Poner en marcha la Innovación Federal

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En los últimos años, Misiones fue una de las provincias que, muchas veces con bajo perfil pero fuerte acción gubernamental, más levantó la bandera del federalismo, reclamando le reconozcan su lugar en el mapa político y económico nacional y mostrando resultados notables con impronta local y lejos de las discusiones centralistas. Por ello, no sorprende que Innovación Federal sea el proyecto presentado por la Renovación para competir en las elecciones nacionales, ya que el mismo representa dos elementos fundamentales del misionerismo vigente: por un lado, la bandera del federalismo; y por otro, el perfil de provincia start-up que se instaló no solo como slogan de gestión, sino como prueba de la orientación que se la da a la misma en torno a la modernización del esquema productivo, económico y social de la provincia. 

El respaldo a Sergio Massa puede ser objeto de debate: es el ministro que ajustó fuertemente las partidas a las provincias, incluyendo Misiones, pero hay detrás una razón que no debe soslayarse. Massa tiene un canal abierto de negociación y una mirada que otros ministros no han tenido hacia la provincia. Aun es corta y no alcanza, pero la apertura de actual ministro es significativa más grande que la que otros titulares de Economía han tenido para con la provincia. 

Un punto clave tiene que ver con los que días atrás se informaba a través de esta nota de Economis donde el ministro de Hacienda provincial informó que el gobernador estaba gestionando ante el ministro de Economía de la Nación la efectivización de transferencias de fondos adeudados a la provincia con destino a comedores escolares provinciales. Los datos suministrados por la cartera económica nacional mostraban, efectivamente, que hasta al 15 de junio de este año Misiones había recibido $ 0 por este concepto mientras que otras en la región, como Chaco, ya se había hecho de $ 700 millones en el mes de mayo, por ejemplo. El anuncio de Safrán, finalmente, se hizo carne: el día viernes 16 de junio el estado nacional envío $ 700 millones a la provincia de Misiones para comedores escolares. La gestión fue no necesaria, sino ya imprescindible para destrabar estos fondos.

Pero así como se celebra el logro, cabe señalar también lo que falta. Tucumán y Chaco, por caso, ya recibieron en lo que va del año unos $ 1.820 millones y $ 2.078 millones, respectivamente, para comedores escolares. 

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La situación de discriminación hacia Misiones no cambió, pero si es cierto que existen respuestas. Por lo menos, la mesa está abierta a la discusión. La zona aduanera especial es otro ejemplo claro: Massa, en aquel momento presidente de la Cámara de Diputados, no solo habilitó la discusión sino que respaldó la incorporación del artículo de creación en el texto final del Presupuesto. Luego, fueron Guzmán y Fernández los que vetaron. Ya en su rol de ministro volvió a mostrar apoyos para su incorporación al Presupuesto 2023 y se está en proceso de reglamentación de la misma, como lo anunció el gobernador Herrera Aguad. Sigue demorándose, es verdad. Pero está hoy en la agenda, lo que no se había logrado antes. 

La incorporación de economías regionales claves para Misiones en el dólar agro fue otro logro que se llegó a partir de las gestiones del gobierno provincial con el ministro. Tarde también, sí. Pero se logró. Existe en la relación Massa-Misiones una armonía que brinda respuestas, muchas veces insuficiente pero, aún con ello, mayores a las que se obtuvo con otros equipos económicos. 

De este modo, Misiones tiene la expectativa de lograr medidas de fondo que el presidente que venga tiene que implementar, necesariamente, en favor de la provincia. ¿Esto significa que Massa sería un buen presidente? Para nada. Se trata de priorizar relaciones que dan frutos. En la incertidumbre reinante respecto a las candidaturas en el espacio oficial, ahora llamada Unión por la Patria, se tomó partido por la figura que podría ser el garante de soluciones. Pero cualquiera sea la persona que termine siendo elegida por la voluntad popular para comandar los destinos del país a partir de diciembre debe tener también una mirada especial hacia una de las provincias más ignoradas por el poder central. 

Pese a un ínfimo nivel de apoyo del Estado nacional, Misiones logró ser la provincia con el segundo mayor incremento de la actividad económica en el país del 2019 a la fecha y, a diferencia de Neuquén que lideró ese ranking, no tiene una Vaca Muerta. Lo que tuvo fue un proceso de fortalecimiento de virtudes locales, potenciación y diversificación de la producción y políticas activas del Estado local. Si Misiones logró ese resultado sin el Estado nacional de socio, las oportunidades de crecimiento teniendo de aliado al poder central son infinitas. 

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En el fondo, ni siquiera se trata de poner a Misiones en el centro de la escena. Se trata, justamente, de aplicar un programa de innovación federal, entendida a este (por mí) como una nueva mirada del federalismo que no se basa únicamente en recursos y visitas protocolares presidenciales. Se trata sí de recursos, pero con criterios técnicos de reparto y que contempla necesidades de inversión y desarrollo. Se trata de aplicar un programa presupuestario que deje de lado la centralidad para explotar potencialidades y posicionar a las provincias a la vanguardia de lo que cada una de ellas ofrece. 

La industrialización del NEA es necesaria para lograr la famosa “reparación histórica” de la región, y allí Misiones es la que marca el camino, pero necesita aun más. El turismo misionero está en niveles récord para los últimos años, pero necesita más. Los servicios especializados de alta calificación, como el desarrollo de la economía del conocimiento, ahora con la academia Gamer, crece a pasos agigantados en la provincia, pero necesita más. 

Infraestructura, sí. Pero también promociones industriales en serio (y no el zafarrancho aplicado en algunas provincias para proteger a pequeños grupos), apertura de mercados, tipo de cambio competitivo, incentivos fiscales, promoción de inversiones, workshops, conectividad y fondos sin trabas burocráticas, sino de flujo constante y garantizado.

Además, en un mundo con problemas ambientales complejos, Misiones también aparece protagonizando la agenda ambiental siendo garante de sustentabilidad. Pero aquí también necesita más apoyos. 

La Argentina que se viene, tendrá que apoyarse, quizás más que nunca, en las provincias, que demostraron en los últimos años una fuerza que no se observó tiempo atrás. No hay más tiempo para postergar el debate federal.

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