Las cinco tendencias que están transformando al mundo
Los líderes mundiales comienzan a repensar el lugar de sus empresas en el mundo, más allá de su cartera actual de negocios y productos para determinar qué valor creará su organización y para quién.
PwC que ya en 2013 había analizado en su estudio llamado “¿What’s driving the future?”, marcando las 5 tendencias de alcance global y a largo plazo que afectaría al mundo, transformándolo rápidamente aún más de lo previsto, hoy vuelve a examinar esos hallazgos. Todo ello para comprender cómo ha cambiado el mundo y qué futuro se puede crear en 2030, además de los desafíos a los que se enfrenta la humanidad.
Las cinco tendencias que pudo identificar la firma son:
- Cambio climático
La humanidad está en búsqueda de reducir las emisiones de carbono, los niveles en la atmósfera están empeorando y las temperaturas, así como los fenómenos metereológicos se vuelven extremos y frecuentes. Las consecuencias de ello consecuencias pueden resumirse en pérdida de hogares, aumento del costo de vida y riesgos sanitarios. Las empresas deberán enfrentar los efectos negativos, tales como la inseguridad de los recursos y el aumento de los costos, la interrupción de la cadena de suministro. Por lo que deberán invertir en tecnología climática. Los estados tendrán crisis financieras, amenazas para la seguridad alimentaria mundial y las exportaciones agrícolas, migración masiva y nuevas dependencias económicas.
El mundo reconoce la gravedad de la crisis climática y aumenta la producción de energía renovable. Cada vez más organizaciones buscan compromisos de emisión cero. Pero la transición a una economía neutra de carbono no es sencilla, es una carrera contrarreloj.
- Disrupción tecnológica
La tecnología cambió nuestra manera de relacionarnos en el mundo y la manera en que entendemos la humanidad. Por un lado, hay una gran creación de valor y por otro, hay consecuencias que son cada vez más complejas de mitigar.
“Si bien la tecnología está produciendo un impacto positivo en todos los niveles de la sociedad y desempeñará un papel fundamental en la solución de algunos de los desafíos a los que se enfrenta el mundo, si no se presta la debida atención a estas consecuencias antes de que aparezcan, hay altas probabilidades que las implicancias negativas de la tecnología superen a las positivas”, comenta Martín Barbafina, de PwC Argentina.
Frente a estos cambios, los individuos deben aumentar sus capacidades de manera que se esperan las interrupciones masivas de trabajo, pérdida de privacidad, aumento de la desinformación y crecientes problemas de salud mental. En las organizaciones, en tanto, habrá diferenciación competitiva, concentración de poder, desajuste entre competencias necesarias y disponibles, aumento del riesgo cibernético. Los estados enfrentarán presiones para mitigar las consecuencias imprevistas de la tecnología, cambio de dependencia económica entre otras.
- Cambios demográficos
La edad promedio está aumentando en todo el mundo, en cada país a un ritmo diferente, esto provoca una ruptura de los sistemas de seguridad social y falta de fuerza de trabajo en áreas críticas. Algunos países enfrentan altos niveles de desempleo, debilitamiento de la economía debido a la migración de ciudadanos y presión sobre las redes de contención social.
Ante esto, las empresas deben manejar estos cambios en los patrones de consumo, conflictos en los trabajos, muchas veces con falta de personal calificado. Los estados enfrentarán la migración masiva, polarización social, falla de sistemas de bienestar y erosión en la base impositiva. Para mitigar esto, se necesita una migración justa. Los países con un promedio de edad bajo, deberán centrarse en economías locales prósperas, por lo que necesitan ayuda de las economías sólidas.
- Mundo fracturado
A medida que los estados compiten el mundo se fractura y se vuelve multimodal. El resto de los países se alinea, algunos actúan como desestabilizadores. En respuesta, cada vez más los países miran hacia adentro, en búsqueda de la resiliencia nacional y a su futura localización.
La disminución de la seguridad debido a los conflictos, agudizan las preocupaciones locales, pérdida de libertades y aumento de las violaciones a los derechos humanos, son las consecuencias para los ciudadanos. Las empresas tendrán dificultad para hacer negocios en un mundo con normas y reglamentos contradictorios, mientras que en el interior de sus países aumentan los conflictos internacionales, la inseguridad y la migración, donde regiones serán desestabilizadas por el auge de agentes subnacionales.
Para evitar esto, las naciones deben trabajar juntas para desarrollar una nueva base de colaboración internacional, para rediseñar o crear mecanismos multilaterales que correspondan a un mundo en evolución.
- Inestabilidad social
“En los últimos años, las cuestiones sociales han pasado a ser prioritarias fruto del incremento de la disparidad económica, de la polarización social y política y de la creciente falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones. Si nos adelantamos a estos problemas y se toma la delantera sobre cómo hacer negocios de forma positiva, las empresas no sólo ejercitarán su conciencia moral, sino que también obtendrán niveles récord de beneficios”, afirma Barbafina.
La presión resultante de la polarización social y económica, los trastornos demográficos y la erosión de la confianza traen como consecuencia un mayor malestar social. En este contexto, las posibilidades de movilidad ascendente disminuyen, aumentando el descontento. Las empresas deben conciliar necesidades divergentes dentro de su staff y tienen mayor responsabilidad para atender las necesidades de los empleados, mientras que en los países se erosiona la clase media, aumentando la pobreza mundial, el riesgo real de inestabilidad política por el deterioro de las instituciones y el aumento del escepticismo.
Cada una de estas tendencias son difíciles de abordar y agudiza los desafíos sociales a los que se enfrenta el mundo y los desafíos que traen consigo. Los líderes corporativos deben empezar a reimaginar su empresa en el mundo más allá de su cartera de negocios actual, muchas veces esta reinversión implica decisiones difíciles sobre lo que hace y lo que no.