Las tabacaleras se pelean por un impuesto
La llegada de un nuevo jugador internacional convulsionó el mercado tabacalero argentino. Unos días después de que la firma local Tabacalera Sarandí anunciara una alianza con la multinacional Imperial Tobacco, sus competidores en el país denunciaron un cambio en las reglas de juego que “beneficia a quienes no pagan todos los impuestos “.
La Cámara de la Industria del Tabaco -liderada por las empresas Massalin Particulares y BAT, filiales de Philip Morris International y British American Tobacco- alertó que Sarandí no puede ser considerada una empresa pyme -y por lo tanto quedar excluida del llamado “impuesto mínimo” que rige para las compañías más grandes- a partir del acuerdo que acaba de cerrar con Imperial Tobacco (la dueña de las marcas West y Gauloises, entre otras).
“Hoy [Sarandí] tiene casi 15% del mercado y, de manera contradictoria, sigue esgrimiendo su condición de pyme ante los tribunales, cuando, al mismo tiempo, anuncia asociarse con una empresa multinacional que cotiza en la Bolsa de Londres y factura, según lo comunicado por los medios, 40.000 millones de dólares anuales”.
En Sarandí -que es la dueña de la marca de cigarrillos Red Point- sostienen que si se aplica para todas las empresas el impuesto mínimo, las multinacionales terminarían monopolizando el mercado del tabaco. “Esas medidas impositivas solo alivian la carga fiscal a los cigarrillos de mayor precio, otorgando condiciones preferenciales a las dos grandes empresas hegemónicas en detrimento y claro perjuicio de las empresas nacionales, que venden productos a precios más bajos”, señaló la empresa argentina controlada por el grupo Madero Sur.
El régimen de impuesto mínimo, aprobado por una ley nacional en diciembre pasado, establece un valor mínimo por paquete tomando en cuenta los cinco gravámenes que pesan sobre los cigarrillos y que hacen que la presión impositiva alcance al 70% del precio. El monto se actualiza cuatro veces al año y en la actualidad asciende a 32,48 pesos por paquete de 20 cigarrillos.
Fuente LaNación