La propuesta de un empresario para pagar la deuda a la finlandesa y “en especies”: austeridad y trabajo para todos
Mañana vence el plazo para que la Argentina alcance un acuerdo o caiga en default en la renegociación por una parte importante de su deuda externa que alcanza los u$s68.000 millones.
De todas maneras, todo parece indicar que el Gobierno Nacional extenderá el plazo con una resolución administrativa y seguirá conversando con los grupos de acreedores para llegar a un acuerdo.
Pero aún cuando el canje sea exitoso, traerá alivio por unos años (2 o 3) en donde no se pagará nada, hasta que nuevamente empezarán a caer los vencimientos de intereses y capital por la deuda nueva.
No son pocos los que piensan que cualquier canje de deuda, salvo que nuestro país cambie su dinámica de gastar siempre más de lo que ingresa, no es otra cosa que “pan para hoy y hambre para mañana”.
La propusta de un empresario de Misiones
En este contexto, el empresario y consultor forestal, Gustavo Cetrángolo, se sumó al debate sobre cómo afrontar el pago de la deuda externa con una propuesta curiosa y creativa.
Cetrángolo es un reconocido experto en cuestiones forestales, que trabajó para multinacionales como Pérez Companc. Es también un consultor de prestigio de empresas de este rubro en todo el país y socio fundador de Forestal Oberá, firma que exporta a Europa trementina y colofonia (que se obtiene de la resina de pinos).
Su profesión lo llevó a visitar dos veces Finlandia, una de las potencias forestales a nivel mundial. Y además, está permanentemente en contacto con profesionales de ese país nórdico que genera tanto interés por estas latitudes últimamente (basta con mirar el éxito de las series de Netflix con esa temática).
Es así que Cetrángolo se puso a estudiar cómo hizo este pequeño país de casi 6 millones de habitantes para pagar su deuda con la Unión Soviética tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
“Finlandia libró su propia guerra con Rusia y cuando perdió, se le impuso una indemnización durísima. Finlandia no tenía dinero, pero a los rusos no les interesaba el dinero, ellos querían barcos rompehielos, maquinarias agrícolas para sus granjas, y otros bienes de capital”, explicó.
Así fue como Finlandia, un país agrícola, se reconvirtió con la ayuda de Rusia para poder pagar su deuda. “Fueron años durísimos, cuando fui la primera vez a Finlandia en 1985 alguna gente me hablaba de la austeridad de esos años”, señaló.
“El Gobierno finlandés armó una agencia de promoción industrial, que a su vez estaba monitoreada por los rusos, así fueron saldando su deuda”, explicó Cetrángolo.
¿Qué fue lo mejor para Finlandia? Que una vez que se sacó esa deuda de encima, le quedó a su aparato productivo una base industrial y de conocimiento espectacular para proyectarse entre los países más avanzados. Una economía que generó luego multinacionales como Nokia, por citar a una de las más conocidas.
“El problema de la Argentina es que si negocia su deuda con éxito, lo más probable es que vuelva al mismo ciclo. Es decir, empiezan a entrar los dólares nuevamente, de manera especulativa al principio para aprovechar las tasas de interés en pesos. Cómo entran dólares, el tipo de cambio baja”, explica el experto.
“Es lo que sucede siempre, los gobiernos, cualquiera sea el color político, quieren que el dólar esté barato, porque eso genera un efecto riqueza por un tiempo. Entonces todo el mundo empieza a viajar, se va a Miami, a Brasil a Europa. Se incentiva el consumo, hasta que viene la siguiente crisis cambiaria y hay una devaluación”, señaló. Casi describiendo lo que sucedió en el segundo tramo del Gobierno de Macri y también ahora.
“Después vienen los cepos, y eventualmente una nueva renegociación de la deuda o el default, llegado el caso”, señaló.
Y es cierto, algo así sucedió con Alfonsín (devaluación e hiperinflación), Menem (Plan Bonex, Plan Brady, renegociación de la deuda), De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner (default y renegociación exitosa en 2005) y ahora con Macri-Alberto Fernández.
¿Cuál es la ventaja para la Argentina de una solución a la finlandesa?
“La Argentina tiene capacidades productivas que están dormidas, tiene pymes metalmecánicas, empresas vinculadas al conocimiento que por ejemplo, dieron surgimiento a los unicornios, tiene mucha capacidad técnica pero no desarrollada”, explica Cetrángolo.
“El mundo necesita de esas capacidades. La Argentina podría pagar su deuda externa con producción. Y la gran ventaja es que eso generaría mucho trabajo, que es lo que se necesita ahora”, señaló.
“La contra es que por un tiempo no tendríamos ese boom del consumo o esa fiesta del dólar barato para viajar por el mundo, habrá que vivir con más austeridad, pero con más trabajo, y al final de todo, tendremos un país libre de deudas y con capacidades productivas de pie”, detalló.
Cetrángolo deja su propuesta para el debate público. Porque además, deja pensando sobre el futuro de un país, aún cuando pueda cerrar sus acreencias con los bonistas.
¿Qué sucederá el día de mañana cuando, transcurridos los 2 o 3 años de gracia, haya que empezar a pagar?
¿Cuándo saldrá la Argentina de su círculo vicioso para empezar a desarrollar un potencial productivo que incluya a todos?
La propuesta es muy interesante, Alsogaray decía que había que aplicar todo lo recaudado por la venta de las empresas de servicios al pago de la deuda eterna, Es prácticamente lo mismo. Pero hay una gran dificultad. Finlandia pago en especie porque el acreedor era un país, Rusia, mientras que nosotros le debemos a personas físicas