Sergio Daniel Rodríguez, si se encontraba en buen estado, tomó un fusil FAL y comenzó a disparar; luego, por radio estuvo dando nuevas órdenes y reglando el tiro de artilleria (orientar a la artilleria, que está en la retaguardia, sobre la posición del enemigo).
Eran cinco soldados en el pozo en ese momento. Estévez, nuevamente sin importarle sus heridas, tomó el casco de un soldado argentino muerto y se lo colocó en la cabeza al soldado Rodríguez para protegerlo. En ese momento recibió un nuevo balazo en el pómulo derecho, y aunque se trató de auxiliarlo, tras decir unas palabras que no pudieron ser entendidas, falleció. Posteriormente, debido a que Estévez estaba cargado de granadas, su cuerpo fue sacado fuera del pozo. Su cadáver recibió numerosos balazos más, motivo por el cual quedó casi irreconocible. Su tumba, al igual que la de varios soldados argentinos, se encuentra en el cementerio de Darwin en las islas Malvinas.
Tras su muerte, Estévez fue ascendido a teniente primero post mortem y condecorado con la Heroica Cruz al Valor en Combate.
 

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