Otras 44 muertes y 2.590 contagios, mientras autoridades instan a cumplir las restricciones
Otras 44 personas murieron y 2.590 fueron diagnosticadas con coronavirus en las últimas 24 horas en la Argentina, mientras que el ministro de Salud, Gines González Garcia, dijo que la posibilidad de una mayor flexibilización del aislamiento después del 17 de julio depende de “hacer bien las cosas”.
“Hoy es difícil decir qué va a pasar, pero acepto la teoría optimista para que entendamos que esto no es eterno”, sostuvo el funcionario.
En tanto, con los números informados esta noche, la cantidad de fallecidos desde la llegada al país de la pandemia asciende a 1.481 y la de infectados a 75.376 personas.
La cartera sanitaria destacó que, al día de hoy, son 637 los internados en unidades de terapia intensiva en todo el paìs, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 51,5% en el país y del 57,7% en la Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).
Del total de casos registrados hoy, 1.517 correspondieron a la provincia de Buenos Aires y 899 a la Ciudad de Buenos Aires, área donde se concentra más del 90% de los contagios de todo el país.
Por su parte, el ministro González García afirmó que el Gobierno sabe “las dificultades y los sacrificios de los argentinos” y entiende que “hay que volver a la normalidad lo antes posible, pero remarcó que, “sin la colaboración de la gente, nada de esto sirve”.
“Muchos países hicieron lo mismo y no tuvieron colaboración, y no les fue bien”, aseveró el funcionario en una entrevista que brindó esta mañana a radio Mitre.
En ese sentido, destacó que las medidas adoptadas por el presidente Alberto Fernández ubican a la Argentina como uno de los países con menor cantidad de muertes de la región y agregó: “Hoy nos va mejor que a la mayoría”.
“Yo entiendo que es mucho tiempo, que hay cansancio y necesidades”, indicó el funcionario y añadió que se trata de una medida del Ejecutivo para proteger a la sociedad.
En tanto, un especialista consultado por Télam opinó que dos semanas de aislamiento estricto son insuficientes para bajar a centenas los nuevos casos diarios de coronavirus (actualmente en torno a 2.800), lo que representaría una cantidad razonable para realizar un rastreo de contactos eficiente que permita controlar la pandemia.
“La clave hoy es el rastreo de contactos. Pero para poder hacerlos en forma eficiente necesitamos bajar a centenas los casos nuevos por día, y para llegar a ese objetivo dos semanas de esta fase estricta no van a ser suficientes”, indicó Rodrigo Castro, Investigador del Instituto de Ciencias de la Computación (ICC) y director del Laboratorio de Simulación de Eventos Discretos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
En este sentido, entendió que “tampoco se puede hacer una cuarentena estricta de diez semanas, que sería lo necesario”, con lo cual planteó que es escenario “posible” es el de “fases intermitentes de aislamiento estricto y relajamiento”.
En el plano internacional, la decisión de Cataluña de poner en virtual cuarentena a una región donde viven 200.000 personas en Lérida encendió las alarmas europeas sobre el riesgo de rebrotes de coronavirus, mientras Japón se sumó a las preocupaciones por los repuntes y Estados Unidos sigue rompiendo récords de contagios, en medio de una polémica por un acto masivo convocado por la Casa Blanca para festejar el aniversario de la Independencia.
En España, el Gobierno de la norteña región de Cataluña puso bajo virtual cuarentena a toda la comarca del Segriá, la más poblada de la provincia de Lérida, debido a un gran brote de coronavirus que dejó más de 4.000 positivos, con 356 nuevos en la última semana, y triplicó el número de hospitalizados en los últimos 10 días.
Esa fue la primera orden de confinamiento masivo desde que el 21 de junio pasado se levantara el estado de emergencia que regía en España para contener la enfermedad y se le devolvió el control de la evolución de la pandemia a los 17 gobiernos regionales.
A contramano del encierro que empezó a tener efecto este mediodía en el Segriá, en Barcelona, la icónica basílica de La Sagrada Familia reabrió sus puertas tras cuatro meses de estar cerrada por la pandemia, pero exclusivamente para trabajadores de la salud, en un reconocimiento por el enorme trabajo que hizo el sector.
España, que comenzó este fin de semana las vacaciones de verano con el sistema sanitario en alerta ante los brotes de Covid-19, registró desde el inicio de la pandemia más de 250.000 casos confirmados y 28.000 muertes, pero el confinamiento en todo el país durante tres meses y medio desaceleró el ritmo de propagación del virus.
Entretanto, el Reino Unido reabrió hoy pubs, restaurantes, peluquerías y cines luego de tres meses, en el mayor alivio hasta ahora de las restricciones, pese a que es el tercer país con más muertes por la enfermedad y a que hoy el Gobierno comunicó 624 nuevas infecciones y 67 fallecidos (44.198 en total) en las últimas 24 horas.