Por Fabian Bautista – La marca andresiteña fue premiada por tercera vez. Se trata del premio, que se entrega desde el año 2006, y que tiene como objetivo reconocer a los emprendedores que elaboran productos con identidad territorial. Según su presidente, es el resultado del trabajo de todos.

La marca misionera que fue elegida en el concurso Experiencias del Sabor en el marco de la 17° edición de la megafiesta Caminos y Sabores, realizada entre el 6 y 9 de julio en la Rural de Palermo. Con esta, suma 3 estrellas en los últimos 4 certámenes (2018-2022-2023).

La elección se realiza mediante un sistema de cata a ciegas, en la que participan 80 personas del público asistente. A cada marca se le otorga un número, de modo que el catador no sepa qué producto está probando. Luego, debe calificar a todas las muestras según su agrado.

¿Qué la hace especial?

Juan Carlos Amann, actual presidente de la cooperativa, dijo que desde hace años invierten en capacitación a los agricultores y al personal que trabaja en la cooperativa. Además, según explicó, desde que la hoja verde ingresa al secadero pasa por un riguroso control de calidad en todas las etapas del circuito: Es importante el tipo de hoja que llega, el chip que se usa en el secado, y cada proceso hasta llegar al paquete. 

Para Amann, lo que garantiza la calidad es que todo el proceso se lleva a cabo en la misma planta: secado, estacionamiento, molienda y empaquetado. No se utiliza yerba de otros secaderos, lo que permite tener un producto homogéneo y que su excelencia perdure en el tiempo. 

Más allá de eso, “lo que hace especial a la yerba Andresito es su valor humano; el premio es el resultado del trabajo de todas las familias que integran la cadena productiva”, manifestó.

¿Cómo empezó todo?

La marca es producida por la Cooperativa Yerbatera Andresito. La asamblea constitutiva se llevó a cabo en agosto de 1983 ante la presencia de 92 productores.

Cuando uno de sus socios fundadores Daniel Otto escribió el libro autobiográfico titulado “Cien años viviendo en el paraíso” (1912-2012) aún no habían sido coronados con este premio a nivel nacional. Pero al ver el pujante crecimiento del proyecto destacó: “el esfuerzo no fue en vano; tenemos una estructura modelo y entregamos al consumidor de nuestro país y del mundo un producto de primera calidad, que encontró el más alto lugar en la aceptación de los consumidores más exigentes”.

Pedro Kurylo también estuvo desde el comienzo. Contó que para levantar las primeras estructuras “cada socio ponía su granito de arena: Algunos colaboraban con yerba seca o con gasoil y otros con mano de obra”.

Actualmente la cooperativa nuclea a 126 socios y elabora anualmente más de 20 millones de kilos de hoja seca.

De Andresito a todo el país

Desde 1996 cuando empezaron a empaquetar la yerba con marca propia, iniciaron el gran desafío de sacarla al mercado. Ahora ya es posible encontrarla en las góndolas de todas las regiones del país.

La posibilidad de conocer el proceso de producción atrae a cientos de turistas de diferentes lugares del país y del mundo.

Ariel Mansilla y Lorena Salamín, matrimonio docente del Bolsón, Río Negro, manifestaron que “nos atrajo la oportunidad  de vivir la experiencia en primera persona y así poder transmitir a los estudiantes ese conocimiento de forma más práctica”.

Una familia cordobesa que realizaba el mismo recorrido aprovechó para preguntar en qué comercios de su provincia natal pueden conseguir la yerba

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