Scott Bessent canceló su visita a la Argentina
Scott Bessent canceló su visita a la Argentina y genera tensión en la relación bilateral y dudas sobre el apoyo financiero de Estados Unidos.
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El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, suspendió la visita oficial que tenía prevista para la próxima semana en Buenos Aires. La decisión, revelada por distintos medios, impacta en la estrategia internacional del presidente Javier Milei y genera dudas sobre el futuro de los acuerdos financieros que Washington había impulsado para apuntalar la estabilidad macroeconómica argentina.
Un viaje clave que se cae y tensiona la relación bilateral
La cancelación de la visita de Scott Bessent, responsable del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, reconfigura el tablero político y económico entre ambas administraciones. El viaje estaba programado para concretarse antes de fin de año, luego de que el funcionario anunciara públicamente su intención de viajar a la Argentina tras la victoria electoral de La Libertad Avanza.
La noticia se conoció pocos días después de que Javier Milei desistiera de asistir al sorteo del Mundial 2026 en Washington, un evento programado para este viernes 5 de diciembre en el Kennedy Center. La ausencia del mandatario argentino no cayó bien en el entorno del presidente estadounidense, según confirmaron fuentes citadas por agencias de noticias.
Inicialmente, Milei había adelantado que viajaría para participar del evento, en el que se esperaba que estuviera ubicado junto al presidente anfitrión. Sin embargo, la decisión del Gobierno argentino de cancelar la visita —en medio de la disputa con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y su presidente, Claudio “Chiqui” Tapia, quien sí asistirá— alteró las expectativas en Washington.
El doble movimiento —Milei bajándose de la agenda en Estados Unidos y Bessent suspendiendo su visita a Buenos Aires— expone tensiones que hasta hace semanas parecían ajenas a una relación que se proyectaba como estratégica para el gobierno argentino.
La dimensión económica: el swap de US$ 20.000 millones y los vencimientos de 2026
La presencia de Bessent en Buenos Aires estaba vinculada a un paquete de apoyo financiero que incluyó un acuerdo de swap por US$ 20.000 millones, presentado como una herramienta para reforzar las reservas internacionales del Banco Central.
El propio funcionario había aclarado que no se trataba de “un rescate”, sino de un mecanismo de “estabilización” para evitar “otro Estado fallido en América Latina”. Además, Bessent tuvo participación directa en el mercado cambiario local mediante operaciones de compra de pesos antes y después de las elecciones legislativas.
La suspensión del viaje deja interrogantes sobre: El cronograma operativo del swap. La continuidad de las intervenciones financieras. El respaldo de Washington frente a los vencimientos por US$ 5.000 millones en enero de 2026
En un contexto de fragilidad macroeconómica, el freno a la agenda bilateral constituye un factor de presión adicional para el Gobierno, que esperaba avanzar en nuevos entendimientos financieros.
El factor China y las señales geopolíticas detrás del cambio de postura
Según trascendió, en el equipo de Bessent existe malestar por lo que se considera un “acercamiento excesivo” de la Argentina a China. Durante 2025, las importaciones provenientes de Beijing se incrementaron, lo que generó inquietud en la Casa Blanca, especialmente bajo una doctrina exterior que prioriza la lógica “America First”.
Este elemento geopolítico introduce una lectura adicional: mientras Argentina busca respaldo financiero urgente, Estados Unidos evalúa sus intereses estratégicos en la región. Así, la cancelación podría anticipar un repliegue de Washington respecto de sus compromisos recientes con Buenos Aires.
Implicancias políticas y señales hacia adelante
Para el gobierno de Milei, la decisión representa un contratiempo significativo. La expectativa en torno al viaje de Bessent era alta, tanto por su rol en la arquitectura del swap como por su línea directa con la administración estadounidense. Su ausencia podría: Aumentar la volatilidad en los mercados. Dilatar acuerdos operativos previstos para fin de año. Debilitar la estrategia de fortalecimiento de reservas. Reforzar dudas sobre la solidez de la alianza bilateral
Aunque la relación entre Milei y la administración norteamericana no está rota, la cancelación revela que el vínculo dependerá menos de afinidades personales y más de la convergencia de intereses económicos, comerciales y geopolíticos.
En una economía con desequilibrios estructurales y alto nivel de vulnerabilidad externa, estas señales añaden complejidad a una relación clave para la política exterior del Gobierno.
