La meta trimestral se sobrecumple, pero los intereses de la deuda crecieron 70 %
El déficit primario del Sector Público Nacional No Financiero (SPNF), según base caja, alcanzó los $ 57.039 millones en junio de 2017. De esta forma, el déficit aumentó 30% en relación con el mismo mes del año pasado, lo cual se explica por un diferencial de crecimiento de 2 p.p. entre el gasto primario (+26% i.a.) y los recursos totales (+24% i.a.).
Por el lado de los recursos, el principal componente (la recaudación de AFIP) aumentó 24% i.a., con muy buena performance de combustibles (+39% i.a.) y bienes personales (+33% i.a., por la ampliación de la base que produjo el blanqueo), contrapesados por la magra dinámica de los recursos provenientes del comercio exterior. Asimismo, se destacaron los ingresos por rentas de la propiedad (+105% i.a.) e ingresos de capital (+265% i.a.), aunque pesan poco en la estructura total de los recursos.
En cuanto al gasto primario (26% i.a.), se observa que, por un lado, creció apenas por arriba de la inflación medida por el IPC Nacional Ecolatina (+24% i.a.), y por otro que, desde el mes pasado (24% i.a.) viene desacelerando su crecimiento: las erogaciones primarias vienen aumentando cerca de 14 p.p por debajo del promedio de enero-abril de este año (36% i.a.).
El crecimiento de los gastos primarios estuvo traccionado principalmente por las Prestaciones Sociales (+39% i.a.), los gastos de funcionamiento (+41% i.a.) y transferencias a las provincias (+64% i.a.).
En el caso de las prestaciones, la suba se explica por el impacto de la movilidad jubilatoria (+27% i.a.), que se aplica sobre las jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, Asignación Universal por Hijo (AUH) y Pensiones No Contributivas (PNC), y las mayores erogaciones producto de la reparación histórica, que hoy beneficia a más de 1 millón de jubilados.
En el caso de los gastos de funcionamiento, si bien el principal componente (remuneraciones) volvió a desacelerarse en junio (+28%, dado que empieza a notarse el efecto de que las paritarias de 2017 fueron inferiores a las de 2016), el gasto en bienes y servicios creció 84% i.a., mostrando el mayor crecimiento de los últimos 12 años.
El aumento del gasto primario fue atenuado por a la caída del 22% i.a. en los subsidios económicos, merma explicada fundamentalmente por el menor gasto en transferencias al sector energético (-37% i.a.). Si bien la suba de las tarifas de la energía (luz y gas) es un factor clave que incide en esta cuestión, es relevante tener presente también que en diciembre de 2016 el gobierno le giró a CAMMESA alrededor de $ 30.000 millones.
Asimismo, se destacó en junio el freno en el gasto de capital (+0% i.a. vs. +38% i.a. en los primeros 5 meses del año), explicado por fuertes caídas especialmente en las obras de vivienda (-85% i.a.).
De hecho, excluyendo el gasto de capital y los subsidios energéticos, el gasto primario aumentó 36% i.a., acelerándose en relación a mayo (+32% i.a.).
Finalmente, en junio, el déficit financiero que incluye el pago de intereses de la deuda pública (netos de vencimientos intra sector público) alcanzó $ 91.852 millones (+27% i.a.) producto del incremento del pago de intereses (+22% i.a.).
Compleja situación financiera
En el primer semestre del año, el déficit primario acumuló $ 144.286 millones trepando 28% i.a.. En términos del producto, el rojo primario alcanzó 1,5% del PBI, igualando la marca de la primera mitad de 2016.
De esta manera, el Ministerio de Hacienda logró sobrecumplir la meta fiscal en 0,5% del PBI, ya que el objetivo del semestre era 2% del PBI.
Sin embargo, vale destacar que durante los primeros 6 meses, el déficit financiero, que incluye el pago de intereses de la deuda pública (netos de vencimientos intra sector público) rozó los $ 255.547 millones, trepando 43% i.a. La significativa brecha entre la expansión del déficit primario (+28% i.a.) y el rojo financiero (+43% i.a.) corresponde al pago de intereses, que subió 70% i.a. en el primer semestre del año.
En términos del PBI, el rojo financiero alcanzó 2,6%, empeorando el déficit en 0,2 puntos del producto el déficit. De esta forma, casi la mitad del sobrecumplimiento se perdió en el mayor pago de intereses.
En definitiva, comienzan a evidenciarse los límites que tiene la dinámica de reducir gradualmente el déficit fiscal apelando al endeudamiento, ya que una parte creciente de los ahorros que se logren por la reducción del déficit primario deben destinarse al pago de los servicios de la deuda, que justamente se toma para hacer más gradual la convergencia al equilibrio fiscal.