¿Qué se puede esperar en el sector forestal para 2023?

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El crecimiento de las exportaciones y resolver las trabas a importaciones de insumos, repuestos y maquinarias; reestablecer una Mesa de diálogo público-privada, solicitar los fondos para el financiamiento de los planes de plantación en el marco de la Ley 25080; y la promulgación de una ley para la promoción de grandes inversiones; están entre sus principales prioridades para este año. El desarrollo de los mercados de carbono es también un tema troncal, así como la relevancia que tendrá para el sector la realización del VIII CONFLAT y V Congreso Forestal Argentino, que se llevará a cabo en Mendoza entre el 27 y el 30 de mar zo próximo.

El Consejo Foresto Industrial Argentino (CONFIAR) representa a un sector y a su industria asociada que en conjunto involucran 1,3 millones de ha. de plantaciones forestales53 millones de ha. de bosques nativos; exportaciones por 550 millones de dólares; 100 mil empleos directos; 6000 Pymes de la cadena madera-muebles. Actualmente la foresto industria en Argentina tiene amplias posibilidades de expandirse promoviendo economías regionales, con un impacto positivo en empleos y en divisas de manera inmediata.  

Cada una de las cuatro entidades que conforman CONFIAR participaron de la realización del Plan Estratégico 2030 (https://forestoindustria.org.ar/wp-content/uploads/2021/03/PLANESTRATEGICO.pdf). En el mismo, que contó con una amplia participación público-privada, se señala que se pueden atraer 7 mil millones de dólares en inversiones, crear 186.000 mil empleos y el aumento de las exportaciones en 2,6 mil millones de dólares. Se explica que el sector, además de ser un motor de crecimiento, puede dar respuestas inmediatas para generar empleo mediante la expansión de las plantaciones forestales, la protección y gestión sostenible de bosques, la construcción con madera, la generación de energía eléctrica y térmica con biomasa forestal; así como el agregado de valor para el crecimiento de las exportaciones,

Ya con dos años de vida, CONFIAR – conformado por la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP); Asociación Forestal Argentina (AFoA); Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA); y la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) – espera poder amplificar su potencial y motorizar la economía nacional, así como clarificar la actividad del sector en cada etapa de la cadena industrial, derribando mitos e informando a la sociedad sobre el círculo virtuoso del uso sustentable del árbol. Desde el procesamiento de la celulosa para fabricar papel, en la madera para construcción y muebles, en la generación de energías limpias en base a biomasa forestal, y en todos los desarrollos incipientes en biorrefinerías, aplicaciones textiles y nanotecnología, entre otras.

Román Queiroz, presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), explica que FAIMA es una federación que agrupa a 28 cámaras en todo el país, “somos un sector con mucha mano de obra y hoy tenemos como principales problemas la falta de divisas para poder importar insumos. Además, se necesitan rever los derechos de exportación, ya que hay muchos productos que están pagando hasta 4,5% de derechos de exportación, lo que claramente achica mucho el margen”. Queiroz también reclamó por la convocatoria de una nueva “Mesa Forestal Nacional, para poder debatir y compartir las problemáticas del sector y tratar de buscar juntos las soluciones para un mejoramiento de toda la cadena”.

El presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA), Osvaldo Vassallo, explicó: “nuestros vecinos nos llevan ventaja en el sector. Chile, Uruguay, Brasil y ahora Paraguay se animaron y ya están en las grandes ligas. El país tiene excelentes condiciones y como ellos debemos animarnos porque tenemos con qué. Ya el Plan Estratégico que realizamos para 2030 muestra las oportunidades del sector en inversiones, empleos, divisas y crecimiento, con especial énfasis en el aporte a la mitigación del cambio climático.” Vasallo puntualizó que las cifras son elocuentes: 7 mil millones de dólares en inversión; 180.000 empleos, y revertir el histórico déficit del comercio internacional con exportacio nes de 2,6 mil millones de dólares. Y, destacó otro aspecto fundamental. “El cambio climático brinda oportunidades para el sector forestal al poder colaborar en la mitigación y la carbono neutralidad. Pero también genera riesgos. La sequía y los incendios han producido importantes pérdidas forestales y en esto, nuevamente, tenemos que estar juntos”. Vasallo dijo que para el futuro “se requiere más previsión e investigación para adaptarnos a las nuevas condiciones que se están dando para seguir siendo competitivos y reducir los riesgos que se presentan”. Y señaló que desde AFoA “hemos colaborado a formar la Mesa de Carbono Forestal y la Red de Manejo del Fuego. Dos expresione s de esta nueva realidad. Hay nuevas oportunidades –como los mercados de carbono- pero debemos atender nuevos riesgos y estar preparados para ello. Y nuevamente, el diálogo y el trabajo coordinado y conjunto entre el sector privado –tal como estamos haciendo desde CONFIAR- y entre el sector privado y las ONGs y el sector público nacional y provincial es imprescindible”.

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Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA), Osvaldo Kovalchuk, consideró que Argentina necesita crecer con tecnología aplicada en todos los procesos productivos afirmando que “si observamos la tecnología de punta que se usa en los países más cercanos y la comparamos con la nuestra, lamentablemente estamos atrasados. Hoy hay quienes piden importar maquinaria con 20 años de antigüedad. Esto es un grave error y va en contra de mejorar la productividad del sector. Hoy la tecnología 4.0 abarca todos los procesos de producción del sector y necesitamos incorporarla para poder competir y crecer”. En otro orden, Ko valchuk reclamó por parte del Estado “que apoye y active la aprobación del SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) y, además, generar nuevos equipos de trabajo para seguir avanzando, que nuestras empresas e industrias puedan seguir produciendo más y mejor, incorporando tecnología e innovación, y así hacer que nuestro país siga creciendo con su gente, los recursos y la materia prima que tenemos”.

Desde la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP), Claudio Terrés, presidente de la entidad, opinó sobre la necesaria instalación de una biorrefinería en Argentina. Hace poco se cumplieron 15 años de la inauguración de la primera planta de celulosa en Uruguay. Desde aquel momento hasta hoy, Uruguay está por instalar la tercera, con inversiones que representan 3500 millones por cada planta y un potencial exportador por 1.500 millones por año. La industria de la celulosa y el papel es el que aporta la mayor cantidad de divisas en la cadena, lo que permitiría nivelar la balanza comercial”, explicó. Terrés agregó que “todo esto requiere un marco normativo, por lo que estamos proponiendo una Ley de Promoción de grandes proyectos foresto industriales que contemple aspectos como la exención a la Ley de Tierras para igualarnos con la región. Asimismo, esperamos con ansias la realización de las VI Jornadas Celulósico Papeleras 2023 a realizarse los días 18 y 19 de mayo, en donde tenemos previsto conferencias de proveedores mostrando sus recientes desarrollos para la industria; conferencias de temas de interés a nivel regional y mesas redondas, con participación de destacadas personalidades de la industria de la celulosa y el papel, así como visitas a plantas de producción del país” finaliza el directivo.

INVERSIONES VERDES

Con las inversiones correctas, el sector puede más que duplicar la cantidad de empleo y producción actual. La expansión de los árboles en sistemas silvo-pastoriles daría, además, una oportunidad al sector ganadero. La expansión de las plantaciones en Argentina se realiza mayoritariamente sobre tierras ganaderas. La plantación de árboles se puede realizar promoviendo la actividad foresto-ganadera y con ello, la carne carbono neutro y su posibilidad de Certificación. Argentina, a través del INTA y otras organizaciones, ya tiene avanzadas las mediciones que permiten la determinación de la huella de carbono de la carne en distintos sistemas foresto-ganaderos y demostrada la viabilidad de su certificación como carbono neutro.

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La foresto-ganadería ha evidenciado mejoras sustanciales de productividad en la producción de carne al mejorar el bienestar animal y la disponibilidad de pasturas y, al mismo tiempo, responde a la sensibilidad de la población con respecto a las emisiones generadas por la actividad. Brasil y los principales grupos frigoríficos de ese país ya certifican la carne como carbono neutro.

Actualmente, las plantaciones forestales en Argentina están en retroceso en varias cuencas forestales. La falta de inversiones industriales de importancia y la falta de financiamiento estable de la Ley 25080 de Promoción de Inversiones en Bosques Cultivados ha desincentivado las plantaciones. Por ello, apoyamos la pronta aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de Ley S806/21 -que ya tiene media sanción en el Senado- mediante el cual se crea el Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros (PROSAS) para financiar la Ley 25080. Un relanzamiento de la promoción de la Ley 25080 con el financiamiento asegurado junto con el objetivo de la expansión de la foresto-ganadería para equilibrar el balance de carbono en el sector agropecuario permitiría un nuevo impulso al sector.

Desde CONFIAR identificamos a los árboles como una herramienta fundamental para la mitigación del cambio climático. Diversos documentos internacionales indican que los árboles son una solución basada en la naturaleza para una forma eficiente y rentable de absorber el CO2 de la atmósfera. Del mismo modo, el uso posterior de la madera es fundamental para la descarbonización de la economía y una transición inclusiva. Diversos documentos muestran que se pueden sustituir productos intensivos en emisión de gases efecto invernadero (GEI), al mismo tiempo que se crean miles de empleos y se generan divisas por exportación. En el caso de Argentina, esa expansión se puede lograr en sistemas foresto-ganadero s con triple propósito: carne, madera y carbono, permitiendo la certificación de la carne carbono neutro.

La madera proveniente de plantaciones forestales tiene uso múltiple y complementario. Por un lado, la madera sólida se utiliza en construcción de viviendas, muebles, pisos, etc. por el otro, los subproductos del manejo forestal (raleo) y de la industria de la madera (chips, aserrín), se utilizan en la industria del triturado: celulosa, papel, textiles, paneles, bioproductos y bioenergía. El uso de todos estos productos colabora en la descarbonización de la economía al reemplazar a otros productos no renovables o fósiles, como son el cemento, los plásticos, el gasoil, etc. En particular, se está impulsando tanto el uso de papeles y cartones kraft para reemplazar plásticos, la construcción con madera para reemplazar cemento, ladrillos y otros productos no renovables e intensivos en energía y el uso de pellets y chips para cal deras de secado de granos y estufas de calefacción en reemplazo de combustibles fósiles.

Este aporte ha sido cuantificado en el Cuarto Informe Bienal de Actualización a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático presentado por Argentina en diciembre de 2021, en el cual se muestra que hay solo dos sectores en el Inventario de GEI del país con emisiones negativas del CO2: la forestación y el uso de la madera.

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