Misiones, una de las provincias más pujantes de la Argentina
Escribe Alejandro Pegoraro, director de la Consultora Politikon Chaco, exclusivo para Economis. Más de 600 empleos nuevos en octubre, 5.948 en el acumulado del 2022 y 11.261 más respecto a la prepandemia. Además, solo faltan 253 nuevos empleos para superar el techo histórico que tiene la provincia, observado en 2015.
Este significativo crecimiento del empleo de calidad en Misiones no es otra cosa que el resultado de un proceso expansivo de la economía local que muestra su mejor cara en los últimos tres años, periodo que haya sido quizás uno de los más difícil de la última década, que combinó arrastres de una importante recesión, una pandemia y una guerra con impactos locales.
En esta nota de Economis poníamos números a algo que sabíamos que ocurría, pero no estaba todavía del todo cuantificado. El análisis integral de las principales variables de la economía en las provincias argentinas nos mostró que Misiones estaba entre las que tuvo un proceso de recuperación primero y crecimiento después, luego del fuerte golpe que produjo la pandemia. Sin embargo, no había medida alguna que nos permita ponerle una cifra exacta a ese crecimiento, por falta de actualización de datos vinculados a los productos geográficos provinciales, una falencia del sistema estadístico argentino desde hace varios años.
Pero a partir de un muy buen trabajo realizado en conjunto por el Ministerio de Economía nacional junto a CEPAL, se logra corroborar con datos precisos lo que era casi una obviedad en el sentir analítico: Misiones es la provincia con el segundo mayor crecimiento de su economía tras la pandemia sólo por debajo de Neuquén, que apoyó su crecimiento en Vaca Muerta y todo lo que moviliza ese sector. Misiones, en cambio, no tuvo un sector o actividad que explique por sí sola el crecimiento de su producto, pero sostuvo su expansión en una serie de sectores que son fundamentales para la economía local y en algunas otras que empiezan a ser actores cada día más protagonistas.
Un dato que no debe dejarse pasar por alto está en lo relativo a la industria manufacturera y al comercio: ambos sectores muestran alzas por encima del nivel general provincial, situación que evidencia dos aspectos fundamentales. Por un lado, el incremento en la capacidad productiva de la industria local (tanto en aquellas consolidadas como en las emergentes); por otro, el fortalecimiento del consumo a partir de una mejora integral de la actividad que produce los mecanismos necesarios para que la ciudadanía acceda a una canasta de bienes más amplia.
La industria y el comercio no son solo los dos sectores con mayor participación en el producto misionero (concentran casi el 33%) sino que además son los dos sectores más empleadores en el mercado privado formal (explican el 40% de los asalariados misioneros de ese segmento). La expansión de la actividad impacta en la creación de empleo. Simple, pero determinante.
En el NEA, el comportamiento misionero tuvo una alta diferenciación respecto a las provincias vecinas. En el 2020, año de fuertes contracciones producto de la pandemia, la economía misionera fue la que mejor logró sostenerse: si bien su producto cayó 4,4% respecto 2019, fue la menor baja no solo del NEA, sino del todo el país. Todo lo que en aquella oportunidad evaluábamos (política sanitaria adelantada, sostenimiento de una buena parte de la actividad económica y restricciones menores de acuerdo a una menor tasa de casos positivos de Covid, sumado a un cierre de fronteras beneficioso para una buena parte de la provincia) se verifica ahora con este dato puntual.
Pero además, Misiones ya entraba a un inesperado 2020 menos golpeada que el resto: la fuerte recesión del 2019 impactó a todas las provincias, pero en la tierra colorada la caída del producto de ese año fue de 2,4%, nuevamente la menor en el NEA, a partir de sostenidos esfuerzos locales que intentaban paliar las pálidas del escenario nacional.
De esa forma, Misiones entonces llegó al año 2021 con un nivel de sostenimiento de su actividad mucho más marcado que las provincias de la región: aun habiendo observado caídas, fueron menores y eso le permitió a la provincia posicionarse de una manera más fuerte de cara al 2021. Haber tenido un punto de partida distinto no fue en vano: en 2021, el crecimiento del producto misionero fue del 11,8%, el más alto de la región y muy por encima del promedio del NEA (9,2%).
Así, Misiones consolida tres años siendo la provincia más relevante del NEA en cuanto a su desempeño.
Falta mucho para que conozcamos las conclusiones respecto al 2022 (podremos tener esos datos recién entre noviembre y diciembre de este 2023), pero así como todo el análisis realizado entre 2019 y 2021 respecto a la expansión de la economía misionera fue luego verificada con estos datos, podemos entonces esperar que la senda continúe por ese nivel.
Si bien en 2022 no veremos un crecimiento de doble dígito como fue en 2021, producto de un importante cambio en la base comparativa y considerando las dificultades que hubo ese año producto sobre todo de un enfriamiento de la economía sobre la segunda mitad del año y el avance de la inflación, el producto misionero seguirá su tendencia alcista y ratificará seguramente el perfil mostrado en los últimos años: es una de las provincias más pujantes de la Argentina.