La alianza público-privada mueve el consumo en Misiones
La inflación es un fenómeno económico macroeconómico; por ende, es el Estado nacional el único que tiene las herramientas (monetarias, cambiarias, etc.) para combatirla. Las provincias, en este problema puntual, no tienen la posibilidad de aplicar medidas que tiendan a la solución, pero sí pueden implementar programas que tiendan a aliviar los impactos. Es decir, que una persona en un contexto inflacionario, pueda consumir más o, en el peor de los casos, que alcance a sostener un nivel de consumo pese a la escalada de precios.
Pero, al mismo tiempo, se busca también que el comercio local no se deprecie ante una eventual caída de consumo por la suba de precios. Por ende, es un proceso de doble vía: que un hogar sostenga o aumente sus consumos y que un comercio sostenga o aumente sus ventas.
Diversas provincias han aplicado programas como estos, principalmente a partir de promociones, bonificaciones, reintegros y otras medidas similares. Pero Misiones tiene la particularidad de sostener un programa en el tiempo, sino que además se transforma en un verdadero ejemplo de articulación público-privada con altos impactos positivos en términos de venta. Estamos hablando, por suerte, de los programas Ahora.
Los “Ahora” de Misiones nacieron en 2018 como un programa de fomento del consumo con el objetivo de estimular la demanda de bienes a través del otorgamiento de bonificaciones y facilidades de financiamiento en plazos. Originalmente, tenía el foco puesto en amortiguar el impacto económico de las asimetrías existentes con respecto a la oferta de los bienes afectados en los países limítrofes a la provincia. Con los años, sumado también a la aceleración inflacionaria, los Ahora cumplen una doble función en el mismo sentido del objetivo inicial: estimular la demanda.
La articulación es fundamental: no es solo la Provincia la que realiza el aporte para el sostenimiento del programa, sino que también está involucrado el Estado nacional, entidades bancarias y los propios comercios, tratándose de un trabajo coordinado que no tiene parangón en otra provincia del país. Esto permitió no solo su sostenimiento, sino también su expansión: los rubros abarcados por los Ahora son muy amplios y cubren una gran parte de la vida económica de la provincia.
Más allá de las fuertes diferencias que hay entre los programas, es casi inevitable realizar la comparación de los Ahora Misiones con el Ahora 12 que lleva adelante el Estado nacional. Las diferencias más sustanciales son dos: en primer lugar, el programa provincial incluye reintegros y financiación, cuando el nacional solo financiación; en segundo lugar, los rubros abarcados, aun con algunas similitudes, varían de un programa al otro.
Pese a esas diferencias, es igualmente factible realizar la comparación en términos de impacto y facturación de los programas en la provincia. Empecemos por el programa nacional. En Misiones, el Ahora 12 hasta el mes de junio había generado ventas por $ 9.620 millones con fuerte concentración en indumentaria, electrodomésticos y materiales para la construcción, que entre ellos explican el 70% de las ventas misioneras en el primer semestre. Al medir las ventas en precios constantes, comparando contra igual período del año anterior, la facturación por el Ahora 12 en Misiones exhibía una caída del 1,8% real.
Vayamos ahora al Ahora Misiones. En ese mismo período (primer semestre del 2023) las ventas enmarcadas en ese programa totalizaron $ 18.988 millones, un 97% superior a lo facturado por ventas del Ahora 12. El 81% de esas ventas se explican por el Ahora Misiones, Ahora Canasta y Ahora +21%, que abarcan rubros muy diversos hacia dentro de cada una como indumentaria, calzado, electrónica, electrodomésticos, deportes, etc.
El volumen comercializado por todo el programa Ahora en el primer semestre del año es, en términos reales, 17,2% superior a igual período del 2022.
Ya en principio se observan dos enormes diferencias en los resultados de un programa y otro: el volumen facturado y el crecimiento real.
Repasemos brevemente la composición de las ventas del Ahora misionero en el primer semestre del año. El Ahora Misiones, punto de inicio del programa, cuenta con financiación hasta en 12 cuotas sin interés y reintegro del 15% o del 20% si el comercio es misionero, aspecto clave que tiene este programa para fomentar la demanda de establecimientos locales. Son cuatro los bancos que participan, con un costo financiero a cargo del banco y de la Provincia y el costo del reintegro lo asumen entre Nación, Provincia, bancos y comercios. Abarca a rubros como deportes, librerías, juguetes, textiles, hogar, calzado, repuestos, muebles y otros. Al primer semestre del año generó ventas por $ 2.425 millones, creciendo 35,4% interanual real.
El Ahora Canasta aplica a comercios MiPyMEs y ofrece un reintegro del 17% en la compra de bienes de la canasta alimentaria. Generó ventas por $ 1.138 millones.
El Ahora Misiones +21% otorga reintegros de 36% o de 41% en los comercios misioneros y además ofrece financiación sin interés en 3, 6 o 12 cuotas para compra de indumentaria, textiles, calzado, electrónica, electrodomésticos, juguetes, cubiertas y repuestos de autos y motos, y ópticas que sean de origen nacional o con componentes nacionales. Generó ventas por $ 1.495 millones creciendo 50,3% real interanual.
Otras variantes del programa han tenido también resultados exitosos: el Ahora Turismo, que ofrece cuotas sin interés y reintegros de hasta el 20% en hoteles y servicios de gastronómico, genero ventas por $ 9 millones; y el Ahora Bienes Durables tuvo ventas por $ 257 millones; en ambos casos se observan importantes subas reales.
Los antes mencionados son programas sostenidos de consumo del hogar por un lado y de fomento turístico del otro, pero también los Ahora misioneros se destacan por ofrecer aspectos que hacen al bolsillo ciudadano como los Ahora Patentamientos, Ahora Carnes, Ahora Gas y otros; también, los de ocasión especial, como el día de la Madre y el día del Niño, por ejemplo.
En conclusión, los programas Ahora son un claro ejemplo de cómo un Estado provincial puede generar condiciones que le permite a sus comprovincianos sostener o ampliar su nivel de consumo en un contexto de inflación, con una fuerte coordinación entre todos los actores involucrados en la cadena comercial. Se trata, al final del día, de un ejemplo de como el Estado trabaja junto al mercado para brindar soluciones, sin caer en las falsas premisas de que solo el Estado te salva o solo el Mercado te salva. En un mundo tan complejo y conectado, más que nunca cobra relevancia la articulación.