El 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson para generar conciencia sobre la enfermedad y unir a las personas afectadas por esta condición. Según la OMS, es una enfermedad que se ha  duplicado en los últimos 25 años.

Vivir con Parkinson es diferente para cada persona. La evolución de la enfermedad o respuesta a los tratamientos y a las terapias rehabilitadoras puede ser distinta para cada una de ellas, lo que hace necesaria una atención personalizada. Esta afección se encuentra típicamente en adultos mayores, y la edad promedio de aparición es de 60 años. Sin embargo, puede ocurrir entre los 30 y 40 años. Se pueden registrar síntomas diversos como temblores o problemas de equilibrio y problemas de salud mental como la depresión.

“La enfermedad de Parkinson es una condición neurodegenerativa del sistema nervioso central cuya principal característica es la muerte progresiva de neuronas en una parte del cerebro, con la consiguiente disminución en la disponibilidad de dopamina en el sistema nervioso central, originándose una disfunción en la regulación de las principales estructuras cerebrales implicadas en el control del movimiento”, explicó la Dra. Daniela Sosa, especialista en neurología de DIM Centros de Salud.

La misma causa síntomas motores, de acuerdo a la OMS, como lentitud de movimientos, temblor, movimientos involuntarios, rigidez, dificultad para andar y pérdida del equilibrio. Entre los síntomas no motores, se encuentran: deterioro cognitivo, trastornos mentales, demencia, trastornos del sueño, dolor y alteraciones sensoriales.

“Hay signos y síntomas de manifestación temprana que pueden ayudar a detectar si se sufre de esta enfermedad. La presencia de más de uno de estos requiere la consulta con un especialista en neurología”, aseguró la profesional. En tal sentido, es clave el interrogatorio y el examen físico exhaustivo realizado por el médico neurólogo. 

“Los estudios complementarios como la tomografía computada, la resonancia magnética y los laboratorios, son importantes para descartar otras patologías que puedan producir síntomas de similares características”, completó la especialista.

No hay cura para la enfermedad de Parkinson, por lo que el tratamiento se basa en dos pilares fundamentales: farmacológico sintomático y no farmacológico, que incluye terapias de rehabilitación. Existe un tratamiento quirúrgico que tiene indicaciones muy concretas y puntuales. La terapia no farmacológica incluye la rehabilitación física y cognitiva realizada de manera continua como parte del tratamiento, es igual de importante que la terapia farmacológica. “El tango trae beneficios a pacientes con Enfermedad de Parkinson, favoreciendo la secuencia de movimientos, entre ellos, el inicio de los mismos, el equilibrio dinámico, la postura erguida, la marcha en retroceso, el cambio de velocidades y el equilibrio estático, mejorando no sólo la parte física, sino tambi&eac ute;n el estado emocional y cognitivo”, afirmó la especialista.

La neuróloga agrega que es importante promover hábitos de vida saludables, cambios en la alimentación, realizar terapia del lenguaje, estimulación cognitiva y fisioterapia. En caso de presentar síntomas, acudir a una consulta con un especialista en neurología. El diagnóstico temprano de esta enfermedad puede ayudar a tener una mejor calidad de vida.

Con el asesoramiento de la Dra. Daniela Sosa

Especialista en neurología de DIM CENTROS DE SALUD

MN: 151795 – MP: 337838

About The Author