La Diócesis de Posadas celebró la Ordenación Sacerdotal de Leosvardo Galeano y Esteban Vera
El viernes 6 de diciembre de 2024, la Parroquia Cristo Redentor de Jardín América fue escenario de un momento histórico para la comunidad católica de la Diócesis de Posadas. A las 19:30, los diáconos Leosvardo Silvestre Galeano y Esteban Vera fueron ordenados sacerdotes en una emotiva ceremonia presidida por el obispo diocesano, monseñor Juan Rubén Martínez.
La Santa Misa, marcada por una profunda espiritualidad, contó con la participación de fieles, sacerdotes, religiosas y laicos de diversas parroquias. Durante su homilía, Mons. Martínez destacó que el sacerdocio es un don de Dios basado en el amor, no en méritos personales, y que implica una respuesta de entrega y servicio siguiendo el ejemplo de Jesús, el Buen Pastor. Subrayó la centralidad de la Eucaristía en la vida sacerdotal como expresión de amor y caridad, y advirtió sobre los peligros de la mundanidad, llamando a la humildad y al servicio a los más necesitados.
Los nuevos sacerdotes, Galeano y Vera, asumieron su ministerio inspirados en pasajes bíblicos que guían su vocación, comprometiéndose a liderar con amor y misericordia.Reproductor de audio
Una vocación de amor y servicio
En su reflexión, monseñor Juan Rubén Martínez recordó que el sacerdocio es un don de Dios, no un mérito humano: “Dios los eligió por amor, no por virtudes personales. Esta vocación es una respuesta al llamado de Dios, que nos invita a amar dando la vida, tal como Jesús el Buen Pastor”.
El obispo subrayó la importancia de la Eucaristía en la vida sacerdotal, destacando que el sacerdote está llamado a ser instrumento de Cristo para hacer presente su Cuerpo y Sangre: “La Eucaristía celebra el amor, la entrega y la caridad. Es en este contexto donde el sacerdote encuentra su misión: ser puente del amor misericordioso de Dios para los demás”.
Textos bíblicos elegidos por los ordenandos
Ambos nuevos sacerdotes seleccionaron pasajes bíblicos que representan su camino vocacional. Esteban Vera eligió un texto del profeta Jeremías (1, 7): “Irás donde yo te envíe y anunciarás todo lo que yo te ordene”, destacando la obediencia y la entrega a la misión. En tanto, Leosvardo Galeano adoptó como lema “Predicamos a Cristo crucificado” (1 Corintios 1, 23), expresando su compromiso de vivir su misión de servicio a la Iglesia y a la comunidad con profundo compromiso y fe.
Monseñor Martínez resaltó la profundidad del mensaje de San Pablo, quien predicaba a un Cristo crucificado: “Este es el núcleo de nuestra fe. Un Dios que se entrega por amor y que nos llama a ser instrumentos de su misericordia, especialmente hacia los más necesitados”.
Un llamado a la humildad y a la autenticidad
En un mensaje claro y profundo, el obispo Martínez advirtió sobre los peligros de la mundanidad en el ejercicio del ministerio sacerdotal: “Sin Dios somos nada. El sacerdote debe evitar caer en idolatrías, como el poder o el éxito, y recordar que su misión es gastar su vida en servicio a los demás, especialmente a los pobres y vulnerables”.
Al finalizar la homilía, el obispo prosiguió con el rito de la Ordenación. Tras la imposición de manos de Monseñor y de los sacerdotes presentes, se rezó la oración consecratoria. Luego los nuevos sacerdotes fueron revestidos con la estola al modo sacerdotal y la casulla. Recibieron la unción de manos con el santo crisma y el cáliz y la patena. Finalmente fueron saludados con el signo de la paz por el Obispo y los sacerdotes concelebrantes. La Santa Misa continuó de modo acostumbrado.
La celebración concluyó con el agradecimiento del obispo a las familias, comunidades y formadores que acompañaron a los nuevos sacerdotes en su camino vocacional, y con un llamado a todos los fieles a orar por sus ministerios.