Milei echó a Diana Mondino y designó a Gerardo Werthein como nuevo canciller
Fue en una sesión en la que se debatió levantar el embargo de Estados Unidos a la dictadura que conduce Miguel Díaz-Canel. Argentina votó en contra de EEUU e Israel, los dos principales aliados de la Casa Rosada
El Gobierno echó a Mondino y designó a Gerardo Werthein como nuevo canciller. Así lo dispuso Javier Milei después de que Argentina votara en la ONU en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba.
Javier Milei echó a la canciller Diana Mondino porque Argentina votó a favor de levantar el embargo de EEUU a Cuba en la ONU
- La Asamblea General de la ONU aprobó una resolución contra el embargo de EE.UU. a Cuba con el apoyo de 187 países.
- Argentina se sumó al respaldo global, votando a favor del fin de las sanciones económicas impuestas hace 62 años.
- La resolución no es vinculante, pero subraya el amplio rechazo internacional hacia la política de EE.UU.
Lo esencial: Argentina se unió a los 187 países que, en la Asamblea General de la ONU, votaron a favor de una resolución que pide el fin del embargo de Estados Unidos a Cuba. La delegación argentina se sumó al apoyo casi unánime a la isla, en contraste con los votos en contra de EE.UU. e Israel y la abstención de Moldavia. La resolución, que no es de cumplimiento obligatorio, critica el impacto “inhumano” de las sanciones y apela al respeto por la soberanía y el derecho a un desarrollo económico independiente. El embargo fue denunciado por limitar seriamente el acceso de Cuba a alimentos, medicinas y energía.
El Presidente decidió echar a Mondino luego de que la Canciller votara en contra de Estados Unidos e Israel, los dos principales aliados internacionales del Gobierno, en la asamblea de la ONU en la que se debatió levantar el embargo de EEUU contra la dictadura de Cuba.
En estos momentos, en Casa Rosada, el equipo del Presidente está definiendo quién será el reemplazante de la ex ministra de Relaciones Exteriores.
Con 187 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel) y 1 abstención (Moldavia), la resolución reitera la “necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero” que EE.UU. mantiene sobre la isla por más de seis décadas. Aunque esta resolución no es vinculante, su objetivo es subrayar el impacto de estas sanciones sobre la economía cubana.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, se dirigió a la Asamblea General antes de la votación, criticando duramente la postura de la administración de Joe Biden, quien, según él, “dejó intacto el régimen coercitivo de su predecesor”, Donald Trump, a pesar de las consecuencias humanitarias y económicas adversas para Cuba. Rodríguez Parrilla describió las sanciones como “medidas inhumanas” y “una guerra económica extrema”, y afirmó que buscan intimidar a otros países que defienden su soberanía.
Durante la sesión, el representante de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, manifestó su apoyo a Cuba, al calificar el embargo de “amenaza al multilateralismo” y acusó a EE.UU. de utilizar las sanciones como “un método para obtener objetivos nacionales mezquinos”.
El respaldo de la comunidad internacional a la causa cubana fue prácticamente el mismo que en la votación de 2023, aunque Ucrania, que se abstuvo entonces, optó por no participar esta vez. En respaldo de la resolución, la ONU presentó un informe exhaustivo que reúne objeciones al embargo de más de 180 países y 35 instituciones internacionales, entre ellas la OMS, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos.
Las primeras sanciones estadounidenses a Cuba datan de 1959, y el embargo fue formalizado en 1962 bajo el mandato de John F. Kennedy. Posteriormente, se reforzó con leyes como la Helms-Burton en 1996 y con las 240 medidas adicionales que implementó Trump entre 2017 y 2021, las cuales la administración Biden apenas modificó. Cuba sigue enfrentando una grave escasez de alimentos, medicinas y combustible, además de apagones diarios y un deterioro de sus servicios estatales.
Según un informe cubano, el impacto económico del embargo en el último año fue de aproximadamente 5,056 millones de dólares, aunque el gobierno de la isla no ha detallado cómo calcula estas cifras.