Qué son las Cadenas Globales de Valor y en qué consisten

Las cadenas globales de valor son un fenómeno que está transformando el comercio internacional. Un nuevo modelo que pone en crisis el actual sistema multilateral, basado en normas globalmente aceptadas en el marco de la Organización Mundial del Comercio. Básicamente, plantean un modelo en el que las distintas etapas comerciales o productivas están desagregadas y tienen lugar en más de un país. Así, con críticas y elogios, el modelo que comenzó a desarrollarse hace cuatro décadas está tomando cada vez mayor preponderancia.

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Las cadenas globales de valor son un fenómeno que está transformando el comercio internacional. Un nuevo modelo que pone en crisis el actual sistema multilateral, basado en normas globalmente aceptadas en el marco de la Organización Mundial del Comercio. Básicamente, plantean un modelo en el que las distintas etapas comerciales o productivas están desagregadas y tienen lugar en más de un país. Así, con críticas y elogios, el modelo que comenzó a desarrollarse hace cuatro décadas está tomando cada vez mayor preponderancia.

¿Qué son las cadenas globales de valor?

Para comprender este concepto, es interesante recordar la definición de las «cadenas de valor». Como lo explica el economista Ariell Reshef, del Centro de Economía de la Sorbona, es el proceso por el que las diferentes etapas de la producción agregan valor a un producto. El análisis de las cadenas de valor sirve, así, para identificar qué valor agrega cada etapa de la producción, desde el diseño de un producto hasta su entrega al consumidor final.

La participación de las empresas en las cadenas globales de valor no se limita a transacciones comerciales entre ellas. Además, incluye el intercambio de planes de acción y prácticas de gestión, nuevas ideas y habilidades de un país a otro.

Tradicionalmente, las diferentes etapas se cumplen en un mismo país. Sin embargo, las cadenas globales de valor, o cadenas de valor mundiales son procesos que tienen lugar en más de un país. Por eso este proceso se conoce también como fragmentación del proceso productivo.

Básicamente, se refieren a cinco actividades interrelacionadas:

  • Logística previa. Compra, envío y almacenamiento de las materias primas necesarias para fabricar un producto.
  • Operaciones. Transformación de la materia prima en producto.
  • Logística externa. Traslado del producto terminado desde la fábrica hasta el cliente.
  • Comercialización y ventas.
  • Servicios.

Las cadenas globales de valor fueron impulsadas por empresas de economías avanzadas, decididas a optimizar sus procesos productivos mediante la tercerización (outsourcing) y la reubicación de operaciones productivas (offshoring).

Sin embargo, pueden dar lugar a prácticas desleales o incluso perjudiciales para el ambiente o los derechos laborales, si un país participante tiene leyes permisivas. Fuera de esto, son cada vez más los países que forman parte activamente, reconfigurando la globalización y poniendo en crisis el modelo multilateral.

Organización de la producción dentro de las cadenas globales de valor

Para participar de las cadenas globales de valor, las empresas pueden utilizar básicamente dos estrategias:

  • Integrar una filial extranjera en la cadena de valor mediante inversión extranjera directa.
  • Externalizar una etapa de la producción para un proveedor extranjero independiente.

La decisión depende de la estrategia de la empresa y el tipo de producto. Por ejemplo, para un producto estandarizado, puede ser más económico depender de proveedores extranjeros. En tanto, si se trata de un producto especializado que requiere transferencia de tecnología, es más seguro establecer y controlar una sucursal en el extranjero.

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Desde el punto de vista macroeconómico, la participación de los países dentro de las cadenas globales de valor se mide por dos índices:

  • Integración hacia atrás o aguas arriba. Se incorporan insumos extranjeros a las exportaciones del país.
  • Integración progresiva o aguas abajo. Las exportaciones de países extranjeros incorporan valor agregado en el país. Por ejemplo, un componente de industria nacional.

Según el informe del Banco Mundial «Comercio para el desarrollo en la era de la globalización de las cadenas de valor», en la década del 70 alrededor del 35% del comercio mundial cruzaba dos fronteras. Actualmente llega al 50%. Al mismo tiempo, la participación extranjera en las exportaciones mundiales pasó del 23 al 30%.

Para los defensores de las cadenas globales de valor, las empresas pueden aumentar sus ventajas competitivas, agegando valor a sus productos y servicios. Además, maximizar su eficiencia y diferenciarse en el mercado. Por ejemplo, una logística de entrada más eficiente puede reducir costos. Por su parte, acciones innovadoras de comercialización pueden ayudar a la empresa a aumentar su base de clientes.

¿Qué factores favorecen la expansión de las cadenas globales de valor?

Varios factores favorecen el aumento de la intenidad de las cadenas globales de valor. Por ejemplo:

  • Flexibilización comercial y financiera global.
  • Despliegue de empresas multinacionales a través de la inversión extranjera directa y «offshoring».
  • Menores costos del transporte y coordinación remota gracias a los avances tecnológicos.
  • Estrategia de China de ascenso en la cadena de suministro.
  • Decisiones de las empresas multinacionales.

En realidad, las cadenas de valor siempre tuvieron algún componente de internacionalización. Pero, a diferencia de la antigua globalización, ahora existe la tendencia a la especialización en distintas etapas de la producción.

De hecho, es como una nueva división internacional del trabajo. Además, se debe considerar el nuevo peso de las empresas multinacionales. Éstas llevan adelante el llamado comercio intra-empresa o intercambio entre filiales instaladas en distintos países. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2015 un tercio de las exportaciones mundiales se explicaban por el comercio intra-empresas.

En realidad, este dato puede dar cuenta de que la nueva globalización muestra una mayor concentración.

Además, aumenta la integración de las economías nacionales, pero también su interdependencia. Así, el desafío es entender la creciente complejidad del comercio mundial e idear políticas que puedan crear cadenas globales de valor más inclusivas.

Participación de la Argentina

La Organización Mundial del Comercio cuenta con perfiles estadísticos de todos los países sobre su participación en las cadenas globales de valor.

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Según este informe, la participación de la Argentina en las cadenas globales de valor es menor que la de la región. Esta participación se mide en el porcentaje de participación en las exportaciones brutas totales.

La participación total de Argentina es del 27,3%, frente a un 36,5% de la región y un 48,8% de Europa. La participación hacia adelante es del 16,8%, en tanto la regional es del 23.5%. Por otro lado, la participación hacia atrás es del 10,5%, mientras que en la región alcanza el 13%.

Los tres sectores con mayor participación en la integración hacia adelante son:

  • Comercio al por mayor y menor: 16,4%.
  • Minería y productos energéticos: 11,4%.
  • Agricultura: 11%.

En tanto, la participación regresiva es la siguiente:

  • Vehículos de motor: 22,9%.
  • Alimentos y bebidas: 14,4%.
  • Productos químicos: 6,8%.

Por último, los principales proveedores de insumos extranjeros son , paradójicamente o quizás no tanto, los mismos países que encabezan la lista de socios comerciales de la Argentina:

  • Brasil: 18,3%.
  • Estados Unidos: 17%.
  • China: 13,7%.

El mejor ejemplo es la participación de la Argentina en las cadenas globales de valor de la industria automotriz-autopartista. Ésta es de enorme importancia para la producción, el empleo y las exportaciones nacionales.

Sin embargo, dentro de la política de promoción de las exportaciones, se favorecería el intercambio con Chile a través del fortalecimiento de las cadenas globales de valor y las inversiones directas.

¿Dónde se fabricó un producto?

¿Sos el feliz poseedor de una bicicleta? Entonces te gustaría saber dónde se fabricó, ¿no es cierto? Veamos:

  • Sillines. China exporta sillines por 100 millones de dólares al año. Italia por 85 millones y España, 16 millones.
  • Cuadros. La mayoría proviene de China, que los exporta por 977 millones de dólares al año. Vietnam exporta 147 millones e Italia, 66 millones.
  • Manubrios. El primer exportador es Japón, con 200 millones de dólares al año. Le siguen Singapur, con 172 millones, y Malasia con 152 millones.
  • Pedales y cadenas. Probablemente también vengan de Japón, que los exporta por 150 millones de dólares al año. O de China, que exporta por 137 millones. En tercer lugar está Singapur, con 117 millones.
  • Llantas y cubiertas. China las exporta por 170 millones de dólares al año. Italia con 28 millones y Francia en tercer lugar con 26 millones.

Otro ejemplo: los iPhones. China es el mayor exportador mundial, aunque ahora Apple prefiere «fabricarlos» en la India.  Sin embargo, China solamente participa en la etapa de ensamblaje final, por el 3,5% del precio del producto. Otros componentes y servicios se importan de Alemania, Corea, Taiwán o Francia.

Fuente E-Comex

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