La industria reclama un “dólar madera”, pero Nación se inclinaría por quita de retenciones
La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) reclama al Gobierno la falta de respuesta frente a diferentes peticiones indispensables para el desarrollo de la actividad. Con un dólar que no acompaña la inflación, precios internacionales bajos, disminución del consumo externo y recesión en el mercado interno, la industria maderera cierra “un año difícil”. “Un Dólar Madera destrabaría mucho el problema de las exportaciones un dólar diferencial, como lo tiene el turismo o la soja”, señalaron desde la entidad. Sin embargo, Nación parece inclinarse por limitar el dólar especial para las economías de mayor volumen de exposición, como la soja.
“El tipo de cambio diferencial es una decisión temporal, para 3 o 4 meses y las economías regionales tienen un proceso de comercialización durante todo el año o mínimo diez meses es por ello que no necesariamente un dólar especial le mejorarías las cosas, preferimos, más allá que el número es del todo atractivo, trabajar en los derechos de exportación de manera gradual y no sobre el tipo de cambio. Una rebaja en los derechos de exportación es algo que permanece y ya de a poco el tipo de cambio empieza a ser competitivo –de a poco, todavía falta-. En las ultima seis semanas ha retomado su apreciación, así que vamos a tener un tipo de cambio competitivo y si llegamos sin derechos de exportación mucho mejor”, definió el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, en su reciente paso por Misiones.
El misionero Román Queiroz, presidente de FAIMA, asegura que “estamos muy preocupados porque algunas industrias pararon y otras están con serios problemas para producir porque no pueden importar la materia prima que necesitan y el sector cada vez es menos competitivo”.
Uno de los principales pedidos que realizó FAIMA en diferentes ocasiones fue la reactivación de la Mesa Forestal. Ya en el 142° Congreso Maderero, que tuvo lugar en mayo, la Federación elevó la solicitud al entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Este espacio público-privado se inauguró en 2016 y convocaba a FAIMA y el resto de las cámaras del sector foresto-industrial, maderero y mueblero, las provincias forestales y el Gobierno Nacional para definir una agenda de trabajo conjunto. “Necesitamos encarar varios desafíos, necesitamos tener energía para las industrias, eliminar las retenciones y discutir estas y otras cuestiones en el marco de la Mesa Forestal”, explicó Queiroz.
Sin embargo, al día de hoy, no han obtenido respuesta por parte de ningún de los Gobiernos.
Mueble
Si bien durante 2020 la industria del mueble tuvo un crecimiento a partir del incremento del home office y las nuevas formas de trabajo, desde el año pasado viene en recesión. Las ventas descendieron considerablemente, mostrando en los últimos meses una tendencia en caída, más allá de la cuestión estacional.
De acuerdo al último Índice de Interés del Mueble Argentino Online (IIMAO) elaborado mensualmente por el Observatorio Estadístico de FAIMA, en términos interanuales, el indicador muestra una recuperación del 27,6% del interés online por el mueble argentino en comparación con octubre del año 2021. Cabe destacar que el valor de octubre 2021 es el menor valor histórico de la serie.
La producción industrial de muebles y colchones relevada por INDEC para el mes de septiembre 2022 marcó un nivel 8% superior a septiembre 2021 y una caída del 13% respecto a agosto 2022, por lo que anticipa en los próximos meses una disminución de la producción de muebles en Argentina.
Industria Forestal
También a raíz de la pandemia, la exportación foresto industrial alcanzó niveles históricos, sin embargo, a partir de julio de este año, disminuyó de manera considerable. Entre los motivos que llevaron a esta situación, se pueden mencionar un dólar oficial que no acompaña la inflación, la caída de los precios internacionales y la disminución del consumo en Estados Unidos y Asia, principales mercados de exportación.
Además, el mercado interno también empezó a sentir la recesión. A eso, se le suma la imposibilidad de importar insumos, con plazos de pago a 90/60 días y proveedores que no financian, dificultando la producción.
“Vemos un 2023 con muchas dificultades, en ambos sectores: foresto industria y muebles. Y estamos muy preocupados porque algunas industrias pararon y otras están con serios problemas para producir porque no pueden importar la materia prima que necesitan”, indicó Queiroz.
Principales reclamos
Entre las solicitudes que se elevaron a diferentes estamentos del Gobierno, se encuentran:
- La creación de un Dólar Madera. “Destrabaría mucho el problema de las exportaciones un dólar diferencial, como lo tiene el turismo o la soja. Tuvimos reuniones para pedir esto, Matías Lestani, secretario de Agroindustria, había prometido que a principios de diciembre lo tendríamos, pero al momento eso no ocurrió”, resaltó en empresario.
- Quita de retenciones a la exportación (4,5%): “es un reclamo que data del Gobierno anterior. Actualmente, los exportadores corren con desventaja frente sus pares de Brasil y Paraguay porque deben enfrentar costos logísticos más altos y una mayor carga impositiva nacional”, apuntó.
- Exención de obligaciones patronales por 6 meses
- Regularizar la importación de insumos que se utilizan como parte del proceso productivo y agilizar los pagos en el exterior.
- Creación de un programa específico para el mueble a tasa subsidiada, similar al que tienen otros sectores. Planes de Ahora 12, Ahora 18 o Ahora 24 para reactivar el consumo.
En varias oportunidades, dirigentes de FAIMA y otros representes de la industria se han reunido con autoridades locales, provinciales y nacionales, sin respuestas favorables para el sector.
“Vemos que el Gobierno pone la energía en otros asuntos vinculados a la macroeconomía, dejando de lado las economías regionales. Ninguna economía regional debería pagar impuesto a las exportaciones, ya que esta acción los deja fuera de los mercados internacionales, perjudicando a los diversos sectores productivos”, expresó el dirigente.Por otra parte, durante los últimos meses la escasez de divisas generó falta de insumos esenciales, impactando en los niveles de producción y empleo. “Hay menos mano de obra, las horas de trabajo se redujeron y esto repercute en el salario del trabajador. Si esto sigue así para el año que viene van a comenzar los despidos en las industrias y es algo que queremos evitar”, concluyó.