Panorama empresario: cautela y entusiasmo por fin del cepo y su impacto en Misiones
Tras más de una década de restricciones cambiarias, el Gobierno nacional decidió levantar el cepo al dólar. La medida se complementa con un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional -cuyos tramos y disponibilidad aún no están claros- y la instauración de una banda de flotación que ubica al dólar entre 1.000 y 1.400 pesos. El anuncio agitó al mercado, generó reacciones dispares y dejó entrever un escenario de transición. En Misiones, los principales empresarios del agro, la industria, el comercio, el transporte, la construcción, las finanzas y el rubro inmobiliario ofrecieron un diagnóstico diverso pero unánime en un punto: el cambio era inevitable.
“Medio complicado decirte algo ahora. Creo que hay que esperar unas semanas para ver en qué niveles se acomoda el precio del dólar… pero en algún momento tenía que suceder. Aparentemente están dadas las circunstancias, teniendo en cuenta que lo hacen antes de las elecciones”, dijo con cautela José Hreñuk, referente del sector yerbatero y de la agroalimentaria Rosamonte. Su mirada resume una sensación compartida: era necesario, pero el contexto sigue siendo incierto.
Raúl Karaben, presidente de Piporé, fue más contundente: “Era absolutamente necesario salir del cepo. Tardó mucho. El desastre económico que nos dejó la gestión anterior era insostenible”. Para él, el problema de fondo eran las deudas que el Estado había acumulado con empresas privadas que giraron dólares para importaciones y nunca los recuperaron. “Ahora se van a cubrir con el bono BOPEAL. Es patear para adelante, pero al menos se reconoce la deuda. Con un dólar a 1.300 pesos, hay un 20 por ciento más de ingreso para exportadores. Es una gran noticia, no solo para la yerba, sino también para la madera”.
El empresario tealero Crispín Beitía, titular de la tealera El Vasco, opinó con mesura sobre el anuncio del levantamiento del cepo cambiario y la implementación de un nuevo esquema con banda de flotación para el dólar. “Es un poco apresurado opinar porque todavía no se puso en marcha. Deberíamos esperar al día lunes para ver los detalles de los anuncios”, señaló en diálogo con Economis.
No obstante, Beitía destacó el cambio de rumbo como un paso en la dirección correcta: “En principio, me parece muy buena decisión en general. Creo que los mercados lo van a aceptar. Pero estamos en Argentina”, cerró con una sonrisa, como reflejo de la cautela que aún persiste pese al giro anunciado.
También moderado, el ministro de Industria de Misiones, Federico Fachinello, consideró que la unificación cambiaria no será por sí sola lo que reactive las exportaciones. “En la yerba, el tipo de cambio no está entre los tres factores principales. Lo que importa es la apertura de nuevos mercados y el cambio de granel a envasado, que se fue dando con el tiempo. Eso sí genera impacto”. Para el té, en cambio, se abren oportunidades con los nuevos aranceles aplicados a China, “siempre y cuando nosotros quedemos en diez y otros países en treinta o cien”.
El presidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM), Guillermo Fachinello, destacó el levantamiento del cepo cambiario como una medida central para devolver previsibilidad a la economía y generar condiciones para mejorar la competitividad del sector exportador. En diálogo con Economis, remarcó que el empresariado recibe la medida con cautela, pero con expectativas positivas si se consolida un nuevo esquema de estabilidad.
“Estas medidas, junto con las del Fondo Monetario, aportan un poco de previsibilidad para mejorar el financiamiento a mediano plazo”, señaló Fachinello.
El titular de la CEM subrayó que, si el dólar logra estabilizarse en torno a los 1300 pesos, el país podría recuperar su competitividad en los mercados internacionales. “Si llegan a estabilizar, y con un dólar que quedaría más o menos en 1300 –si es así, hay que esperar al lunes– volveríamos a ser competitivos. Siempre y cuando sigan sin aranceles de Estados Unidos, que nos deje exportar, sería un buen momento para aprovechar”, expresó.
No obstante, Fachinello recordó que el empresariado misionero mantiene una postura prudente ante los cambios. “El empresariado siempre es cauto, porque ya vivimos algunos cambios en el sistema cambiario -valga la redundancia- y por ahí somos cautos en las opiniones”, afirmó.
Por último, advirtió que la brecha cambiaria que aún se observa puede afectar el rendimiento exportador. “Esta fluctuación de 1000 a 1400 es grande. La brecha en un número tan finito como el de exportación es significativa. Pero es cierto que nos da previsibilidad, y eso es lo que creemos que el mercado estaba esperando”, concluyó.
Alejandro Haene fue crítico: “Esta salida del cepo se da en el peor contexto posible, con tormenta perfecta incluida”. El economista y directivo de la Confederación Económica de Misiones (CEM) afirmó que la salida del cepo cambiario era una medida largamente esperada por todos los sectores, pero lamentó que se haya concretado en un escenario adverso, con múltiples frentes de tensión abiertos en el plano local e internacional.
“Sin lugar a dudas, todos estábamos esperando la salida del cepo cambiario. Pero esta medida debió haberse tomado cuando el gap entre el dólar oficial y el paralelo era mínimo y, a la par, el BCRA tenía la suficiente capacidad de fuego para frenar cualquier corrida que se pudiera dar ante la posibilidad de que los compradores quieran hacerse de los billetes”, analizó Haene en diálogo con Economis.
Para el economista, el actual panorama configura “la tormenta perfecta”: “El riesgo país pasó de 600 a 1.000 puntos básicos, Trump yendo y viniendo con medidas que afectan directamente a Argentina —y particularmente, por ejemplo, al sector tealero—, el Senado rechazando los nombramientos por decreto de Lijo y García Mansilla, las importaciones creciendo a ritmo galopante y cada vez con mayores volúmenes, jugando en contra de una industria nacional súper golpeada”.
A estos factores, Haene sumó la caída persistente del consumo, especialmente en alimentos, como una señal clara del deterioro del poder adquisitivo: “Es un dato no menor, porque significa que la población no tiene la capacidad de compra para hacer frente a esa necesidad básica”.
Desde el lado de la construcción, Silvana Ratti, titular de la firma homónima, advirtió que el impacto será gradual y que el mercado necesita tiempo para procesarlo. “No solo se trata de los desarrolladores, sino de todo el sector inmobiliario. Todavía hay incertidumbre. Por eso es clave acompañar con información, claridad y visión estratégica a cada cliente o inversor. Los ciclos de cambio generan ruido, pero también oportunidades para quienes están atentos”.
Omar Closs, de Petrovalle, expresó sus dudas ante la salida del cepo cambiario y advirtió que, si bien la medida es un paso hacia la normalización económica, su impacto sobre las provincias de frontera como Misiones podría ser negativo. Se mostró escéptico con el modelo económico vigente y señaló que los sectores productivos y laborales locales atraviesan un momento crítico.
“No estoy de acuerdo con este plan. A una provincia fronteriza como la nuestra no le va a caer nada bien. Tipo de cambio a favor de Brasil y Paraguay, yerba y madera complicadas, ingresos de empleados públicos bajos, turismo mal y sin obra pública. Esperemos que la emboquen, pero no es un modelo que me entusiasme. Al contrario, me asusta”.
Una visión similar, aunque con foco en el momento elegido, fue la de Diego Sartori, empresario y dueño de Sartori SA. “Salir del cepo era necesario, pero fue una medida apresurada. Cerraron con el Fondo y salieron corriendo a liberar el dólar. Somos especialistas en convertir medidas de crecimiento en medidas especulativas. En Misiones, el puente hoy está para el otro lado. Esperemos que estas medidas vuelvan competitiva a la provincia”.
El mercado inmobiliario, uno de los más afectados por las restricciones, recibió el anuncio con entusiasmo. Aarón Ortas, CEO de Fénix Inmobiliaria, consideró que “facilita el acceso al dólar, permite transferencias para operaciones y devuelve confianza. Además, podría reactivar el crédito hipotecario. Es una excelente noticia para el sector”.
En la misma línea, Maximiliano Haene, de Haene Castuariense, sostuvo que “la unificación del tipo de cambio y la liberación del dólar eran esperadas. No sabíamos que iba a ser ahora, pero está buenísimo. Simplifica las operaciones, reduce incertidumbre y podría generar mayor oferta de créditos”.
Daniella Cortés, de Solari Inmobiliaria, opinó que “después de años de restricciones, vuelve un poco de claridad. Vamos a tener que reacomodar precios y adaptarnos, como siempre en este país. Pero se abre un nuevo capítulo”. La clave, para la empresaria, es que el sinceramiento del tipo de cambio ordene el mercado y abra el camino a nuevas herramientas financieras.
En el comercio también se sintió el impacto. Javier Lorenzo, de Supermercado Cinco Hermanos, destacó las dos caras de la medida: “Más libertad y confianza, posible aumento de inversión extranjera, pero también riesgo de devaluación y pérdida de control sobre divisas. Sería prudente observar cómo reaccionan los proveedores y la frontera. Esta mañana ya se notó una aceleración en el consumo, incluso siendo mitad de mes”.
Lucrecia Ducret, del Hipermercado del Pollo, valoró que se haya logrado la medida, pero puso reparos sobre su implementación: “Me preocupa lo que pueda suceder con un dólar fluctuando entre 1.000 y 1.400. Esa amplitud genera incertidumbre”.
El economista jefe de la Fundación Mediterránea en la región NEA, Gerardo Alonso Schwarz, consideró que el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional y la decisión de levantar el cepo cambiario representan señales positivas para la economía argentina, pero advirtió que su efectividad dependerá de la consistencia fiscal del Gobierno. En diálogo con Economis, remarcó que el tipo de cambio más competitivo puede beneficiar a las economías regionales y a los sectores exportadores, aunque llamó a la cautela en las expectativas de corto plazo.
Además, subrayó que el escenario internacional también suma presión. “El contexto mundial claramente en las últimas dos semanas se enrareció bastante. Las medidas de Trump generaron un vuelo hacia activos de calidad por parte de los inversores, lo que hizo subir el riesgo país de Argentina hasta los 1000 puntos. Esta medida y este acuerdo con el Fondo despejan un poco las nubes y dan mayor previsibilidad, por lo menos por los próximos meses, a la economía argentina.”
Respecto al levantamiento del cepo, evaluó que “la primera reacción es: finalmente empezamos a salir de esto, más allá de que había sido una promesa de campaña del actual presidente. La verdad es que se estaba demorando. Este cepo comenzó en sus primeras versiones allá por 2011, cuando las personas tenían que empezar a pedir autorización a la AFIP”
“Es una buena noticia porque comienza a normalizarse también la economía argentina. Aunque si la pregunta es si esto significa que el lunes a las 9 de la mañana, cuando estén todos los mercados abiertos, vamos a estar en Suiza… claramente no. Pero sí es un paso hacia esa normalización y hacia la solución de algunos de los problemas que veníamos acumulando ya por casi 15 años.”
Consultado por el efecto en las economías del NEA, Alonso Schwarz fue claro: “El dólar, la modificación del tipo de cambio, hace más competitiva a todas las economías que están integradas con competidores extranjeros. Y esto no solo es válido para el sector forestal o el tealero que exporta a Estados Unidos o Asia, sino también para el comercio de Posadas, de Iguazú, de Bernardo de Irigoyen, que compite con Encarnación, Foz de Iguazú o Dionisio Cerqueira”.
Desde el mundo financiero, Diego Hartfield ofreció una interpretación centrada en la señal política que implica la salida del cepo. “El Gobierno está diciendo: ‘confío en mi plan, el que quiera comprar dólares que lo haga’. Eso puede hacer que el mercado también decida confiar. La apuesta es clara: no hay más emisión, hay escasez de pesos, y eso tiene que bajar la inflación. A mediano plazo, el peso debería fortalecerse. Esto es básicamente cómo funciona el resto del mundo: con libertad”.
El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, cerró el análisis con una evaluación realista: “No es la salida ideal, pero es mejor que lo que veníamos. El programa económico se había vuelto muy recesivo. Para sostener el dólar, se sacaban pesos de circulación y eso resentía toda la economía. Posiblemente ahora el puente se incline un poco hacia nosotros. El sector exportador tendrá mejores perspectivas y el turismo extranjero puede levantar. Algo irá a precios, pero no creo que tanto”.
Así, entre el alivio técnico y la preocupación territorial, el fin del cepo se instala como el inicio de una nueva etapa. No hay euforia, pero sí expectativas. Y en una provincia atravesada por la frontera, la informalidad, la caída del consumo y la falta de obra pública, cada movimiento del dólar se amplifica. Como dijo Ratti: “La constante readaptación es parte de nuestra historia”. En Misiones, el mercado ya empezó a reacomodarse.