Dos argentinos, detrás de la mayor operación de tráfico de armas en la región de los últimos tiempos
Diego Dirisio, presidente de una importadora radicada en Asunción, y su esposa, Julieta Nardi, están imputados en una trama que involucra a altos mandos militares del vecino país en el contrabando de fusiles para grupos criminales de Brasil