En agosto de 2025, Misiones volvió a quedar en el centro de la escena del Changuito Federal, el relevamiento mensual de la consultora Analytica que mide los precios de una canasta de supermercado en todas las provincias. La provincia se ubicó entre las de canasta más económica del país, con un valor de $724.005, apenas por encima de Chaco y Corrientes. Sin embargo, al mismo tiempo registró la suba más alta del mes, con un incremento del 3,4%, lo que marcó un contraste fuerte: los precios en Misiones siguen siendo bajos en términos relativos, pero aumentan a una velocidad superior a la media nacional.
El salto mensual fue tan marcado que, en términos nominales, Misiones lideró también el ranking: el changuito local se encareció en $32.426 en apenas un mes. Detrás se ubicaron Formosa (+$30.282), Entre Ríos (+$28.652) y Chaco (+$28.553). En el otro extremo, La Pampa apenas sumó $4.464, y Tierra del Fuego, $6.496.
Qué pasó en las góndolas
Los aumentos se concentraron en productos sensibles. En lácteos, el queso crema se encareció en la mayoría de las provincias entre 2% y 5%, y en algunas superó el 7%. La chocolatada y los postres también marcaron alzas generalizadas. En almacén, los fideos secos subieron con fuerza (entre 3% y 6% en promedio), salvo en algunas provincias patagónicas donde incluso hubo bajas. Entre las carnes procesadas, las hamburguesas avanzaron alrededor del 2%, mientras que huevos, té y salsa de tomate permanecieron estables.
El informe también expone la paradoja regional. En el NEA, donde las canastas son las más baratas, los salarios privados son de los más bajos del país. Eso implica que el changuito representa en promedio el 29% de dos sueldos. En el Patagonia, en cambio, los ingresos son más elevados y, pese a los precios altos, el esfuerzo es mucho menor: apenas 14,7% de dos salarios.
La explicación combina distintos elementos:
Efecto arrastre: partir de un nivel de precios más bajo deja margen para ajustes más bruscos cuando suben costos logísticos o de insumos.
Tributación local: la carga de Ingresos Brutos sobre supermercados varía por provincia y explica diferencias de precios finales.
Metodología homogénea: el Changuito mide siempre el mismo producto y marca, lo que asegura que las diferencias reflejan condiciones locales y no calidades distintas.
Radiografía misionera
Valor de canasta: $724.005.
Variación mensual: +3,4%, la más alta del país.
Aumento nominal: +$32.426 en un mes.
Contexto regional: el NEA lidera en presión sobre ingresos, con el changuito absorbiendo casi un tercio de dos salarios promedio.
Misiones exhibe la contradicción del momento: es la provincia donde el changuito todavía se paga más barato, pero también la que más rápido lo ve crecer.
El relevamiento semanal de la consultora Analytica mostró un aumento del 0,3% en alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires, con un promedio de cuatro semanas en 2,4%. La proyección para el índice general de precios de septiembre se ubica en 2,1% mensual, con impacto diferenciado según rubros.
Durante la segunda semana de septiembre, los precios de alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires registraron una variación semanal de 0,3%, según el relevamiento de la consultora Analytica.
El dato se suma a un promedio de cuatro semanas de 2,4%, lo que refuerza la tendencia de desaceleración inflacionaria observada en el último trimestre. Para el nivel general de precios, la consultora proyecta un incremento mensual de 2,1% en septiembre.
La evolución de los alimentos es seguida de cerca por el Gobierno y los analistas, ya que constituye el componente más sensible en la canasta de consumo y tiene un impacto directo sobre el poder adquisitivo de los hogares.
Variaciones por rubros: fuerte aumento en verduras y frutas
El informe destaca que las verduras encabezaron las subas con un 9,6% en el promedio de cuatro semanas, mientras que las frutas mostraron un incremento de 5,1%. Analytica aclara que en el caso de las verduras, el alza se explica en gran medida por el fuerte aumento registrado en la segunda semana de agosto, que eleva el promedio móvil.
En contraste, las categorías con menores aumentos fueron:
Café, té, yerba y cacao: +0,9%
Lácteos: +0,6%
Por otro lado, se verificó una baja en pescados y mariscos (-0,4%), una de las pocas categorías con retroceso de precios en el período.
Suba semanal del 0,3% y proyección de 2,1% en septiembre
El informe de Analytica proyecta que el nivel general de precios durante septiembre cerrará con una suba del 2,1%, consolidando un sendero de inflación moderada.
La evolución de los precios de alimentos y bebidas sigue siendo un desafío clave en el marco de la política económica:
Para los hogares, significa un alivio parcial en comparación con los picos inflacionarios de 2023, aunque con fuertes disparidades entre rubros.
Para el Gobierno, constituye un insumo crítico en la definición de paritarias, programas de asistencia y metas fiscales vinculadas al gasto social.
La heterogeneidad sectorial (con subas fuertes en frutas y verduras, y bajas en productos estacionales como pescados) también anticipa que la canasta de consumo continuará mostrando variaciones marcadas por factores climáticos, estacionales y de logística.
La actualización por inflación en haberes y programas sociales hizo crecer más de 30% en términos reales esas erogaciones, según estimaciones privadas. Por qué es un dato clave que mira el FMI
El gasto público en febrero mostró otro salto interanual por la baja base de comparación con el 2024 y porque algunos componentes tienen actualizaciones atadas a la inflación, lo que los hace mucho más inflexibles, como las jubilaciones y los programas sociales más relevantes. Por esa razón, el Gobierno profundizó el ajuste en subsidios, gasto en salarios públicos y obra pública, que prácticamente dejó de tener peso en el presupuesto.
Así surge de los números de febrero elaborados por la consultora Analytica que, en base a datos oficiales devengados -es decir compromisos de pago no necesariamente ejecutados, a diferencia del método base-caja con el que se realizan los informes oficiales todos los meses- midió que en febrero el gasto creció casi 11% en comparación con igual mes del año pasado. En enero ese incremento había sido de 21 por ciento.
Parte de la explicación es que los primeros meses de 2024 fueron los de mayor licuación de gasto por la escalada inflacionaria tras la devaluación de diciembre de 2023. Una vez que el Gobierno estableció por decreto una fórmula para que los haberes previsionales y la Asignación Universal por Hijo (AUH) se actualicen por inflación, al ritmo de gasto empezó a caer a un ritmo menor.
Analytica mostró que el gasto primario real devengado creció 10,8% interanual, y en el acumulado del primer bimestre, la suba fue del 15,5%; que entre los rubros con mayor incremento real respecto a 2024 figuran las transferencias a provincias (49,9%), asignaciones familiares y AUH (35%) y jubilaciones y pensiones (32,1 por ciento); y que todavía se sostienen fuertes caídas en obra pública (-68,3%) y subsidios económicos (-55,6%), con bajas en energía (-59,3%) y transporte (-50 por ciento).
Respecto al gasto en haberes, la consultora explicó que creció 38% interanual en febrero, lo que implicaría, desde un año atrás, una suba del haber mínimo en 54,8% real. Sin embargo, el efecto “base de comparación” es claro, ya que los refuerzos previsionales perdieron 23,7% de su poder adquisitivo en el último año, midió la consultora, que calculó que, sin bono, el haber mínimo cubre 110% de la canasta básica total para un adulto mayor y que con bono, la cobertura sube a 139 por ciento. Si la inflación se desacelera, el gasto en jubilaciones y pensiones podría aumentar 12,9% anual. Si la inflación se acelera, el incremento sería menor, del 6,6% interanual. Esto es así porque existe un rezago: las jubilaciones aumentan según el número de inflación de dos meses antes.
El Gobierno busca sostener el ajuste fiscal este año para asegurarse equilibrio en las cuentas públicas. De todas formas, en 2024 hubo ingresos extraordinarios que este año ya no estarán. Pero si la economía creciera ese 5% que esperan el Gobierno y el FMI, los ingresos tributarios asociados a la actividad también deberían mejorar.
Una primera muestra de un efecto atenuador de ese tipo podría verse en el caso del recorte de alícuotas de derechos de exportación. El costo fiscal estimado en los despachos oficiales ronda los USD 800 millones, aunque algunas proyecciones privadas lo elevan a más de USD 1.000 millones, según el grado de aceleración de liquidaciones.
En términos de gasto, SBS advirtió que la baja de la inflación le quitará “batería” a la “licuadora” por lo que el Gobierno debería apuntar a otro tipo de medidas y más “motosierra”. Según la consultor financiera, “todavía hay espacio para reducciones en gasto salarial y subsidios económicos”.
En tanto, Empiria planteó que repetir este año el desempeño fiscal de 2024, “es decir, un excedente financiero de 0,3% del PBI, luce desafiante”. Según su informe, “por ciertos ingresos con los que el fisco este año no podrá contar, que denominó déficit inercial, el Gobierno requerirá de medidas para compensar esa pérdida”.
Ese punto de partida fiscal de este año estaría marcado por recaudación que no habrá en 2025 como el impuesto PAIS, que se extinguió a fines de 2024, y medidas incluidas en el paquete fiscal, como el blanqueo, la moratoria y el anticipo de Bienes Personales. Por esa vía suman 1,5% del PBI, y por gastos con aumentos automáticos. como jubilaciones y Asignación Universal por Hijo, habrá otro 0,3% del PBI”.
Lo que suceda con el gasto y el perfil del ajuste de las cuentas públicas para asegurar el superávit es un dato decisivo en medio de las negociaciones aún en marcha con el FMI para un acuerdo nuevo. El Gobierno suele usar como carta a favor en ese ida y vuelta que el compromiso fiscal fue tan marcado en 2024 que el equipo económico mostró sobrecumplimiento de las metas de superávit.
El Fondo tiene sus propios planteos sobre este aspecto. En el último documento elaborado por el staff, publicado en enero, reconoció la transición rápida hacia el superávit que decidió el gobierno libertario, aunque hizo objeciones sobre el perfil de ese ajuste y cómo debería ser en adelante. “Para mantener y consolidar los avances iniciales en la estabilización probablemente será necesario ampliar el esfuerzo de reforma fiscal y mejorar aún más las condiciones sociales para fortalecer la aceptación de la población”, escribieron los técnicos.
“Además de las medidas fiscales de alta calidad (mejora de la progresividad del impuesto a la renta personal y reducción de los subsidios), una parte considerable de la recuperación fiscal inicial se logró mediante profundos recortes al gasto discrecional, incluida la inversión pública y los salarios, así como medidas de ingresos temporales o puntuales”, en referencia al impuesto PAIS o las incluidas en el paquete fiscal.
“A medida que se afiance la estabilidad macroeconómica, las políticas deberán orientarse hacia lograr que los avances fiscales sean más duraderos abordando las rigideces fiscales estructurales: haciendo que la recuperación de costos de las tarifas de energía sea automática, mejorando la sostenibilidad del sistema de pensiones y la masa salarial pública, reduciendo la naturaleza distorsionante y la complejidad del sistema tributario y mejorando la flexibilidad en las relaciones fiscales con las provincias”, consideró el organismo.
Relevamiento semanal de la consultora Analytica de los precios de alimentos y bebidas cierran el año con subas moderadas
Tercera semana de diciembre
Durante la segunda semana de diciembre, los precios de alimentos y bebidas registraron una variación semanal del 0,5%. Con este dato, el promedio de incremento en las últimas cuatro semanas se ubica en el 3,0%, marcando una leve desaceleración en comparación con meses anteriores.
Para el nivel general de precios, las proyecciones indican un aumento mensual del 2,4% para diciembre, un dato que consolida la tendencia a la moderación en el último trimestre del año.
Principales categorías con variaciones destacadas
Entre los productos que más subieron en el promedio de las últimas cuatro semanas destacan:
Frutas: +8,0%.
Otros alimentos (snacks, salsas, entre otros): +7,5%.
Aceites, grasas y mantecas: +6,6%.
Por el contrario, las menores subas se dieron en:
Café, té y yerba: +2,4%.
Lácteos: +1,9%.
Además, se registraron bajas significativas en dos categorías puntuales, explicadas en gran parte por la estacionalidad:
Pescados y mariscos: -0,2%.
Verduras: -8,9%.
Perspectivas
El cierre del año evidencia un escenario de precios que, aunque continúa en alza, refleja una desaceleración en algunas categorías clave. Las bajas en verduras y pescados, típicas de la temporada, contrastan con los incrementos más marcados en frutas y productos procesados. Las proyecciones del 2,4% para el índice general en diciembre son una señal alentadora en un contexto inflacionario aún desafiante.
Desde el sector privado proyectan una desaceleración producto de que no estarán los efectos estacionales que impactaron en marzo.
El índice de Precios al Consumidor en marzo registró una suba del 7,7% la cifra más alta de la gestión de gobierno. La inflación acumula un aumento del 21,7% y la variación interanual del 104,3%.
El gobierno y algunas consultoras privadas, proyectan que en abril debería desacelerarse, “Esperamos un descenso de cierta magnitud en el índice general”, afirmó Rubinstein secretario de Programación Económica, al referirse al mes de abril.
Después de brindar los datos de marzo, las consultoras privadas debieron corregir el número que esperaban para abril, que se ubicaba cerca del 6%. Ahora, ese número se acercó al 7%, marcando que si bien habrá una desaceleración los niveles seguirán siendo altos.
¿Cuál sería la inflación en abril?
Las alarmas en el sector de los alimentos y bebidas, posterior a los índices de marzo, se encendieron. De acuerdo al informe de la Fundación Libertad y Progreso, este rubro “tuvo un avance del 5,9% en las primeras dos semanas”.
Ecolatina, señala que en la primera quincena de abril el IPC GBA (que mide el área de Gran Buenos Aires), registró un incremento del 7,3% en comparación con la primera quincena de marzo, “confirmando que la dinámica inflacionaria estaría consolidando un piso más elevado tras la aceleración evidenciada durante el primer trimestre”.
En este sentido la consultora afirma que “sigue siendo preocupante que el registro del mes vuelva a estar impulsado por la categoría de Alimentos y bebidas (+9,5%), dentro del cual se destacan los avances de Carne de pollo y huevos (subiendo a +29%)”.
“Desaceleración no se observa, las primeras dos semanas de abril fueron complejas con subas en alimentos y bebidas” dijo Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra.
En resumen las tres proyecciones para el mes de abril: