Secretos y apostillas de Macri en Misiones: Discurso con estómago vacío, la “advertencia” de Passalacqua y la ministra que es hija del ex dueño de Alto Paraná
Mauricio Macri estuvo ayer durante casi seis horas realizando su quinta visita a la provincia de Misiones desde que es Presidente. Economís siguió al Presidente por Villa Bonita, localidad distante a 2 kilómetros de Campo Ramón (30 de Oberá), y luego por Campo Viera y te cuenta los entretelones de esa mini-gira.
Hubo de todo, ansiedad y un discurso que se escuchó con los estómagos vacíos. Una llamativa ausencia en la inauguración del centro para la primera infancia “La Casa de los Gurises”. Té frío y reclamos por las tasas de interés “astronómicas” con los empresarios.
Y una sutil advertencia de Hugo Passalacqua, sin dudas, el gobernador no oficialista que mejor sintonía tiene con Macri. También, la increíble historia de la oriunda de Quilmes que arrancó su relación con Macri hace muchos años increpándolo y hoy inauguró un centro para ayudar a chicos de familias pobres con los dólares de la famosa valija de Antonini Wilson. Veamos…
La sutil advertencia de Passalacqua
Hugo Passalacqua es el gobernador no oficialista de mejor sintonía con Macri. Se nota cada vez que se los ve juntos, y también sucedió ayer en el patio de la “Casa de los Gurises” ese edificio moderno y amplio pintado de amarillo que a partir de esta semana recibe a cientos de chicos de la zona de entre 45 días y 5 años. Sin embargo, lo cortés no quita lo valiente y Passalacqua le mandó un mensaje muy sutil a Mauricio Macri “en estos tiempos difíciles”, como dijo en su brevisimo discurso para saludar al primer mandatario. “Queremos desearle en su estadía que suceda lo mejor, que nos mire a los ojos, como nos mira siempre. Y que cumpla, como cumple siempre”. Se sabe, el Presidente anda por estos tiempos tijera en mano viendo donde tiene que recortar gastos. No vaya a ser que se pase de rosca…
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Estómagos vacíos
Macri se demoró dos horas exactas ayer en su agenda. La culpa la tuvo el mal clima -cielo gris y amenaza de tormentas- que impidió aterrizar en la pista del aeródromo de Oberá al avión presidencial. Macri tuvo que aterrizar en el General San Martin (Posadas) y desandar los 100 kilómetros a Villa Bonita junto a Passalacqua, Humberto Schiavoni, Carolina Stanley, el ministro Germán Garavano y el secretario de la presidencia, Fernando de Andreis. Al final, terminó hablando en el hogar “La Casa de los Gurises” cerca de las 14. “Buenos días, porque todavía no almorcé”, dijo Macri de visible buen humor. Todo el mundo le agradeció la celeridad en el discurso. El de Macri no era el único estómago vacío en el hogar de Villa Bonita.
Stanley, la ministra que es hija del ex dueño de Alto Paraná (Arauco Argentina)
La joven ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, presente ayer en Villa Bonita y una de las impulsoras del hogar que se inauguró ayer, tiene un vínculo que pocos conocen con Misiones. Su padre fue uno de los dueños de Alto Paraná (hoy llamada Arauco Argentina), la empresa más grande de Misiones. ¿Cómo es eso? Nacida el 22 de septiembre de 1975 (cumplió 43 años hace dos semanas), esta abogada que estudió en el exclusivo St Catherine’s es hija un Guillermo “Willy” Stanley, uno de los principales ejecutivos del Citibank en los años 90. Ese banco de origen norteamericano tenía un fondo controlado por Stanley y otros banqueros llamado CEI (Citicorp Equity Investment) que tomó el control de Alto Paraná a mediados de los 90, en medio de una crisis que derivó en la venta de las acciones que la papelera Celulosa Argentina tenía sobre Alto Paraná. El papá de Carolina Stanley y sus socios en el CEI fueron los que decidieron en 1996 la venta de Alto Paraná a los chilenos del grupo Arauco, en una compulsa en donde también participaba el otro gigante chileno de la celulosa (CMPC) y el grupo europeo Weyerhauser.
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¿Dónde fueron a parar los dólares de Antonini Wilson?
¿Quién iba a decir hace 11 años cuando incautaron la valija con los 800.000 dólares de Antonini Wilson que parte de ese dinero iba a terminar en un moderno Espacio de Primera Infancia instalado en Villa Bonita, esa pequeñísima localidad casi pegada a Campo Ramón? La gran alma mater de ese logro fue Ana Méndez, una oriunda de Quilmes que trabaja en la villa 1-11-14, la que está frente a la cancha de San Lorenzo de Almagro, en el Bajo Flores. Méndez conoció a Macri en una visita que hizo a esa villa cuando el hoy Presidente aspiraba a la jefatura de gobierno porteño. Al principio lo increpó con vehemencia en un recorrida que el ex titular de Boca hizo por esa barriada. Pero fue le comienzo de una amistad. Macri la invitó a trabajar juntos y terminó apoyando sus proyectos para sacar a los chicos de la pobreza. “El Presidente está haciendo lo posible para salir de esto, pero él solo no puede”, dijo Méndez, una mujer a la que no hay que explicarle la situación en la que está el país, porque trabaja con los pobres desde hace mucho. “Pobreza hay ahora, mucha, y hubo antes, la culpa es de todos los gobiernos”, dijo, haciendo notar que lo que menos quiere es meterse en tironeos políticos. Y que no es militante de Cambiemos ni de ningún partido. Es militante de ayudar a los que menos tienen.
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Un intendente que batió un récord nacional
El que brilló por su ausencia ayer fue el intendente de Campo Ramón. José Luis Márquez da Silva. ¿Cuántas veces pasó en la historia argentina que un Presidente visite un pueblito perdido para inaugurar algo y el intendente del lugar haya pedido parte de enfermo? Márquez da Silva no anduvo ayer por el hogar y mandó a decir que estaba con un pico de presión. La realidad es que el jefe comunal está enfrentado con Ana Méndez, la impulsora del hogar, y quien consiguió los fondos. Méndez y Da Silva nunca pudieron congeniar. Da Silva no quizo prestar colaboración para el proyecto y Méndez al final terminó comprando el terreno donde instaló el hogar, cansada de esperar que Da Silva le consiguiera un lugar adecuado donado por el municipio. Dicen que el Consejo Deliberante le cedió un terreno pero no era bueno. Lo cierto es que Da Silva debe haber batido un récord nacional. Ser el primer intendente de un pueblito perdido -en este caso, en el centro de Misiones- que no recibe al Presidente de la Nación. Siempre hay una primera vez para todo. Lo más elocuente fue que, en cambio, estaba la plana mayor del gobierno de Misiones. A saber: Passalacqua, Herrera Auad, los ministros Marcelo Pérez, Ivonne Aquino, Lisandro Benmaor, Adolfo Pischik y Garay (se sumó más tarde). El diputado Ricardo Wellbach. Todos los funcionarios de Cambiemos de la provincia (Alfredo Schiavoni, Marcelo Julien -Anses Posadas-, Silvio Contreras -Anses Centro-). Jorge Rattier, Roberto Rocholl y el intendente de Oberá, Carlos Fernández.
Un detalle, Macri “ninguneó” a Campo Ramón en su discurso. Dijo que era lindo “estar en Oberá”… Aunque en el momento todos lo tomaron como una alusión del primer mandatario a la ciudad cabecera de la región donde se encontraba y no a una equivocación. Otros dijeron que el presidente sabía de los “palos en la rueda” que Márquez da Silva le puso a Méndez y su hogar para los niños.
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Té frío y regreso en helicóptero
Tras la inauguración del hogar en Villa Bonita, Macri se trasladó rápidamente hasta el establecimiento Klimiuk en las afuera de Campo Viera, distante a unos 40 kilómetros. Todavía sin comer, al Presidente le convidaron con té helado servido en un gran dispenser y tacitas blancas sin asas, como las que utilizan los orientales. En la reunión se sirvieron masas secas y Macri casi no pudo recorrer la planta porque estaba corto de tiempo y quería sentarse a trabajar con los empresarios y los funcionarios nacionales y provinciales. La idea de Macri es transmitir el mensaje: “A esta gente hay que ayudarla a crecer, para generar trabajo, traten de ayudarles en todo lo que les pidan”. La reunión fue breve pero dejó bien impresionados a los empresarios. “El presidente vino con la mejor predisposición”, destacó Renzo Klimiuk, quien ofició como vocero de la reunión. A la salida, Macri por fin pudo subirse al helicóptero presidencial para recorrer Misiones por aire y dejar la van gris con la que se venía trasladando desde que aterrizó en Posadas. La nave de color blanco y vivos celestes (igual a la que quedó inmortalizada en el último vuelo de Fernando de la Rúa) despegó desde el jardín de la iglesia luterana situada a 500 metros de la fábrica de la familia Klimiuk.
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