Mano a mano con Vanoli: “Massa tiene equilibrio emocional para abrirse a lo diverso”
“Hubieran traído un místico”, ironizó apenas comenzó su exposición en el cierre de la primera jornada del Congreso Inmobiliario de las Misiones. Alejandro Vanoli fue la figura estelar del primer día de análisis al que le puso su mirada sobre el contexto económico nacional y regional. Pese a la crisis y la incertidumbre, hay elementos que permiten avizorar un futuro cercano mucho más equilibrado y con mejor clima de negocios.
En un mano a mano con Economis, el ex presidente del Banco Central dio su mirada sobre el escenario político, de cara a la segunda vuelta que enfrentará a Sergio Massa con Javier Milei y consideró que el actual ministro de Economía tiene el “equilibrio emocional” necesario para asumir la nueva etapa, que será, consideró, un cuarto ciclo de la democracia recuperada hace 40 años.
Estamos en un momento de definiciones… Me gustaría conocer su opinión sobre estas dos propuestas que están enfrentadas de cara a la segunda vuelta…
Apoyo la postulación de Sergio Massa y creo que es el mejor candidato para la Argentina porque tiene experiencia, porque está buscando articular consensos y creo que es plenamente consciente de que es necesario poner a unos y otros en una mesa, para hacer los cambios que hay que hacer en la Argentina. Implica discutir todo, pero desde no excluir a nadie y terminar con la grieta.
Y del otro lado, ¿qué ve? Porque hay dos propuestas muy encontradas…
Creo que la propuesta de La Libertad Avanza, tiene un alto grado de confrontación y generación de condiciones de alta inestabilidad. Dolarizar implicaría, como vimos, una muestra gratis en estas semanas, cuando parecía que estaba en mejores condiciones para ganar las elecciones, una suba del dólar que genera condiciones de inflación. Creo que esto electoralmente parecía beneficiarlo, pero claramente es muy negativo para la Argentina. Por otro lado, propuestas que también me parece que son muy negativas. La eliminación del Banco Central, algo que en ningún lugar del mundo existe y creo que es necesario, no solo para hacer una política monetaria y cambiaria, sino para controlar el sistema financiero. Creo que uno puede discutir si el Banco Central trabaja mal, o trabaja bien, o cómo debería trabajar, pero no que no debe existir. Entonces, creo que son propuestas muy radicales, que no se implementan en el mundo, que generarían inestabilidad. Y que, en todo caso puede ser un buen canto de sirena para gente que esté muy enojada o muy desesperada por esta situación crítica que estamos viviendo, pero creo que no se aplican prácticamente en ningún país importante, incluso en desarrollo, que conozcamos y que sería muy negativo.
Habló de un cambio de época, más allá de quién gane, ¿Un cambio de época necesario e inevitable para la Argentina?
Yo creo que sí. Me parece que vivimos una situación muy crítica estos años, que hay un claro enojo con el sistema político, que hay situaciones que tienen que ver con enfermedades estructurales de la economía y no solo de la coyuntura, que son un toque de atención muy grande. Que hay una pobreza y cuestiones estructurales e institucionales que requieren una mirada nueva e integradora. Creo que uno de los principales problemas en Argentina son los vaivenes violentos. Esto que describía, el péndulo. Me parece que hace falta que se sienten los distintos actores sobre la mesa, no solamente los distintos sectores políticos, hablo del peronismo, el radicalismo, el socialismo, también sectores liberales que puedan ponerse de acuerdo en cuestiones políticas de Estado básicas, la inserción internacional, la moneda, el sistema impositivo. Por lo menos dentro de un marco de referencia. Creo que eso es esencial y yo creo que Massa está dispuesto a hacerlo y me parece que es una oportunidad para hacer las cosas de manera diferente. Creo que vamos a vivir un tercer ciclo. El primer ciclo fue la apertura democrática y que derivó en la hiperinflación. La segunda fue la Convertibilidad con su crisis de 2001. Y, este tercer período que vivimos, que son estos últimos 20 años con sus luces y sombras, donde se generó una grieta con responsabilidades de todos. Creo que este es un cuarto tiempo que genera una integración, una síntesis y una madurez del sistema democrático después de 40 años, que abre una oportunidad de buscar soluciones que integren a todos los sectores.
Evidentemente se vienen meses de reformas, se vienen meses de ajuste de determinadas variables. Pero la buena noticia es que si se lanza un plan económico y se ve que hay consenso sobre políticas de Estado, esos meses de volatilidad y de cimbronazos van a ser cortos, y lo fundamental es que se vea un horizonte de salida. Y, donde la gente pueda confiar, sea productor, sea consumidor, sea inversor inmobiliario, sea un inquilino, que su economía en el futuro va a ser más predecible y ordenada. Y, todos puedan. no solo vivir en paz que es necesario, sino poder de alguna manera hacer cálculos y estimaciones económicas para ver dónde está parado y qué decisiones tomar.
Más allá de que estamos en un escenario incierto en este momento, y hay nubarrones por todos lados, usted mencionó que las cosas no están tan complicadas, que hay cuestiones que pueden ser salidas rápidas a la crisis…
Yo digo porque a veces cuando uno mira niveles de déficit fiscal o de sector externo, hay países que tienen desequilibrios mucho más grandes. El tema es que no tenemos moneda prácticamente, no tenemos crédito y tenemos una profunda desconfianza. Creo, que sí se pueden generar condiciones de credibilidad y cambia el clima político, esos problemas que hay se solucionan. Sí creo que hay un problema, que es la pobreza. Creo que el problema social para quien lo vive y para los argentinos es un problema. Pero me parece que está todo dado para que eso se pueda resolver, incluido el tema de la pobreza. Porque Argentina no es un país sin recursos, no es un país de África u otros países donde hay condiciones estructurales, me parece que están los recursos naturales, que hay riqueza, se trata de ordenar el sistema económico y generar un marco institucional y político que dé credibilidad y que genere las políticas adecuadas para resolver esos problemas serios que tienen solución.
El ejemplo de Misiones. Para el director de la consultora Synthesis Argentina, Misiones es un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden transformar la realidad si se mantienen en el tiempo.
Usted hablaba mucho al final de la potencialidad de Misiones…
Creo que Misiones ha tenido políticas de Estado en estos últimos 20 y pico de años, y está enclavada en un lugar geopolítico central. Desde mi perspectiva y afortunadamente, la visión que hay, desde gran parte del sistema político y que va a tener Massa, es de potencialidad del Mercosur, junto a Uruguay, junto a Paraguay, junto a Brasil, con gobiernos de diferente signo político. Creo que todos están de acuerdo en que hace falta más integración fuera de discutir los detalles. En una economía más integrada, donde esa integración es comercial pero es productiva, donde hay más integración de infraestructura física y de energía, naturalmente, las provincias limítrofes y Misiones que está encerrada o abierta como un puente entre Argentina, Paraguay y Brasil, es un lugar clave. Y por eso, mencioné la Zona Franca, creo que sería una puerta de entrada fundamental para generar oportunidades de comercio y también que se localicen emprendimientos productivos y se genere una mayor infraestructura de tipo comercial, de tipo turística, que creo que todavía hay enormes oportunidades para hacer. Como se hizo, por supuesto con la Costanera, con los emprendimientos inmobiliarios, con algunos emprendimientos productivos ligados a los recursos naturales. Me parece que la potencialidad que tiene trabajar sobre cómo apalancarse, sobre toda la riqueza material que tiene Misiones, genera oportunidades altísimas para dar valor agregado, para agregar logística, para agregar mayor calidad y ser verdaderamente un puente para mayores exportaciones, no solamente dentro de la región, sino al resto del mundo. Veo una Misiones o veo un Nordeste, que genere una zona económica con Paraguay, con Brasil, y que en conjunto desarrolle, como ha hecho Europa, como han hecho otros países, políticas regionales para ser más competitivos con el mundo.
Más allá del gusto personal, ¿cree que está decidida la elección?
Creo que el pueblo tiene que decidir. Pero, me parece a mí que dada la diferencia de la primera vuelta y un poco los posicionamientos de los distintos actores, creo que hay una mirada, me parece a mí, bastante unánime de que, por un lado, hay alguien que se hizo cargo en un momento difícil y que tiene experiencia de gobierno, que tiene equilibrio emocional para abrirse a lo diverso. Y como, para plantear un cambio de política que no sea desde la confrontación, sino que sea generar los consensos necesarios para evitar estas frustraciones de que alguien prevalece y se queda con una mayoría circunstancial, pero en cuatro años después pierde y genera el movimiento contrario. Pase lo que pase en el resultado electoral, hay condiciones para que todos se sientan incluidos.
Vanoli consideró que están dadas las condiciones para armar una mesa política de unidad nacional, como pretende Massa. “Creo que (Roberto) Lavagna no va a ser el ministro de Economía, pero seguro va a ser un hombre clave de consejo. Por ahí, en un consejo económico y social, por ahí en un tema de concertación. Pero, Massa ha dicho de que va a abrir su equipo de gobierno, su gabinete a sectores distintos. Así que me parece probable que busque una figura que, por ahí, o si no es en el Ministerio de Economía, en otro ministerio clave del área económica, que no sea del Partido Justicialista, que no sea del oficialismo. Pero, precisamente puede ser la llave para generar esos necesarios consensos parlamentarios”.