En medio de todo este proceso de cambio y nueva normalidad, debido a la pandemia de Covid-19, surge la Academia Musical Sound Star, en la ciudad de Posadas. Este es el proyecto de la cantante y entrenadora vocal, Micol Ortas y el músico y luthier Martín Peralta.

La pandemia obligó a muchos a reinventarse, en el caso de los artistas el golpe fue más duro. Meses sin poder organizar un evento, luego la apertura gradual y con públicos restringidos, aún condicionan el desarrollo artístico.

Para conocer más sobre este emprendimiento, Economis se acercó a la academia ubicada por la avenida Almirante Brown, allí esperaban Micol y Martín demostrando su alta calidad de anfitriones, ya que recibieron al cronista con un equipo de mate para él (pensando en el protocolo vigente) y ofrecieron también té para acompañar a un delicioso bizcochuelo casero hecho por el propio Polo (padre de Martín).

Así entre los instrumentos y los equipos de música estos artistas que parecen tan distintos, en cuanto a estilos y preferencias musicales, van haciendo realidad el sueño de vivir del arte y ayudar a otros a encontrarse en la música.

Micol, es una cantante reconocida por sus interpretaciones de Funk, Soul, Bossa, Disco Rock, pop y ser la vocalista de la reconocida banda en ascenso Wonderfunk.

Ahora comenzó a difundir composiciones propias, reinventarse y ser resiliente es algo de lo que ella sabe, tras incursionar en la música con una voz poderosa e inconfundible se ganó un lugar en la escena capitalina. Hace poco tiempo decidió darle un cambio radical a su vida y en ese proceso de re-encontrarse consigo misma y recuperar con ello su equilibrio, confianza y energía.

“Quiero sentirme libre y poder utilizar mi cuerpo, poder expresarme y mostrar mi arte y lo que soy a través de mi cuerpo y para eso necesito que mi cuerpo funcione”, enfatizó.

Su compañero de ruta Martín, hijo del icono del rock misionero Polo Rock, también pasó por todo un proceso de cambio en su vida, que lo trajo de nuevo a la provincia y en este proceso hacia una vida más sana perdió más de 20 kilos.

Martín aparte de las clases de guitarra y bajo planifica dar rienda suelta a su otra pasión, la creación y reparación de instrumentos con su taller de lutheria, volcando lo aprendido en los más de 12 años trabajando en diferentes talleres en Buenos Aires y Posadas.

Ambos tienen en claro que lo que les hace felices es hacer eso que les apasiona, componer y enseñar a disfrutar de la música. Sobre todo compartir juntos en un marco de amor entre ellos y ellos con sus familias, se creó un ambiente familiar en el cual uno percibe en el clima esa magia que contagian en sus relatos, integración y búsqueda de cada uno hacia lo que les apasiona y eso lo hacen extensivo a la academia en donde dan clases a niños desde los cinco años hasta adultos.

Ellos tienen en claro que es un lugar para aprender pero de una manera distinta, relajándose y sobre todo divirtiéndose “Nosotros les decimos no están en la escuela, relájense, disfruten y sean ustedes mismos” La cantante tiene en claro que allí nadie compite con nadie, “uno se va poniendo metas propias y todos luego festejamos juntos los logros”.

Micol aseguró que es de las personas que cree que todos pueden cantar, siempre y cuando tengan las cuerdas vocales funcionando, “este camino es un camino de autoconocimiento, de autoexploración, de sentir tus sonidos, conectarte con la parte racional para entender la técnica, necesitamos pasarlo a la técnica del cuerpo para que este aprenda cómo se siente”.

“Es un espacio para sanar a otros”, así lo describe Micol a la academia. Recordó que este proyecto “surge de mi corazón y de mi mente en el proceso de cuarentena, lo iniciamos junto a la diseñadora gráfica Carolina Benítez” y pensaba en sumar a otras personas que por diversos motivos no lo hicieron.

En ese proceso de creación del espacio, conoció a Martín, quien llegó a ella en busca de ayuda para encontrar su voz y así dar el despegue a sus ideas musicales. Ese encuentro generó mucho más y ahora Micol y Martín llevan adelante la academia Sound Star y una hermosa vida familiar y artística juntos.

“Estamos en un espacio de contención mutua y de poderoso sentimiento de empatía y crecimiento. Me llena el alma saber que se puede sanar a través de la música”, plantea Micol.

Enseñar en pandemia implicó reinventarse, pensar estrategias pedagógicas, dar tiempo y contención. Por eso dividen bien a los grupos por edades y además tienen una mirada holística de la educación musical. No buscan forzar a los alumnos (menos a los niños) a conocer tal o cual estilo de música, sino que los van acercando a los diferentes instrumentos, así como a las formas y estilos de canto, para que cada persona descubra que lo atrae más y donde puede desarrollarse mejor.

“Creo que a muchos nos pasa esto de elegir vibrar con una canción que nos haga sentir la música, independientemente del estilo particular o género para el que fue escrito”, plantea Micol, quien resumió de esa manera su multifacético talento.

La joven cantante se desenvuelve en esta faceta “desde que tiene  memoria”, tal cual lo resaltó. Pero, hace poco tiempo decidió plantar objetivo en el mundo de la música y dedicarse exclusivamente al arte.

Su familia la acompaña fielmente confiando en su gran talento. Grisel Barranguet, su mamá y dueña de la inmobiliaria Fénix la patrocina a ella y a su academia Sound Star. Es más aclaró a Economis que el jingle de la inmobiliaria la hace Micol. Interrumpe la cantante “Hay que destacar que ese tema de que los artistas locales formen parte del folklore local publicitario es un nicho que todavía no se ha explotado como corresponde”

“Desde hace casi dos años vengo afrontando grandes cambios en mi vida. El primero tiene que ver con mi salud y bienestar físico y espiritual. El resto, como plantarme con metas fijas y objetivos concretos en mi carrera profesional o el mundo laboral, vienen de la mano a los cambios personales”, explicó Micol, radiante y llena de vida.

“Me propuse bajar de peso y lo logré. Fue un cambio completo que me permitió tomar las riendas de mi destino”, continuó la artista quien aseguró además que el cambio, no afectó en lo absoluto en su voz. Al contrario, permitió que entendiera la necesidad de educarse en la música para dedicarse de lleno a lo que más le gusta.

Luego de atravesar también un problema en sus cuerdas vocales a raíz de un esbozo nodular, Micol comenzó un tratamiento fonoudiológico y trabajó un año entero  estudiando música de forma autodidacta. “Empecé a tomar conciencia de cuán importante es el arte en mi vida. Porque entendí que quiero vivir de esto”, contó la cantante.

Misionera por elección, ya que nació en Brasil y vivió algunos años en Bahía, Uruguay y Buenos Aires, la talentosa artista reconoció que su amplio gusto por la música así como su capacidad para desempeñarse con estilo y profesionalismo en cualquier género musical  se debe, en parte, a esa mixtura cultural que le permitió crecer en distintos lugares del mundo.

 “Cuando uno se plantea metas y objetivos, determina tiempos específicos y algo que parece imposible o inalcanzable se convierte en realidad mucho más rápido. La clave está en no dejar de creer en lo que se ama, en uno mismo, en los talentos que poseemos y en nuestro poder interior. Todos los cambios genuinos nacen así”, concluyó la artista, quien se hace camino con talento, esfuerzo y trabajo.

Quienes quieran ser parte de Sound Star pueden contactarse a través del Instagram @soundstar21 o a los teléfonos +543764881779 / +541167046163

O pueden visitar el sitio web de Micol Ortas o el de la Academia Sound Star

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