La Mesa de Carbono Forestal Nacional presenta su plataforma institucional
El mundo tiene su atención puesta en los mercados de carbono. Serán, sin dudas, uno de los ejes centrales de la próxima COP28. Tanto Argentina como América Latina son clave para los mercados de carbono, ya que sus importantes ecosistemas y recursos naturales brindan grandes oportunidades de generación de proyectos de carbono para la reducción y compensación de emisiones de empresas, gobiernos y personas en todo el mundo.
A poco más de un año de su creación, la Mesa de Carbono Forestal Nacional – MCFN – única entidad que agrupa a más de 40 empresas, instituciones y personas de la cadena de valor de los mercados de carbono forestal de Argentina – pero con una visión futura multisectorial para un trabajo mancomunado e integrador – anuncia la puesta en funcionamiento de su identidad digital, a través de su sitio https://mesacarbono.org.ar/.
“Esta nueva identidad y plataforma de contacto es un puente para todos los que deseen sumarse y promover el desarrollo de los mercados de carbono en nuestro país y en la región” manifiesta Juan Pedro Cano, Coordinador de la Mesa. “Todos nuestros miembros trabajan en la conservación, manejo mejorado y restauración de bosques nativos y en la producción forestal, representando en este último caso el 80% de las plantaciones forestales del país. De hecho, en Argentina se desarrollan proyectos de carbono forestal desde hace más de 15 años en distintas regiones y con diferentes tipos de abordajes, en 20.000 hectáreas aproximadamente y con un potencial de mitigación de más de 1.600.000 toneladas de CO2 de los cuales ya se llevan mitigadas más de 500,000 t de carbono” amplía el profesional.
Recientemente la Mesa difundió un informe en el cual se indica que se estén evaluando, desarrollando y certificando proyectos por una superficie de más de 400.000 hectáreas por distintos miembros de la entidad, lo cual equivale a dos veces la superficie de bosque perdido en el año 2022, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. Esta superficie equivale, asimismo, a casi 20 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires (CABA tiene 20.300 hectáreas). De implementarse estos proyectos, permitirían capturar y prevenir emisiones por un total aproximado de 50 millones de toneladas de CO2, lo cual equivale a más del 60% de la meta de reducciones de emisiones a 2030 establecida por Argentina en su Plan Nacional de Bosques y Cambio Climático.
“Los proyectos de carbono forestal pueden ser para evitar o reducir emisiones de carbono, por ejemplo, mediante la conservación de bosques nativos (deforestación evitada) y la mejora en la eficiencia del uso productivo del bosque o plantación forestal (aprovechamiento mejorado), o bien, para capturar carbono a través del desarrollo de plantaciones forestales y de la reforestación o regeneración de bosques nativos” explica el Coordinador de la Mesa. “La demanda por proyectos de captura y reducción de emisiones certificables y verificables con impacto no sólo en carbono sino en otros servicios ecosistémicos, es evidentemente cada vez mayor” completa el directivo. “De hecho, este volumen está aumentando rápidamente a medida que aumenta la demanda. El valor de los mercados voluntarios globales de carbono casi se cuadruplicó en 2021 hacia USD 2 mil millones, impulsado por proyectos NBS y un aumento de los precios de mercado. Según los últimos informes, los precios de los créditos de carbono han ido variando en los últimos años, con una marcada suba desde el año 2017 hasta el momento. En los mercados voluntarios, los precios aumentaron en 2021 casi un 60% con respecto a 2020 hasta un punto que no se veía desde 2013, alcanzando un precio promedio ponderado mundial anual por tonelada de USD4,00 para todas las transacciones informado por los encuestados de mercados emergentes, en comparación con USD2,52 en 2020” revela Cano.
LA SITUACIÓN EN ARGENTINA
De los 11.800 proyectos registrados a nivel global, tan sólo 61 fueron en Argentina, lo cual representa el 0.5% del total de ellos. Ello refleja que el marco político y normativo actual no estaría promoviendo e incentivando el desarrollo de proyectos de captura y reducción de emisiones a pesar de las grandes posibilidades que existen, y a pesar de las experiencias que ya se han desarrollado en el país.
“En comparación con la distribución sectorial a nivel global, en Argentina existen actualmente sólo 2 proyectos del sector forestal certificados bajo estándares internacionales como los de Verra, Gold Standard, Mecanismos de Desarrollo Limpio, Climate Action Reserve y Plan Vivo, lo cual representa el 3% del total de proyectos certificados en el país. La mayor parte de los proyectos certificados hasta el momento en Argentina son de los sectores de las Energías Renovables, Producción Industrial y Gestión de Residuos. Esto no quita que existan iniciativas de certificación y verificación en base a mismos estándares, pero certificados por organismos nacionales, dado que la inversión necesaria para una certificación internacional es costosa y suele no ser accesible para muchos desarrolladores de proyectos y propietarios/usu arios de tierras con potencial para la captura y reducción de emisiones” interpreta Cano.
En tal sentido, a la hora de proyectar posibles abordajes para realmente promover el desarrollo de los mercados de carbono en Argentina, se considera que deberían sentarse las bases mínimas para el desarrollo de un mercado amplio y flexible. “Se recomienda la elaboración de instrumentos para promover, apoyar y dar reconocimiento al desarrollo, certificación e implementación de proyectos de carbono y la comercialización de las capturas y reducciones que se generen. Es preciso contar con seguridad jurídica para atraer inversiones que permitan desarrollar proyectos a distintas escalas y con distinto impacto ambiental, social y económico, especialmente para promover proyectos de captura y reducción de emisiones que puedan complementar modelos productivos actuales por parte de pequeños y medianos propietarios o usuarios de tierras, como as&iac ute; también traccionar proyectos de gran escala que, de no haber garantías mínimas para su implementación y comercialización, probablemente no se realicen. Por otro lado, acciones que permitan reducir costos serían un incentivo al desarrollo de proyectos tanto de gran escala, como de mediana y pequeña escala. Sumado a todo esto, es necesario haya claridad en la distribución de competencias y roles entre los distintos niveles de gobierno federal (nivel nacional y nivel provincial) dentro del marco normativo e institucional de los mercados de carbono” manifiesta el directivo.