¿Por qué sigue latente la amenaza de un paro en el transporte público?
Pese a la tregua con el Gobierno nacional, un paro del transporte de pasajeros sigue tan latente como hace una semana. La enorme disparidad de los recursos destinados a los subsidios, sumada a la inflación acumulada y los aumentos exigidos por los conductores, deja a las empresas provinciales en una posición en muchos casos insostenible ante la presión salarial.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) ya emitió un comunicado en el que advierte que no permitirán que se apliquen descuentos en los salarios y, además ratificaron que en toda empresa que no haya cumplimentado con el pago de los haberes hasta este lunes, automáticamente se dejará de prestar servicios.
El conflicto salarial del transporte público de pasajeros impulsó una medida de fuerza que fue levantada la semana pasada. El principal reclamo radica en la diferencia salarial entre los choferes en el interior y los empleados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) Es por esto que reclaman el mismo aumento del 11,2% a partir de diciembre y una suma no remunerativa de $27.000 pagaderos en tres veces.
En este caso, la posición gremial coincide con la de las empresas, que le reclaman a la Nación un poco de equidad en el reparto de los subsidios.
La injusticia se refleja en el hecho de que los usuarios del transporte del interior abonan tarifas promedio de alrededor de entre $50 y $60, mientras que en el AMBA es desde $ 18, desde hace más de 2 años (abril 2018), con un poder adquisitivo en las provincias similar y en muchos casos inferior. En el caso de Misiones, las tarifas son de 20 pesos, pero congeladas desde antes de la pandemia.
Con la pandemia, señalan las empresas, los ingresos han caído al reducirse la carga de pasajeros a un 60% de los transportados en 2019, mientras los costos se incrementan, al punto de que hoy no pueden hoy afrontar la operación y mantenimiento, lo que incluye salarios, combustible, neumáticos, repuestos, etc.
Por eso, la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros asegura que el sector no puede pagar la paritaria que reclama la UTA si no se destinan más recursos a las provincias. Actualmente, el Estado Nacional destina cada mes 17.500 millones de pesos al AMBA, donde la masa salarial es de 8.100 millones de pesos mensuales (46% de las transferencias recibidas). En contraste, en el resto de las provincias se reciben 3.500 millones de pesos mensuales y la masa salarial es de 4.950 millones de pesos al mes. Por lo que las transferencias en el interior cubren sólo un 70% de los salarios actuales y anteriores al reclamo de la UTA, y no suponen ninguna ayuda para el resto de los costos (combustible, mantenimiento de las unidades, etc).
Sin embargo, la UTA fue terminante: “Somos claros en nuestra posición, exigiremos para los trabajadores del interior, el mismo incremento salarial que se ha acordado para nuestros compañeros del AMBA”.
“Los trabajadores no somos responsables que los empresarios y los gobiernos nacionales y provinciales no acuerden el modo en que se reciben los subsidios para el pago de los sueldos de compañeros y compañeras”, señala un comunicado del gremio.
Lo que exigen los conductores es el pago de una suma no remunerativa de $ 27.000 del siguiente modo:
a- $10.000 que debía percibirse con los haberes de octubre, adeudada
b- $10.000 que debía percibirse con los haberes de noviembre.
c- $ 7.000 que debía percibirse con los haberes de diciembre.
Determinando los salarios del mes de diciembre teniendo como piso $ 100.000 con un incremento del 11,2% proporcional al tiempo trabajado y proporcional al resto de las categorías.
Mismo incremento proporcional de viáticos, con un piso en $572,50 a partir del mes de diciembre 2021.