Finalmente, la convención del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) decidió ratificar lo decidido por el Directorio. Es decir, el partido más grande de la oposición rechazó la enmienda constitucional que posibilite la reelección y aprueba la alianza con un liberal a la cabeza de la chapa presidencial.

Luego de un comienzo tumultuoso que dejo varios heridos. La moción de la Alianza obtuvo la 319 de los votos de los convencionales. Mientras que moción de la Concertación que aportaba a una reforma constitucional que permita la candidatura de Fernando Lugo solo consiguió 235.

A pesar de que los llanistas -disidentes liberales- atropellaron de manera violenta la sede de la convención, con sillazos, botellazos y golpes de puño, la reunión se pudo realizar en medio de una polarización pocas veces vista en el segundo partido más grande del país.

Como era de esperarse, el punto más importante fue el de establecer una alianza o una concertación. La primera figura es afín a la línea oficialista del partido, que además está en contra de la enmienda constitucional que posibilite la reelección presidencial, mientras que la segunda es la defendida por la disidencia liberal, que pretende un acuerdo con partidos y movimientos sociales con el ex presidente de la República Fernando Lugo a la cabeza.

Tras casi cinco horas de votación en medio de gritos y silbidos de ambos bandos, se impuso la opción de la alianza durante el voto de los convencionales del departamento de Ñeembucú, consiguiendo los 278 votos necesarios para asegurar la mayoría propia.

La propuesta también contempla inhabilitar por el periodo de diez años a los legisladores liberales que voten a favor de la enmienda y ordena a los parlamentarios azules a no hacer el quórum correspondiente en ambas cámaras del Congreso en caso de tratarse el cambio constitucional en el Congreso.

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