Joven de Ameghino potencia el valor de carne porcina
Emprendedor misionero de solo 22 años le da valor agregado a la producción porcina y busca posicionarse en el mercado misionero. Desde su San Javier natal Junior Lasta busca crecer en el mercado de embutidos.
Adrián Junior Lasta de solo 22 años montó su propia fábrica de chacinados y espera las últimas certificaciones de salubridad para poder ingresar al mercado misionero. El joven es técnico en Producción Agropecuaria formado en el Instituto Línea Cuchilla de Ruiz de Montoya.
Junior se presentó en Selva Adentro en el stand de la Secretaría de Agricultura Familiar. Allí los chefs y los visitantes pudieron degustar sus productos, los cuales recibieron una gran aceptación logrando vender todo lo que trajo para los dos días de la expo.
Su familia produce cerdos y al ver que no podían competir con los grandes productores de la provincia, este joven decidió aprovechar sus conocimientos para sacar adelante el emprendimiento familiar, dándole valor agregado a la producción porcina.
Hace dos años y medio comenzaron a producir chacinados, actualmente producen chorizo ahumado, panceta, lomito ahumado, salamines tipo Milán. Además, producen costillitas, el pernil ahumado.
El joven explicó que con esto da valor agregado a la producción de cerdos, permitiendo obtener una mejor colocación comercial.
“Todo el chancho se divide en partes y se aprovecha” dijo, Explicando que “actualmente hay mucha competencia en la producción de cerdos y hay grandes industriales con los cuales no se puede competir, por ello decidí darle un valor agregado a la carne”.
Para graficar como es el trabajo que realiza, comentó que producir un lomo ahumado “me lleva aproximadamente unos 25 días, queda unos 24 días en sal. Primero es una semana en sal, se le saca el agua y vuele a colocar en sal por unos 15 días más. Luego 12 horas en humo con un calor constante de unos 80/90 grados hasta que el productor ve que está listo”.
Destacó que el trabajo es sin conservantes y “lo más natural posible”. Explicó que el criadero de cerdos es “chico aún, pero espero poder agrandar un poco”.
Su jornada laboral comienza a la madrugada temprano cuidando los cerdos, alimentándolos y controlando su evolución. La tarea se repite por la tarde y en los horarios intermedios debe dedicarse a darle el valor agregado a la carne.
Lasta explicó que “lleva un proceso de alimentar y cuidar, son dos horas a la mañana de cuidado y dos horas por la tarde. Además, me encargo de faenarlos, tengo un colgadero especial donde lo hago y por la noche o al mediodía me dedico a hacer los chacinados”.
Actualmente Lasta ofrece sus productos en la Feria Franca de Oberá y a la par busca las certificaciones de Salud Pública para poder envasar su producción y poder ofrecerlos en los mercados de toda la provincia.
El joven emprendedor agradeció el acompañamiento de su familia, que diariamente colaboran con él.