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El periodista Tucker Carlson afirma que Trump anunciará la guerra con Venezuela

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EFE – El periodista conservador Tucker Carlson afirmó este miércoles que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciará la guerra con Venezuela durante su discurso a la nación de esta noche, según le informó un miembro del Congreso.

«Ayer se informó a los miembros del Congreso de que se avecina una guerra y que el presidente la anunciará en un discurso a la nación esta noche a las 21:00» (02:00 GMT del jueves), dijo el periodista en el pódcast ‘Judging Freedom’, de tendencia conservadora.

Trump comparecerá esta noche por televisión para dar un discurso a la nación desde la Casa Blanca en el que hará balance de su casi primer año de gestión.

También manifestará los planes que tiene durante los tres próximos años, según indicó ayer la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

El periodista Tucker Carlson afirma que Trump anunciará la guerra con Venezuela esta noche
Fotografía de archivo de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. EFE/EPA/ Shawn Thew

Se prevé que el mandatario aborde sus esfuerzos para reducir el coste de la vida ante las crecientes críticas entre sus propios seguidores, quienes le reprochan haberse centrado más en la política exterior que en los asuntos internos.

La escalada de las tensiones entre EE.UU. y Venezuela

Esta intervención tendrá lugar, no obstante, en pleno aumento de la tensión en el Caribe, donde el país ha desplegado en los últimos meses un gran operativo militar con la justificación de combatir el narcotráfico que opera en la región.

Esto ha incluido una serie de bombardeos en el sur del Caribe y el Pacífico oriental contra alrededor de dos docenas de lanchas al parecer cargadas de droga, provocando la muerte de al menos 95 de sus tripulantes.

Trump aseguró ayer en su cuenta de Truth Social que Venezuela «está rodeada» por «la armada más grande jamás reunida en la historia de Suramérica» y que la conmoción será como nunca antes hasta que «devuelvan todo el petróleo, las tierras y otros activos que robaron previamente» a Estados Unidos.

En este contexto, Trump confiscó un buque petrolero frente a las costas de Venezuela la semana pasada, y ayer ordenó el bloqueo total de todos los petroleros sancionados que entren o salgan del país.

Carlson se convirtió en una de las voces más destacadas de la derecha en Estados Unidos como presentador en Fox News, de donde fue despedido en 2023 después de que la cadena investigara un mensaje privado con contenido racista y violento.

Maduro alerta a la ONU la «escalada de amenazas»

Entretanto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo una llamada telefónica con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, para alertarle sobre la «escalada de amenazas» de Estados Unidos contra el país suramericano y «sus graves implicaciones para la paz regional».

Según un comunicado de Venezuela, Maduro mencionó a Guterres la publicación del presidente Donald Trump en la que anunció el bloqueo de todos los buques petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela.

Según el texto, Maduro calificó estas declaraciones como «expresiones de abierto carácter colonial» y criticó lo que dijo este miércoles el subjefe de gabinete de la Casa Blanca Stephen Miller, quien señaló que Estados Unidos creó la industria petrolera de Venezuela y calificó como «el mayor robo» de la historia estadounidense la nacionalización de 1976 por parte de Caracas.

El periodista Tucker Carlson afirma que Trump anunciará la guerra con Venezuela esta noche
Fotografía de archivo del presidente venezolano, Nicolás Maduro. EFE/ Rayner Peña R.

«El presidente Maduro subrayó que tales declaraciones deben ser rechazadas categóricamente por el sistema de Naciones Unidas, por constituir una amenaza directa a la soberanía, al derecho internacional y a la paz», señala el comunicado de Venezuela.

Además, el texto menciona que el mandatario venezolano expuso el «asedio político, diplomático y económico contra Venezuela, así como la intensificación de una campaña de falsedades y amenazas militares».

Maduro calificó estas acciones como parte de una «diplomacia de la barbarie» que es «ajena a la convivencia internacional» y reiteró la voluntad de Venezuela de «defender una diplomacia digna, el diálogo y la paz».

Guterres le dará seguimiento a la situación

Por su parte, Guterres reafirmó su «compromiso con el derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas», según el comunicado de Venezuela.

El secretario general de la ONU destacó la necesidad de «evitar cualquier escalada o confrontación» y advirtió que un conflicto armado en la región «carece de justificación y sería estéril, con consecuencias graves para la estabilidad regional y la zona de paz de América Latina y el Caribe».

«El secretario general informó que dará seguimiento a la situación y que acompañará su abordaje en el Consejo de Seguridad, promoviendo la desescalada y privilegiando siempre la diplomacia, el diálogo y la solución pacífica de las controversias», concluye el comunicado.

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Safrán: “Misiones no gasta más de lo que recauda”

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El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, explicó este martes en una entrevista radial en FM Show los motivos por los cuales el Gobierno provincial decidió pagar el aguinaldo de manera escalonada a los funcionarios de rangos superiores, en un contexto que definió como “muy complicado” desde el punto de vista económico, producto del ajuste nacional y la caída de la recaudación.

Safrán confirmó que el 20 de diciembre el aguinaldo estará acreditado para todos los trabajadores públicos, en un pago, pero reconoció que la situación financiera obligó a revisar la forma de cumplimiento. “Ha sido un año muy difícil para todos: familias, empresas y también para el Estado provincial”, señaló.

En ese marco, recordó que ya en junio muchas empresas privadas tuvieron que recurrir a créditos para pagar el aguinaldo, lo que evidencia —según sostuvo— el deterioro general de la economía durante el segundo semestre del año.

Orden fiscal y rechazo a la idea de cesación de pagos

Ante los cuestionamientos sobre una supuesta crisis financiera provincial, Safrán fue categórico: negó que Misiones esté en cesación de pagos y defendió el historial de orden fiscal del distrito. “Misiones no gasta más de lo que recauda, no toma deuda para gastos corrientes y no se endeuda para pagar sueldos, como ocurrió hace décadas”, afirmó.

Sin embargo, reconoció que la recaudación mostró caídas en varios meses del año, incluso con una inflación mensual del 2 al 3%, lo que genera tensiones en todas las jurisdicciones. “Las provincias también somos víctimas del proceso de ajuste nacional”, remarcó.

En relación al futuro inmediato, Safrán descartó problemas para el pago de salarios en enero y febrero y pidió evitar “instalar escenarios alarmistas”. “Somos ordenados y vamos a seguir pagando sueldos en función de los recursos disponibles”, aseguró, aunque admitió que será necesario ajustar gastos para sostener el funcionamiento del Estado, que incluye salud, educación, comedores y obra pública.

Recorte político y programas Ahora: definiciones abiertas

Consultado por posibles recortes en el gasto político, Safrán habló de una etapa de “oxigenación del gabinete”, vinculada a los recientes cambios impulsados por el gobernador Hugo Passalacqua, y puso el foco en la microgestión y la cercanía con la gente en un escenario de escasez de recursos.

Respecto a los programas Ahora, confirmó que todos están vigentes hasta el 31 de diciembre y que el Gobierno evalúa su continuidad en función del costo fiscal y el impacto real en la economía local. “Los misioneros hacen un esfuerzo muy grande para sostener estos programas, que ayudan al comercio, al empleo y a las familias”, explicó.

Safrán evitó confirmar si continuarán en 2025 y aclaró que cualquier anuncio será realizado por el gobernador. Sí ratificó el inicio del programa Ahora Fiestas desde el 20 de diciembre, clave para el consumo de fin de año.

Una obra estratégica en medio del ajuste

En el tramo final de la entrevista, el ministro destacó la licitación de la línea de alta tensión de 132 kV que conectará Posadas con la zona centro de la provincia, una obra largamente reclamada. La financiación se realizará a través de un crédito de la CAF a una tasa del 5,9% anual, a 15 años y con más de cuatro años de gracia.

Safrán subrayó que la baja tasa se explica por la buena calificación fiscal de Misiones y por tratarse de financiamiento multilateral. La obra, según indicó, podría comenzar durante el verano y apunta a mejorar un sistema eléctrico que hoy limita el desarrollo industrial en varias localidades.

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Las bandas cambiarias ahora ajustarán por inflación, y el BCRA prometió acumulación de reservas

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Con cepo aún vigente, el BCRA redefine el régimen de flotación cambiaria y pasa a ajustar las bandas por inflación. A partir de enero de 2026 comenzará una fase de re monetización que busca normalizar la cantidad de dinero en la economía sin poner en riesgo la estabilidad de precios.

Con la inflación en baja y el frente fiscal ordenado, el BCRA intenta pasar de la emergencia al crecimiento.

El anuncio llega tras superar el período de mayor incertidumbre política y con indicadores que, según el propio Central, validan el programa económico. La inflación anual se ubicó en 31,4% interanual en noviembre de 2025, con expectativas que continúan ancladas a la baja según el REM.

Flotación entre bandas con ajuste por inflación

Desde el 1 de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria se moverán todos los meses en función del último dato de inflación informado por INdEC con dos meses de rezago. El esquema mantiene el rol de las bandas como contención ante saltos abruptos del tipo de cambio, pero introduce una novedad clave.

Al no ajustarse por la inflación internacional, el techo de la banda se incrementa en términos reales con el paso del tiempo.

En la práctica, el Central busca ganar margen con el dólar sin resignar previsibilidad. El tipo de cambio deja de ser un ancla rígida y pasa a integrarse al esquema monetario con mayor flexibilidad.

Re monetización gradual y compras de reservas

El corazón del programa está en la acumulación de reservas internacionales. El BCRA proyecta que la base monetaria pase del 4,2 por ciento actual al 4,8 por ciento del PBI hacia diciembre de 2026. Ese crecimiento sería abastecido, en el escenario base, mediante compras de hasta US$10.000 millones en el mercado de cambios.

Si la demanda de dinero creciera un punto adicional del PBI, el monto podría escalar hasta US$17.000 millones, sin necesidad de esterilización sostenida. El Central remarca que todo estará condicionado a los flujos de la balanza de pagos y al comportamiento del mercado, una aclaración que busca desactivar temores a una emisión descontrolada.

La operatoria diaria tendrá un límite. Las compras representarán, en promedio, el 5% del volumen negociado en el mercado de cambios. La operatoria diaria tendrá un límite. Las compras representarán, en promedio, el 5% del volumen negociado en el mercado de cambios.

También se habilitan operaciones en bloque para evitar distorsiones en jornadas de baja liquidez, un punto sensible luego de semanas en las que el volumen cayó desde US$600 millones diarios a niveles cercanos a US$200 millones.

Más pesos, pero con sesgo contractivo

El BCRA insiste en que la expansión monetaria no implica un giro laxo. Mientras la inflación local siga por encima de la internacional, la política mantendrá un sesgo contractivo respecto de la trayectoria base de demanda de dinero. Si la demanda no acompaña, habrá correcciones.

La diferencia con etapas previas es estructural. El Central llega a esta fase sin pasivos remunerados, con un balance saneado y con una fuerte reducción de títulos públicos en su activo. Según datos oficiales, la proporción de deuda del Tesoro en el balance se redujo más de 65 por ciento en relación con las reservas brutas.

Crédito en recuperación y cambio de régimen

Los datos muestran un giro. Entre abril de 2024 y noviembre de 2025, el crédito bancario en pesos al sector privado pasó del 4,2 al 9 por ciento del PBI. En paralelo, el agregado monetario M3 creció de 14,5 a 16,7 por ciento del producto. Para el BCRA, la re monetización ya empezó y ahora busca consolidarse.

El contexto internacional y la reapertura del acceso del Tesoro a los mercados externos juegan a favor. Si la Nación logra refinanciar vencimientos en moneda extranjera, las divisas no se irán por la puerta de la deuda y quedarán en el balance del Central como reservas netas.

Comunicación y encajes

El programa se completa con dos definiciones operativas. Por un lado, el regreso del informe trimestral de política monetaria, que volverá a publicarse desde diciembre de 2025. El objetivo es reforzar la previsibilidad y reducir la incertidumbre.

Por otro, continúa la normalización de encajes bancarios, un proceso gradual que impactará directamente sobre la liquidez y la intermediación financiera. El BCRA deja claro que los cambios serán consistentes con la estabilidad de precios y que los encajes seguirán siendo una herramienta de calibración fina.

Lo que está en juego

El Central apuesta a un ciclo de expansión del crédito y de la actividad, pero bajo reglas distintas a las del pasado. Más pesos no implican más inflación si la demanda acompaña y si el respaldo viene por el lado de las reservas.

La incógnita no está en el diseño, sino en la ejecución. El mercado seguirá de cerca el ritmo de compras, la reacción del tipo de cambio dentro de las bandas y la capacidad del Gobierno para sostener el equilibrio fiscal.

El 2026 se perfila como el primer test de un régimen monetario que promete dejar atrás la escasez crónica de pesos sin volver a caer en los excesos de siempre. El 2026 se perfila como el primer test de un régimen monetario que promete dejar atrás la escasez crónica de pesos sin volver a caer en los excesos de siempre.

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El juego del dólar

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Escribe Bruce Edwards / F&D FMI – El dominio en el ajedrez consiste en ejercer control sobre casillas críticas que cubren rutas de movimiento vitales, no muy diferente de los atributos de una moneda de reserva dominante. De adolescente, Kenneth Rogoff tuvo su primera visión del mundo no dominado por el dólar en 1969, cuando abandonó el instituto en Rochester, Nueva York, para jugar contra campeones mundiales de ajedrez en lo que entonces era Yugoslavia. Rogoff continuó sus estudios en la Universidad de Yale y se sorprendió al escuchar a sus profesores anticipar el auge del rublo, dada la misura que había presenciado en el Bloque del Este controlado por los soviéticos.

Rogoff obtuvo un doctorado en economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y ha publicado investigaciones pioneras sobre diversos temas, incluyendo la independencia del banco central y los tipos de cambio. También fue economista jefe del FMI en 2001–03. Actualmente ocupa la Cátedra Maurits C. Boas de Economía Internacional en la Universidad de Harvard. Su último libroNuestro dólar, tu problema, examina el auge del dólar estadounidense y qué podría causar su caída. Discutió sus conclusiones con Bruce Edwards de F&D.

F&D: ¿Cómo llegó el dólar estadounidense a ser tan dominante como moneda de reserva?

KR: La respuesta corta son dos guerras mundiales. La Primera Guerra Mundial paralizó la economía británica, pero la libra esterlina siguió siendo, si no la moneda dominante, al menos codominante con el dólar. Tras la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña estaba arruinada, y Estados Unidos, con quizás el 40 por ciento del PIB mundial, se convirtió en el único juego disponible. Hacia el final de la guerra hubo un acuerdo —algo controvertido con los británicos— de que todos debían anclar sus monedas al dólar. Estados Unidos podía hacer lo que quisiera, pero con una gran salvedad: teníamos que intercambiar dólares por oro siempre que los acreedores oficiales lo pedían, lo que limitaba nuestro comportamiento. El título del libro se remonta a 1971, cuando el presidente Richard Nixon sorprendió al mundo diciendo: “¿Sabes lo que dijimos sobre cambiar tus dólares por oro? Ya no. No lo vamos a hacer.”

F&D: ¿Qué diferencia ahora en cuanto a que Estados Unidos utilice la fortaleza del dólar para reforzar su posición en la economía global?

KR: Empecemos por 1971, cuando Estados Unidos perdió el oro. En una reunión en Roma, los europeos y otros países en patrón dólar preguntaron al secretario del Tesoro estadounidense, John B. Connally: “¿Qué se supone que debemos hacer con todos estos billetes del Tesoro?” Y Connally respondió: “Bueno, es nuestro dólar. Ese es tu problema.” Nunca me gustó esa arrogancia, pero tras dejar atrás el patrón oro, Estados Unidos no tenía un plan para controlar la inflación. También era nuestro problema.

Avancemos hasta hoy, cuando estamos socavando la independencia de la Reserva Federal y tenemos problemas de déficit y deuda que amenazan la estabilidad financiera. Sí, es un problema para todos, pero también para Estados Unidos.

F&D: ¿Existen presiones sobre los bancos centrales para que sean menos independientes?

KR: Esas presiones han existido desde hace mucho tiempo. Cuando visité por primera vez el FMI en 1982, escribí el primer artículo sobre por qué deberías tener un banco central independiente y cómo podría ser una forma de afrontar la inflación. Otros también contribuyeron más tarde. Creo que la independencia de los bancos centrales ha sido la innovación política más impactante de los últimos 70 años. La gente puede discrepar, pero ha tenido tanto éxito que la gente ha olvidado por qué la necesita.

Incluso antes de que fuera presidente Trump, hubo presiones populistas, especialmente desde la izquierda, en economías avanzadas para que el banco central ayudara con el medio ambiente, con la desigualdad, y así sucesivamente. La pandemia fue una llamada de atención—quizá no deberíamos permitir este aumento de la misión. Pero sigue habiendo mucha presión, especialmente en Estados Unidos, donde la Fed se encuentra en una situación algo única. Pero la independencia del banco central está siendo atacada en todas partes. Me ha preocupado antes, pero nunca tanto como ahora.

F&D: ¿Han amenazado otras monedas con el dominio del dólar en la historia reciente?

KR: El yen fue una vez muy importante. Hubo un periodo en el que la economía japonesa parecía estar superando a la de Estados Unidos. Algunos de mis distinguidos colegas mayores en Harvard escribieron libros sobre cómo todos deberíamos imitar a Japón. En aquel entonces, Japón tenía la mitad de la población de Estados Unidos, pero su mercado bursátil y bienes raíces valían más. Parecía que nos estaban aplastando en todo. Pero actuamos duros con ellos, y cedieron en demasiadas áreas, terminando en una crisis financiera desastrosa. Pero las cosas podrían haber sido diferentes.

La decisión de China de atar básicamente el renminbi al dólar funcionó durante mucho tiempo. Pero hubo un periodo, empezando a principios de los 2000, cuando yo era economista jefe en el FMI, en el que dijimos: No deberías seguir haciendo esto. Eres un país grande y deberías tener tu propia política monetaria. Si fijas tu tipo de cambio, tiende a subir demasiado rápido el precio de bienes no comercializados, como las casas. Vas a tener inflación.

No creo que entendiera todas las dimensiones del problema al que se enfrentaba China en ese momento, pero si no se hubieran mantenido fijos en este tipo de cambio fijo—que distorsionó su desarrollo y que con el tiempo dejó de funcionar—la huella del dólar sería mucho menor. Hoy, Asia es la mitad del bloque del dólar. Podría haber sido más bien una cuarta parte o un tercio si China no hubiera estado girando en torno al dólar durante tanto tiempo.

Hay competidores del dólar en el margen: el euro, las criptomonedas, el renminbi, todos los cuales están minando poco a poco el dominio del dólar. Pero el problema mayor es que quizá los inversores no vean el dólar tan deseable como antes, y para absorber la oferta creciente, exigirán un tipo de interés más alto. El dólar podría mantener su posición número uno pero perder cuota de mercado.

F&D: En el libro dices que la deuda es el mayor peligro para la fortaleza del dólar y rechazas la idea popular de que la deuda estadounidense está segura. ¿Por qué?

KR: Así que hay una idea en todas partes, pero especialmente en Estados Unidos, de que la deuda es un almuerzo fácil: que los tipos de interés siempre van a ser muy bajos, así que no deberíamos preocuparnos. Bueno, los tipos de interés han subido. Y creo que los tipos de interés a largo plazo van a mantenerse altos durante mucho tiempo, al menos de media. Los factores estructurales las están haciendo altas, no solo en Estados Unidos, sino en Reino Unido, Francia, Japón, en todas partes.

Todo el mundo sabe que es brutal si tu hipoteca del 2 por ciento de repente sube al 7 por ciento. Los rendimientos de los bonos estadounidenses no han subido mucho, pero nuestros pagos de intereses casi se han triplicado respecto al PIB en poco tiempo. Son más grandes que el gasto en defensa. Estados Unidos tiene que adaptarse a este gran cambio y, en este momento, hay muy poca voluntad política para hacerlo. No culpo a ningún líder en particular. Seguiríamos teniendo un déficit enorme si tuviéramos un presidente completamente diferente. Puede ser muy difícil convencer al Congreso y al pueblo estadounidense de que frenen las cosas hasta que la economía llegue al borde del abismo.

Cuando el tipo de interés era cero, muchos economistas —incluidos algunos muy inteligentes— pensaban que las economías avanzadas en general ya no necesitaban preocuparse por la deuda. Esto se trasladó al trabajo del FMI. He dado charlas por todo el mundo advirtiendo que si los tipos de interés no se mantienen bajos, el servicio de la deuda se disparará. Pero me dijeron: No, no van a subir.

El tema dominante era la teoría secular de la estancación de Larry Summers. Paul Krugman también parecía argumentar que los tipos de interés reales serían cero para siempre. Olivier Blanchard, un gran economista, propuso un argumento similar. ¿Y si se equivocan? ¿Y si hay una guerra? ¿Y si necesitamos un despliegue militar repentino? Quizá los tipos de interés a largo plazo vuelvan a colapsar. Pero si no ocurre muy pronto —y si la IA no genera un crecimiento políticamente sostenible, no solo mayores beneficios a costa del trabajo— podría haber problemas.

Esta entrevista ha sido editada por motivos de extensión y claridad. Visita los podcasts del IMF o escucha abajo para escuchar la entrevista completa.

BRUCE EDWARDS forma parte del equipo de Finanzas y Desarrollo

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Reforma laboral sin empleo: el propio gobierno admite el fracaso de su argumento

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La reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei fue presentada como una pieza clave para combatir la informalidad y generar empleo registrado. Sin embargo, una reciente declaración del asesor laboral del Presidente, Julián De Diego —redactor del proyecto— dejó al descubierto una verdad que el oficialismo intenta ocultar: la reforma no va a crear trabajo formal. La admisión no solo desarma el principal argumento con el que se intentó legitimar el avance sobre derechos laborales, sino que obliga a replantear el verdadero sentido político de la iniciativa.

Lejos de tratarse de un desliz discursivo, el reconocimiento expone una coherencia interna del programa económico: el objetivo no es generar empleo, sino redefinir las condiciones en las que se trabaja, incluso aceptando que habrá menos protección, más precariedad y mayor transferencia de riesgos hacia los trabajadores.

El empleo no cae por derechos, cae por recesión

El proyecto oficial parte de un diagnóstico que no resiste el contraste con la evidencia empírica. No existe en la Argentina una relación demostrable entre derechos laborales y falta de empleo. Por el contrario, los períodos de mayor creación de trabajo registrado coincidieron con ciclos de crecimiento económico, expansión del mercado interno y políticas activas del Estado.

Según datos del INDEC, durante 2024 el salario real acumuló una caída superior al 20%, el consumo interno se desplomó y la actividad industrial y de la construcción registraron bajas de dos dígitos. En ese contexto, el desempleo volvió a crecer y la informalidad laboral se mantiene en torno al 40/45% de la población ocupada. No porque los derechos sean excesivos, sino porque la economía se contrajo violentamente.

La evidencia es clara: las empresas no contratan cuando no venden, no cuando existen convenios colectivos o indemnizaciones. Ninguna reforma laboral puede compensar una política económica que destruye demanda, asfixia a las pymes y paraliza la inversión productiva.

Flexibilización como política de ajuste

El propio asesor presidencial reconoce que la reforma no generará empleo. Esa frase, lejos de debilitar el proyecto, lo define con mayor precisión. La reforma laboral no es una política de empleo: es una política de ajuste.

La ampliación del período de prueba, el debilitamiento de las multas por trabajo no registrado, la desarticulación de la negociación colectiva y el ataque al rol sindical no apuntan a incorporar nuevos trabajadores al sistema formal, sino a abaratar despidos, disciplinar conflictos y reducir el poder de negociación del trabajo frente al capital.

En términos económicos, la reforma opera como una redistribución regresiva del ingreso: mejora la rentabilidad empresarial a costa de salarios más bajos, mayor inestabilidad y pérdida de derechos. En términos políticos, consolida un modelo que asume como natural la precariedad y renuncia explícitamente a la idea de desarrollo con inclusión.

El corrimiento deliberado del Estado

El reconocimiento oficial también expone otro aspecto central: el corrimiento del Estado de su responsabilidad histórica en la generación de empleo. En lugar de políticas de incentivo productivo, crédito, obra pública o fortalecimiento del mercado interno, el gobierno opta por intervenir exclusivamente sobre el eslabón más débil de la relación laboral.

La Argentina no enfrenta una “crisis de regulaciones”, sino una crisis de modelo económico. La informalidad no se explica por el exceso de derechos, sino por la persistencia de estructuras productivas débiles, la falta de planificación y la primarización de la economía. Ninguna de esas causas es abordada por la reforma.

Un cierre sin eufemismos

Que el propio redactor de la reforma admitiera que no habrá más empleo registrado debería cerrar definitivamente el debate público. Si no crea trabajo, si no reduce la informalidad y si no mejora las condiciones de vida, la pregunta ya no es técnica sino política.

La reforma laboral del gobierno de Milei no va a fracasar porque esté mal comunicada: fracasará porque no está pensada para resolver el problema del empleo, sino para consolidar un modelo económico que acepta el desempleo, la informalidad y la precarización como costos inevitables del ajuste.

Cuando un gobierno avanza sobre derechos sin siquiera prometer trabajo, lo que está en juego no es una modernización, sino una redefinición regresiva del contrato social. Y cuando esa admisión proviene del propio oficialismo, lo que queda al desnudo no es una contradicción, sino una decisión política consciente.

Empleo y modelo económico: lo que muestran los datos

Argentina, últimas décadas 
2003–2011      Crecimiento sostenido del PBI
Fuerte expansión del empleo registrado
Caída significativa del desempleo
Salario real en alza
Plena vigencia de convenios colectivos y derechos laborales
2016–2019      Ajuste fiscal y apertura económica
Caída del empleo industrial
Aumento de la informalidad
Salarios reales en retroceso
Intentos de flexibilización sin creación de empleo  
2024–2025  Recesión profunda
Derrumbe del consumo
Salario real con caída superior al 20%
Aumento del desempleo
Reforma laboral que el propio gobierno admite que no generará empleo  

Conclusión empírica: el empleo crece cuando crece la economía. La flexibilización sin crecimiento no genera trabajo: redistribuye pérdidas.

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