La premier británica despide a su ministro de Finanzas mientras lucha por mantenerse en el poder
(Por Gabriela Albernaz, corresponsal) A menos de 40 días de su nombramiento como ministro de Finanzas del Reino Unido, Kwasi Kwarteng fue despedido hoy por la primera ministra de británica, Liz Truss, que también lucha por mantenerse en el cargo ante las turbulencias registradas en los mercados financieros por un polémico plan económico elaborado por ambos y que hoy la premier ratificó, aunque con algunas modificaciones.
El Banco de Inglaterra (BoE) tuvo que intervenir hace dos semanas tras el anuncio del presupuesto presentado por Kwarteng, que sumió a los mercados en el caos en medio de preocupaciones sobre mayores costos de endeudamiento.
Cuestionado en el cargo, finalmente llegó su destitución. Según destacaron los medios británicos, Kwarteng es el funcionario que menos duró en el cargo después de Iain Macleod, quien murió de un ataque al corazón 30 días después de asumir como ministro de Finanzas en 1970.
“Me ha pedido que me haga a un lado y he aceptado”, escribió Kwarteng en una carta dirigida a Truss y publicada en su cuenta de Twitter.
“Quiero ser honesta, esto es difícil. La forma en que cumplimos nuestra misión tiene que cambiar”, dijo Truss horas más tarde en una breve conferencia de prensa que duró apenas ocho minutos y en la que casi no respondió preguntas.
La premier británica aseguró que sintió mucho la pérdida de su “gran amigo”, de quien, agregó, comparte su visión de “situar al país en la senda del crecimiento”.
Truss anunció que el lugar de Kwarteng será ocupado por el exministro de Salud y Relaciones Exteriores y también candidato a líder conservador, Jeremy Hunt: “Es uno de los parlamentarios más experimentados y respetados y comparte mis convicciones y ambiciones para nuestro país. Presentará el Plan Fiscal a fin de este mes”.
Hunt fue uno de los principales respaldos que tuvo el exministro de Finanzas Rishi Sunak durante la campaña por el liderazgo del Partido Conservador, después de que él mismo fuera eliminado de la contienda.
En un intento por calmar los mercados, Truss comunicó también que avanzará con el plan presentado por Sunak de aumentar el impuesto de sociedades del 19% al 25%, lo que permitirá recaudar unas 18.000 millones de libras esterlinas al año.
Se trata del segundo cambio de sentido en el plan de reducción de impuestos propuesto originalmente por el Gobierno.
Truss aseguró además que el Reino Unido “superará la tormenta” y que Hunt entregará el nuevo plan fiscal a fin de mes.
Daniel Álvarez, un analista de la City londinense, dijo a Télam que el cambio de ministro demuestra el poder que tienen los mercados a la hora de juzgar rápidamente las decisiones de un político.
“Al final la idea de Kwarteng no era mala, pero su ejecución -financiar estímulos con deuda en una época en la que las subidas generalizadas de tipos por bancos centrales tiran en la otra dirección- era inadecuada”, subrayó.
“Yo creo que aunque los mercados quieren siempre estabilidad por encima de todo y los cambios en el Gobierno no son normalmente bien recibidos, este caso puede ser una excepción, dependiendo de qué pasos siga el siguiente ministro de Finanzas”, prosiguió.
Para el analista también se magnificó un poco la situación, porque la economía global está sufriendo un enfriamiento, y no solamente la del Reino Unido.
“Las medidas de Kwarteng se van a moderar como la baja de impuestos a las rentas más altas, pero no creo que se erradiquen, por ejemplo, la reducción del stamp duty (impuesto inmobiliario) que es una buena medida para el mercado”, concluyó.
No obstante, la crisis política en el Gobierno británico está lejos de terminar con la salida Kwarteng: Truss es cada vez más cuestionada, incluso desde el oficialista Partido Conservador.
En medio de la agitación de los mercados, la caída de la libra y un gran aumento en el costo de los préstamos del Gobierno, los conservadores también están intentando sacarla del cargo, de acuerdo a medios locales.
Según la BBC, un grupo de conservadores de alto nivel han estado manteniendo conversaciones para pedir públicamente la renuncia, aunque según las reglas internas del partido, Truss no puede ser destituida del liderazgo mediante un voto de censura hasta que haya estado en el cargo durante 12 meses.
“Estoy absolutamente decidida a cumplir lo que prometí” para cumplir el plan de crecimiento y se superará “la tormenta que enfrentamos”, le contestó la premier a una periodista del diario Telegraph, que le preguntó si debería permanecer en el cargo.
“Cambiar de ministro de Finanzas no deshace los daños ya infligidos” y “necesitamos un cambio de gobierno”, afirmó Rachel Reeves, responsable de cuestiones económicas en el opositor Partido Laborista, que supera con creces a los conservadores en las encuestas.
Mientras que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, le pidió hoy a Truss que “dimita” para garantizar la “estabilidad económica” en el Reino Unido.
“Lo mejor que Truss podría hacer por la estabilidad económica ahora es renunciar”, escribió la líder escocesa en Twitter.
“Sus decisiones hundieron la economía e hicieron sufrir a los ciudadanos, que ya estaban luchando contra la crisis del costo de vida”, apuntó.
“Lo único decente que pueden hacer los parlamentarios conservadores ahora es pedirle tiempo a ella y permitir una elección”, concluyó.
Entretanto, un sondeo publicado hoy por la encuestadora británica YouGov mostró que el 59% de los ciudadanos británicos quieren que Truss renuncie a su cargo, contra el 19% que opina lo contrario.
Mientras tanto, la libra esterlina cayó un 1,2% frente al dólar cuando Kwarteng fue despedido y luego revirtió las perdidas al cotizar con un alza del 0,4% tras la confirmación de Hunt como nuevo ministro.
Sin embargo, la cotización de la moneda volvió a caer tras el discurso de Truss.