Rocambole: “Vivimos rodeados por un bosque de pantallas que nos influencian”
El artista, reconocido creador de toda la gráfica para el grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, presentó su visión del mundo actual en el centro cultural Vicente Cidade. La charla “Arte, Diseño y Música: un cruce significativo” mostró la relación compleja y diversa que se ha dado entre estas dimensiones y remarcó la importancia de comprender el valor de la imagen para no ser influenciados.
Con una previa de Diego Boris, presidente del INAMU donde el docente habló de la actualidad del instituto nacional de la Música y presentó los logros para los artistas comenzó esta actividad a sala llena. El Cidade fue colmado por aquellos jóvenes y adultos motivados por estar cerca de este artista, que fue participe de la historia de una de las bandas más influyentes del rock argentino.
Boris robo solamente 20 minutos para explicar que es el INAMU, los objetivos y como un artista puede aprovechar las herramientas disponibles. Además presentó los cuatro manuales que han creado para ayudar a los músicos de todo el país.
Luego dio paso a la charla de Ricardo Cohen, más conocido como Rocambole. El artista plástico, diseñador gráfico y profesor de Bellas Artes argentino fue uno de los fundadores de La Cofradía de la Flor Solar, un emprendimiento musical llevado a cabo en la ciudad de La Plata. Bajo el seudónimo de Rocambole fue el creador de la parte gráfica de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota (artes de tapa de todos los discos, afiches y entradas). Además, es el encargado de dibujar el logo de las últimas 5 ediciones del Festival Cosquín Rock. Su seudónimo proviene de un folletín francés publicado a finales del siglo XIX que se llamaba “Las hazañas de Rocambole” y que Cohen leía cuando era niño.
El artista dividió su presentación en dos partes, primero habló sobre el arte, la importancia dela imagen y como se falla en formar a las personas en la comprensión de ella; luego habló de la relación de la imagen con la música. También repasó aspectos de la experiencia cultural autogestiva, a través de su obra y de sus libros: “Rocambole: Arte, Diseño y Contracultura”, y “De regreso a Oktubre”.
Cohen comenzó explicando que el desde pequeño percibió a la imagen como una forma de comunicar y expresarse. Remarcó que “mi historia esta relacionada siempre con la imagen. Desde chico me he ganado la vida con el lápiz y el pincel en la mano, pinte carteles, vidrireras, parques de diversiones. Hasta que en un momento dado fui a la facultad de Bellas Artes de La Plata y ahí encontré la posibilidad del discurso, el manejo del lenguaje”.
Comentó que a lo largo de los años analizo la importancia de la imagen, la relación con la música y como ella le intencionaba imágenes que él plasmaba en dibujos. “Me di cuenta de que la imágenes es una forma tan tremendamente poderosa, que nosotros somos influenciados por las imágenes y en un 90 por ciento de los casos no lo sabemos”.
Explicó que en la actualidad es más evidente, porque “estamos rodeados de un bosque de pantallas, los hombres y mujeres tenemos el teléfono, con le cual queremos sacar fotos, filmar, enviar imágenes, recibimos imágenes. Cuando llegamos a casa, tenemos la televisión que nos envía imágenes también, donde muchas veces quizás nos inducen al consumo”. También planteó que la computadora es otra pantalla, como la del cine, o las redes sociales y “hoy día ya no se imagina una charla como la que estoy dando sin una pantalla detrás, no se imagina una clase sin una pantalla. Eso del profesor con el pizarron es algo pasado de moda”.
“No encuentro un café donde no haya pantalla” dijo a modo de anécdota. Reflexionó sobre esto y recordó que la imagen apareció en las primeras instancias de la humanidad, cuando el hombre era recolector y cazador. Para él las imágenes rupestres en las cavernas “era mensajes visuales” que representan “manuales de caza” porque se observan flechas o lanzas en los puntos vitales de los animales, preciadas presas para alimentarse.
“Se lo que es una ilustración y lo que es una ilustración para” explicó, afirmando que hay imágenes que son creadas para enviar un mensaje, literal o subliminal. “No solo tenemos el lenguaje de la palabra, sino que tenemos un lenguaje visual” consideró.
Sobre la actualidad Cohen indicó que “a través del bosque de pantallas nos envían constantemente mensajes y esos mensajes tienen intencionalidad, obviamente. Nos envían cosas que pueden ser inducirnos de mil maneras, hasta ideológicamente”. Esta inducción al consumo y atravesarnos de ideología se da según él porque la mayoría de la gente no comprende la importancia del lenguaje visual. Planteó que este es un error formativo del sistema educativo mundial, que solo enseña el lenguaje verbal. Por ello el lenguaje visual “nos atraviesa cuando no lo conocemos, porque no tenemos actitud crítica como para definirlo. Funciona casi de manera subliminal”.
Este analfabetismo social de la imagen es aprovechada y por eso a través de las pantallas nos “envían mensajes que entran profundamente en nuestra conciencia, por debajo de ella más bien”.
Cohen aclaró que no hace apología de la imagen como el medio más importante de comunicar, sino que explicó que se debe comprender su impacto y aprender a leerlo para no ser influenciado por él. Recordó que a lo largo del tiempo hasta las religiones lo usaron para comunicarse de forma efectiva con grandes masas de feligreses y así poder transmitir su mensaje rápida y efectivamente en poblaciones que no accedían al lenguaje formal.
Al hablar sobre la relación entre la música y el arte, para ello presentó un resumen de como ha circulado su imagen más conocida, la portada del disco Octubre de los Redonditos de Ricota. Este video fue un mapeo de los mil usos que le dieron a la imagen, en estos 30 años de la salida del disco.
Pidió perdón por ser autorreferencial, porque tenía que hablar de su relación con ese colectivo que formó La Cofradía de la Flor y luego Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Para ponerse en situación recordó que desde chico tuvo interés en el dibujo y gracias a su madre accedió a cursos para niños de dibujo. Y luego fue moviéndose en el universo del arte para poder vivir de letrista, hasta llegar a la Universidad.
Recordó que a los 13 años conoció el rock a través del film Blackboard Jungle (en Argentina se conoció como Semilla de Maldad) que al final en los crédito pasaban el tema de Bill Haley & His Comets interpretando Rock Around the Clock. Esta fue la primera vez que el rock and roll llegaba de forma masiva a la juventud.
Comentó que junto a un grupo de amigos de juventud se interesaron tanto en la música rock, que averiguaron sus orígenes y como fue creciendo. En determinado momento un grupo de ellos sugirió hacer música rock argentina, no solamente pensar en covers, sino hacer composiciones propias. Cohen siempre los acompaño y remarcó que los apoyaba desde su arte visual, ayudandolos con los afiches, las entradas y las publicidades.
Explicó que al crecer en la escena Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, el los siguió acompañando y su arte “se difundió de forma impensada, así como esos músicos tampoco pensaban que se iban a convertir en una de las más influyentes de la historia del rock argentino”.
Cohen dejó en claro que en esos años tenían una fe profunda en que música y revolución iban de la mano. En los ‘70 todo parecía posible en el mundo todavía. Valoró que la imagen de Octubre haya tenido tanto recorrido en estos 30 años, pasando por la piel de miles de personas, en otras obras y en los objetos más insólitos.
Y en muchas hojas en blanco plasmó Rocambole este grito libertario. Recordemos: un estallido también fue “Oktubre”, el cuarto mejor disco del rock nacional según la revista Rolling Stone, cuyo arte de tapa se volvió tan célebre que las espaldas de miles de seguidores lo vieron pasar, y así seguirá (que sirva de ejemplo el último marzo en Olavarría). No, nadie soñó el pogo más grande del mundo: es real.
Recordó que durante los años de la dictadura, recibió una postal desde Estados Unidos, de unos amigos, donde le decían que “tenemos un plan para dominar el mundo” y firmaban Poli y Skay. Este era un plan estético y era Patricio Rey y los Redonditos de Ricota.
Recordó que los primeros años todo era artesanal y graficó que pasó casi siete días sin dormir para hacer las serigrafías del primer disco. Todo el proceso de comprar el material para los vinilos, grabar en el estudio de Lito Vitale.
“En esa epoca había que comprar las cartulinas, cortarlas, pintarlas de forma artesanal, secarlas, doblarlas y meter el disco adentro. Era una forma absolutamente independiente” dijo.
“Octubre era un disco raro” dijo sobre el disco más emblemático de la banda. “Sabíamos que un disco era una obra, que tenía un mensaje, un relato, un concepto, un guión que debíamos representarlo de varias formas, una de ellas era en el arte” dijo el artista.
Hoy a 30 años del disco que lleva como símbolo su célebre dibujo, Rocambole mostró que es un artista prolífico y con una mirada afilada, que desnuda la realidad que lo rodea e intenta expresarla en todas las formas posibles.
Cohen/Rocambole es parte indivisible de Los Redondos y por ello muchos de los presentes en la sala querían saber más sobre esa banda que paso de ser un grupo a una especie de religión. Como Cohen comentó más de una vez el mejor aporte que pudieron haber hecho Los Redondos fue demostrar que se podían hacer las cosas, como dijo el poeta, “saltando por sobre los decorados del establishment”.
Remarcó que la banda nació de ese grupo de amigos de La Plata con muchas motivaciones artísticas y que tuvo la suerte de que lo convocaran para la parte estética y que las imágenes que hizo se difundieran de una manera que jamás, jamás, hubiera soñado.