Más de cinco mil jóvenes misioneros podrían perder la beca Progresar
Tras los cambios anunciados por el presidente Mauricio Macri, más de cinco mil jóvenes misioneros podrían quedarse sin la becas Progresar ya que están destinadas únicamente a estudiantes de instituciones públicas.
Misiones tiene una geografía particular, donde las instituciones públicas sólo están concentradas en las principales ciudades, pero hay muchas privadas –como las Escuelas de la Familia Agrícola- que albergan estudiantes becados que ahora corren riesgo.
La ministra de Educación, Ivonne Aquino ya elevó el reclamo al Consejo Federal, pero hasta ahora no hubo una respuesta positiva al planteo misionero.
“En principio estamos viendo que por lo menos se mantengan los que están, como una renovación de la beca. La otra propuesta es que se incluyan las ofertas educativas de gestión privada, al menos aquellas que no tenemos en la gestión estatal”, explicó Aquino a Economis.
Los estudiantes de instituciones privadas con becas Progresar en Misiones son 5363, que asisten a 102 colegios o terciarios. Pero en total, el universo de jóvenes, de 18 a 24 años, que fueron becados para continuar con los estudios y llegaron a una totalidad de 44.197, con un impacto económico anual de 330.452.100 millones de pesos.
En principio, todos los estudiantes deben volver a inscribirse para sostener el beneficio.
Macri decidió la transferencia del programa Progresar de la órbita del ANSES al Ministerio de Educación y su transformación en un programa de becas que incentivará las carreras duras y los promedios altos.
La cantidad de casos dentro del programa Progresar se ha mantenido estable. En 2015 alcanzaron los 724.439 casos, en 2016 fueron 816.006 y en 2017 sumaron 737.300, señala un estudio del Centro de Economía Política de la Argentina.
El Plan Progresar perdió el 52% de su valor entre abril de 2015 y diciembre de 2017, período en el cual no se actualizó su valor.
En términos de acceso, el Plan deja de ser universal y se ajusta al presupuesto previsto y la limitación en cuanto a la renovación, que deja de ser automática y pasa a exigir un trámite adicional.
En términos de equidad, el programa cambia drásticamente de ser un derecho con la finalidad de equiparar el acceso a la educación de los jóvenes de menores ingresos a un programa meritocrático atado al rendimiento académico.
Para mantener las mismas becas con los aumentos previstos por el Gobierno para cada beca es necesario disponer de $17.320 millones aproximadamente. Pero se prevé sólo $10.000 millones. El ajuste será entonces de al menos de $7.320 millones.
En la práctica, ese ajuste se vincula a la reducción de 12 a 10 la cantidad de cuotas ($2.580 millones) y en la cantidad de becas ($4.740). Esto representa un recorte de casi 380.000 becas al valor de la actualización ($1.250). El propio Gobierno estimó ese recorte en 362.000 becas.
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