Rosamonte recibió su certificación IRAM por buenas prácticas de manufactura

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La empresa Hreñuk SA,/Rosamonte recibió ayer la certificación en normas IRAM para el proceso de secanza que realiza en su planta ubicada en la localidad de Apóstoles. Esta certificación garantiza la inocuidad alimentaria gracias a las “Buenas prácticas de manufactura” regidos por la norma IRAM 20550.
El secadero de la empresa Hreñuk SA, ubicado en la localidad de Apóstoles, fue el primero en obtener el certificado de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) que otorga el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), en el marco del programa orientado a optimizar la calidad del producto.
El representante de la firma, Rubén Henrikson expresó que “estamos muy agradecidos al INYM que, por medio de la vinculación que tiene con IRAM, nos permitió certificar todo este proceso que está orientado a la búsqueda de una calidad superlativa de los productos que comercializamos”.

La certificación busca asegurar y garantizar la inocuidad de los alimentos, que es una necesidad a nivel mundial. Por ello, es necesario diseñar, implementar, mantener y certificar los sistemas productivos.
Las buenas prácticas de manufactura (BPM) constituyen las condiciones operacionales mínimas para la elaboración de alimentos inocuos. Un adecuado programa de BPM debe incluir procedimientos relativos a los siguientes aspectos: Diseño y mantenimiento de las instalaciones, los utensilios y los equipos; Recepción y almacenamiento; Capacitación, concientización, entrenamiento e higiene del personal; Limpieza y desinfección; Control de plagas; Abastecimiento de agua potable.
Por su parte, el presidente del Directorio del INYM, el ingeniero Alberto Re, puso el acento en remarcar la importancia de sumar elementos que jerarquicen a la yerba mate ante los consumidores. “Estamos haciendo mucho esfuerzo porque la yerba mate es un alimento y los consumidores exigen cada día más”, enfatizó.
Para el presidente del INYM, las certificaciones demuestran que en toda la cadena yerbatera se asume la responsabilidad de elaborar un producto bajo las condiciones adecuadas. “Implica una gran concientización por parte de todos los actores y en todos sus aspectos, abarcando desde la plantación misma, la cosecha, la manipulación de la hoja en los secaderos; la elaboración en los secaderos y en los molinos, hasta cómo se almacena y llega a los consumidores”, subrayó el ingeniero Re.

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Desde el 2015, el INYM impulsa el Programa de Buenas Prácticas de Manufactura para Secaderos, y se implementa en toda la zona productora con el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) para mejorar los procesos de elaboración de la Yerba Mate adecuándolos a las exigencias del mercado. Desde la firma Hreñuk SA anticipan que ya piensan en dar un paso más.  “Ya teníamos la certificación RAS (Red de Agricultura Sostenible) en nuestras plantaciones y ahora tenemos BPM en el secadero. Estamos trabajando en certificar la etapa de envasado, para cerrar todo el circuito”, anticipó.

El proceso dura aproximadamente un año. Consiste en jornadas de diagnóstico y capacitación que brindan técnicos de IRAM y en la etapa final, auditorias de seguimiento y certificación. Hasta la fecha, más de 20 secaderos de yerba mate recibieron conocimientos para mejorar las condiciones de elaboración del alimento, algunos de los cuales están en condiciones de certificar BPM y otros deben realizar las correspondientes auditorías, pasos y prácticas exigidas por el IRAM.

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