Juan Pablo Galeano, abogado y Gerente de la Unidad Ejecutora de Uso de Agua de la empresa estatal Aguas Misioneras S.E estuvo en “Pasa de Todo” y habló de la importancia del agua como recurso económico para Misiones. También habló sobre la cultura del agua que tienen los misioneros, la huella hídrica y el agua virtual, y sobre cuáles son las políticas que se están llevando a cabo para empezar a valorizar el agua en la provincia.
En relación a la cultura del agua en Misiones, Juan Pablo sostuvo que “el misionero no tiene una cultura del agua muy asentada, de hecho creo que tiene una visión folklórica, algo romántica del recurso hídrico. Justamente, entiendo que debe ser por la sobreabundancia que a priori existe en nuestra provincia. Nosotros pensamos en Misiones y pensamos en el agua, en las Cataratas, en los recursos hídricos. Pero en realidad, ése es un concepto relativo porque si bien en Misiones abunda el agua, se trata de un recurso vulnerable y la cantidad no hace a su calidad. Me parece que eso conduce a que la gente deje de prestar atención, o bien que directamente no le dé el valor que debería tener. Justamente esto se traduce en una falta de visión y de concepción cultural del agua o del valor del agua que deberíamos tener”.
“De un gran porcentaje de las industrias misioneras que utiliza el recurso hídrico (y que las hay muy responsables), que poseen matrices de gestión de costos de procesos, los analizan y que constantemente están tratando de reducirlos; sin embargo, no saben cuánta agua utilizan porque no la miden: sólo tienen una perforación y sencillamente utilizan sin evaluar cuánta agua usan. Desde lo ambiental, hay empresas que se encuentran certificadas y miden todo, menos el agua, cuando ésta debería ser lo primero que deberían medir, inclusive respecto a qué calidad de agua están utilizando”, explicó.
Y continuó “se piensa en las Cataratas del Iguazú, en los saltos y sin embargo no se ve al agua como insumo indispensable del proceso productivo. Éste es el concepto que nosotros, nuestra generación, debemos comenzar a inculcar, no solamente teniendo en cuenta a nuestra generación sino para las generaciones futuras. Además, tenemos un recurso que es cada vez más escaso en términos relativos en cuanto a calidad. Misiones tiene gran cantidad de agua, lo que tenemos que ser es precavidos y no dar por sentado de la vamos a tener por siempre, si no cuidamos el recurso. Porque aparte, el costo de descontaminación del agua es infinitamente superior al control o a la prevención de la contaminación del mismo”.
Respecto de la distribución del agua, el especialista en Derecho Ambiental dijo que “el gran problema que existe es la distribución del recurso hídrico en términos naturales. Dentro de Argentina existen distintas realidades regionales respecto del agua. La realidad dentro de Misiones incluso es diversa: en la Zona Centro – Cerro Azul, Alem, Oberá – hay problemas de abastecimiento de agua; mientras que en la zona Sur no existe ese problema porque, en el caso de Posadas por ejemplo, dispone del abastecimiento del río. Se debería pensar en un plan integral misionero, en realizar un trasvase troncal provincial que pueda abastecer y garantizar el acceso al agua a las poblaciones de todas las provincias. Fuentes de agua hay muchas; por ejemplo, Urugua-í. Se podrían plantear, de norte a sur, planes de inversiones hidráulicas estratégicas, de abastecimiento a través de trasvases de agua. El trasvase no es algo de hoy, es un sistema implementado hace mucho tiempo en países como España”.
El Gerente de la Unidad Ejecutora de Uso de Agua de la empresa Aguas Misioneras reflexionó sobre la necesidad de valorizar económicamente el agua porque “en esto tenemos que trabajar y poner en agenda la importancia del agua, no solo en la parte doméstica -cuya utilización del agua es de un mínimo porcentaje – sino en todo el ámbito económico. El sector que mayor volumen de agua utiliza es el de la agricultura, seguido por el de la industria. Tenemos que empezar a valorizar económicamente el agua. ¿Y en Misiones cómo lo logramos? Pagando por el agua: solamente al pagar por algo, uno empieza a valorizarlo; si es gratis, uno no lo valora. En Misiones hay un error de concepto: la gente cree que, por tener una perforación en su predio – no estoy hablando del domiciliario sino del ámbito industrial, comercial y de servicios – el agua que extrae de allí le pertenece. Está equivocada: esa industria o comercio es dueña de la perforación, de la inversión que hizo pero no del agua que corre por debajo de su suelo”.
Juan Pablo también habló de las leyes que giran en torno al cuidado y a la utilización del agua en la provincia sosteniendo que: “Si bien no hay una legislación madre e integral, en Misiones existe desde el año 1982 la Ley XVI nº 15, antes 1838/82, que es la Ley del Código de Agua en la provincia, donde ya en su momento se establecían los tipos de agua de uso común, la concesión del agua, el tipo de uso del agua y se clasificaba por actividad. Existe también la Ley del Acuífero Guaraní, la Nº 4326 del año 2006, que ratifica la jurisdicción y el dominio del agua subterránea y el recurso hídrico provincial como propio de la provincia. Y en el año 2009 se crea la Ley 1 Nº 149, que da origen a la empresa Aguas Misioneras Sociedad del Estado y le asigna la utilización o el monopolio, la explotación del recurso hídrico con fines económicos en todo el ámbito económico. Entonces, hay legislación, no de la manera integral que hay en otras provincias, pero la legislación existe. Inclusive, hay disposiciones y resoluciones, por ejemplo, propias del Ministerio de Ecología, como la Resolución 562 o la 429 del 2006 y 2007 sobre algo muy importante que es el registro de las perforaciones. En la provincia hay muchas perforaciones que no están declaradas, cuando el titular o el dueño tiene la obligación de declararlas. Hay que declarar. Al hacerlo, comienza un proceso administrativo que autoriza a la industria o comercio a utilizar el recurso del Estado. Entonces existen herramientas jurídicas que hoy están protegiendo al Estado como dueño del agua. Eso es primordial”.
A su vez, resaltó: “Tengo una visión muy misionerista. Nosotros nos tenemos que cuidar de la Nación, esto es una opinión muy particular, nosotros tenemos que defender lo que es nuestro, lo que es de los misioneros, y que no nos pase como con los recursos hidrocarburíferos que fueron nacionalizados. Yo estoy totalmente en contra de la nacionalización del agua, de la nacionalización de los recursos hídricos. Es lo único que le queda a Misiones”.
Por otro lado, explicó el concepto de la huella hídrica y para entenderlo “hay que partir del análisis del Ciclo de Vida que tienen los procesos que se utilizan para evaluar cargas ambientales que se asocian a un producto, a un proceso o a una actividad: qué puede ser un determinado producto, qué influencia o qué carga ambiental genera, qué impacto genera entre el uso del recurso y las emisiones que se generaron para producir ese bien. La huella hídrica es un análisis específico de cuánta agua se utilizó para generar ese producto. Entonces, no es solo el análisis de cuánta agua se utilizó en la planta para envasar una botella de medio litro sino cuánta agua se utilizó en el proceso de la fabricación de la etiqueta, de la tapita, del pallet, es decir, todo lo que significó la fabricación de la botella para que llegue al consumidor: cuánta agua se utilizó en el proceso en general y cuánta agua se utilizó en la fabricación de cada uno de los insumos”.
Sobre el concepto de agua virtual explicó que “es el agua que está inmersa dentro del producto, aquella que no se ve. Se utiliza para determinar cuáles son las mediciones de exportación e importación de determinados productos, que en definitiva exportan agua. Lo que se busca a nivel mundial, que se llama la globalización del agua, es que los países empiecen a elaborar productos que no le impliquen un estrés hídrico en términos de productos, y puedan aplicar el uso del agua para más convenientemente, por ejemplo, para consumo humano”.
Galeano explicó que “Aguas Misioneras es la empresa que fue creada por ley y a la que se le asignó la comercialización de agua subterránea y superficial en la provincia de Misiones. Una de sus unidades de negocio es el envasado de agua mineral. El producto es Agua de las misiones. Respecto del producto, dijo: “Realmente, estamos muy orgullosos y muy satisfechos porque hemos logrado posicionar la calidad de nuestra agua, no solamente del producto sino del agua. Históricamente en Argentina, siempre que se pensó en agua, se identificó a la fuente como “de montaña”, y nosotros lo que impusimos, lo que estamos desarrollando es el agua de la selva, el agua de Misiones. Cuando voy a otros lugares y veo cada vez más, la botella de Agua de las misiones, que es el agua de Misiones, como un producto de excelencia, realmente es un orgullo porque, además, es del Estado. Es decir, todos nosotros en la empresa somos empleados, esta Empresa no es de una particular. Yo hoy estoy acá en estas circunstancias, pero el día de mañana vendrá otro pero la Empresa continuará porque es del Estado. Nuestra política interna en cuanto a proveedores es la de trabajar con empresas y emprendedores misioneros, como por ejemplo, nuestros proveedores de etiquetas y pallets.
Finalmente, Juan Pablo habló de los avances que se están haciendo en relación al cobro del agua para empresas que la comercializan de manera directa – es decir, como producto, en el caso de las envasadoras de agua- y también de manera indirecta. En ese sentido señaló: “Nosotros estamos avanzando a modo de acuerdo con cada una de las empresas. Venimos trabajando desde el 2014, haciendo un trabajo de hormiga. Lo que estamos haciendo hoy es a manera de colaborar en la creación de esa cultura del agua, de la que hablábamos al principio, que no está asentada actualmente en nuestra provincia pero que de manera urgente tenemos que generarla para preservar nuestros recursos hídricos”.
