CINE PARAGUAYO

“El Festival de Oberá nos marcó el camino hacia la institucionalidad del cine paraguayo”

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Por Ulises Rodríguez – Entrevista a Christian Gayoso, director ejecutivo del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), en el marco del Festival Internacional de Cine Oberá en Cortos

La consolidación del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) marcó un antes y un después para el cine y las artes audiovisuales del país. A solo tres años de su funcionamiento pleno, el instituto ya impulsa convocatorias, fomenta la producción y fortalece vínculos regionales, en particular con Argentina y Misiones, desde espacios como el Festival Internacional de Cine Oberá en Cortos, donde Paraguay tuvo este año una destacada participación.

El guionista Christian Gayoso, primer director ejecutivo del INAP, repasa los orígenes de la institución, los avances logrados en materia de financiamiento, formación y cooperación internacional, y la importancia de que festivales como Oberá sigan tendiendo puentes entre cinematografías hermanas.

-El INAP es una conquista muy reciente, pero detrás hay un largo camino. ¿Cómo se llega a tener finalmente una institución de cine en Paraguay?

-La lucha por una institucionalidad para el cine paraguayo fue una lucha de décadas. Durante mucho tiempo los y las trabajadoras del audiovisual empujamos desde distintos espacios, algunos tan significativos como Oberá en Cortos que fueron fundamentales no solo para visibilizar nuestras obras, sino también para reflexionar sobre la necesidad de contar con políticas públicas sostenidas. De esos espacios surgieron los actores clave que luego impulsaron la creación del instituto.

La Ley 6106 de Fomento al Audiovisual, sancionada en 2018 y reglamentada en 2019, fue el punto de partida. Esa ley creó el INAP y el Fondo Nacional del Audiovisual Paraguayo (FONAV), que estableció un esquema de participación público-privada inédito en la región. Tras algunos retrasos por la pandemia, finalmente en junio de 2021 fui designado como su primer director ejecutivo. El año 2022 marca el inicio de su vida institucional plena, cuando el INAP logró su inclusión en el Presupuesto General de Gastos de la Nación.

Financiamiento y líneas estratégicas

El INAP no solo vino a dar un marco institucional al cine paraguayo: vino a dotarlo de recursos reales. Según Gayoso, el FONAV se financia a través del tesoro público, donaciones, regalías, actividades propias y fondos provenientes del comercio audiovisual.

“Actualmente, la partida presupuestaria asciende a unos 5,2 millones de dólares, una cifra muy importante para Paraguay. Este año ya recibimos un anticipo que nos permitió desarrollar acciones misionales clave: fortalecer nuestras convocatorias para proyectos en etapa de desarrollo, producción y distribución, además de lanzar nuestro propio cash rebate, el Pro API (Proyecto Audiovisual del Paraguay)”, explica.

El plan de ejecución del INAP se apoya en tres ejes principalesProducción nacional, con líneas de financiamiento ampliadas y la incorporación de la producción seriada; Incentivo a la inversión extranjera, a través del cash rebate que busca atraer rodajes internacionales y Formación y educación audiovisual, tanto en la generación de público como en la creación de una escuela pública y gratuita de cinematografía, con capacidad para formar a 300 personas por año y abierta también a estudiantes de la región.

“Queremos que el cine esté presente en todos los niveles educativos del Paraguay. La formación de público y la creación de una escuela son esenciales para consolidar una industria con raíces sólidas y mirada regional”, afirma Gayoso.

Una nueva etapa para el cine paraguayo

El desarrollo de la producción audiovisual paraguaya ha sido notable en los últimos años. “En 2019, antes de la pandemia, tuvimos un récord de nueve estrenos. Hoy estamos retomando ese ritmo, con unos cinco estrenos anuales, pero con proyectos más sólidos y procesos mucho más profesionales”, destaca.

Uno de los avances más relevantes fue la implementación de la línea de desarrollo de proyectos, una herramienta que, según Gayoso, “ha transformado la manera de pensar el cine en Paraguay”.

“Esa línea permitió que los realizadores bajen la pelota al piso y reflexionen sobre su obra como producto cinematográfico, con objetivos claros de circulación y exhibición. Antes, la batalla era solo filmar; hoy los proyectos se piensan con visión internacional”.

Los resultados ya son visibles. Las películas financiadas por el INAP están recorriendo festivales del mundo. Un ejemplo es “Bajo las Banderas, el Sol”, de Juanjo Pereira, que participó en el Mercado Entre Fronteras de Oberá en Cortos y luego tuvo una destacada trayectoria en el Festival de Berlín, manteniéndose tres semanas en cartelera paraguaya con más de 5.000 entradas vendidas.

“Ese dato es muy significativo: un documental sosteniéndose en salas comerciales durante semanas es un indicador de que el público paraguayo está redescubriendo su propio cine”, sostiene.

Integración regional y vínculos con Argentina

El audiovisual es, por definición, un territorio de colaboración. En un contexto donde Argentina enfrenta recortes en su política cultural, Paraguay aparece fortaleciendo sus lazos de cooperación.

“Si bien los fondos son fundamentales, muchas veces las gestiones y articulaciones facilitan tanto como el dinero mismo”, reflexiona Gayoso.

El INAP mantiene diálogo constante con el INCAA, el IAAviM (Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones) y organismos del MERCOSUR. “Con Argentina tenemos una relación estratégica. Compartimos historia, cultura y desafíos. Con Misiones, en particular, hay una cercanía natural que facilita las coproducciones. Estamos trabajando para dar el salto a la coproducción de largometrajes, después de experiencias muy positivas en cortos y desarrollo”, comenta.

El reciente acuerdo audiovisual del MERCOSUR, impulsado con la participación de la abogada argentina Anabel Jessenne, brinda un marco moderno y flexible que permitirá, según Gayoso, “una integración mucho más efectiva en el campo jurídico y productivo”.

“Argentina tiene una historia riquísima en el ejercicio del cine. Para nosotros es estratégico aliarnos, aprender y trabajar juntos. Vamos a transitar todos los caminos que nos conduzcan a Argentina, sin duda”, afirma.

Oberá en Cortos: un punto de encuentro decisivo

Este año, la participación paraguaya en Oberá en Cortos fue particularmente significativa. Con obras como Kuarahy-ára – El tiempo del sol dirigida por Hugo Gamarra -financiada por el INAP-, el país mostró su creciente presencia en los festivales regionales.

“Llegar a un festival donde las películas paraguayas ya lucen el logotipo del INAP es una satisfacción enorme. Este festival tuvo un papel clave en inspirarnos a construir nuestra institucionalidad. Espacios como Oberá en Cortos nos enseñaron el camino”, destaca Gayoso.

La visita tuvo, además, un carácter simbólico. “Mi mandato como director ejecutivo termina el próximo año, por lo que esta fue mi primera y última participación oficial en el festival. Quise venir personalmente a agradecerle a Oberá todo lo que ha aportado al cine paraguayo en estos años”, confiesa.

Un futuro que se está escribiendo

A tres años de su consolidación, el INAP representa para Paraguay un salto cualitativo y simbólico. “Hoy tenemos fondos, políticas y una estructura institucional que antes eran solo un sueño”, dice Gayoso. Pero más allá de los números, lo que está en juego es un cambio cultural profundo: la consolidación de una identidad audiovisual paraguaya, capaz de dialogar de igual a igual con la región.

“Estamos viviendo el momento más sólido de nuestra historia audiovisual. Y todavía es solo el comienzo”, concluye.

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Hugo Gamarra y ese cine que es memoria viva del Paraguay

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Por Ulises Rodríguez – Kuarahy-ára-El tiempo del sol del director paraguayo Hugo Gamarra rescata, más de medio siglo después, las huellas de un país visto a través de otra cámara y otro tiempo. Una película sobre la persistencia de la memoria, el amor al cine y el reencuentro con las propias raíces que generó profunda emoción entre el público del Festival y que volverá a proyectarse hoy a las 18 hs en el Cine Casino Oberá.

En la cuarta noche del Festival de Cine de Oberá se vivió una ceremonia cinéfila. Mientras las imágenes del documental Kuarahy-ára, el tiempo del sol, se desplegaban sobre la pantalla, el público se recogía en un silencio reverente. Algunas personas contenían las lágrimas. Otras sonreían con una mezcla de asombro y ternura. Era como si el tiempo -ese que todo lo devora y todo lo devuelve- se detuviera por un instante para que Paraguay volviera a mirarse a sí mismo.

El responsable de esa emoción colectiva fue (es) Hugo Gamarra, director, productor, investigador y uno de los más persistentes hacedores de la cinematografía paraguaya. Después de más de una década, Gamarra regresaba al Festival Internacional Oberá en Cortos -del que fue parte desde sus primeras ediciones-, esta vez no como jurado ni promotor, sino con una película que condensa una vida entera de amor al cine y a su país.

“Para mí es un placer estar de vuelta aquí, esta vez por una película”, dice, todavía con la voz encendida por la emoción del reencuentro. “La última vez que vine fue ese año que hizo tanto frío, que nevó en Buenos Aires y Santa Fe. No había calefacción en el hotel y dormíamos tapados con todas las frazadas. Pero el recuerdo más cálido es el de este festival, siempre abierto, siempre fraterno con el cine del Paraguay.”

Una película dentro de otra

Kuarahy-ára, el tiempo del sol es un documental-ensayo que Gamarra tardó veinte años en completar. En su centro late otra película: Kuarahy ohecha (Lo que ve el sol), realizada en 1968 por el francés Dominique Dubosc, un registro etnográfico de la familia campesina Cabral-Pereira en San Valentín del Abaí, Caazapá. Aquellas imágenes, que sobrevivieron apenas en copias deterioradas, circularon en los cineclubes de Asunción durante los años de la larga dictadura de Stroessner.

“Esa película me marcó en mi adolescencia”, recuerda Gamarra. “Era la primera vez que veía en una pantalla una representación auténtica de la paraguayidad. Cuando volví a encontrarme con esa copia, después de cuarenta años, sentí que debía hacer algo: reencontrar a Dubosc, encontrar a esa familia. Saber qué había sido de ellos. Esa fue mi aventura.”

De ese impulso nació Kuarahy ára-El tiempo del sol: una obra que cruza fronteras geográficas y temporales. Filmada en Francia, Argentina y Paraguay, es una travesía entre la memoria y el presente, entre lo que el cine recuerda y lo que el cine olvida. En ese viaje, Gamarra logra reunir, más de cuatro décadas después, al director francés con aquella familia campesina. La cámara, testigo y espejo, registra el temblor de ese encuentro: las miradas envejecidas que reconocen a quien los filmó cuando eran niños, la emoción del regreso, el peso de lo no dicho.

Durante la proyección en Oberá, el público vivió esa escena con un silencio que sólo rompen los sollozos. Nadie salió indemne de una película que, más que contar, revela: la persistencia de la memoria, la nobleza del pueblo paraguayo y la fe del cine como acto de reencuentro.

El cine como testamento y como oficio de amor

“Kuarahy-ára”, dice Gamarra, “es una película muy íntima para mí, muy simbólica en lo que representa mi devoción al cine, en sus varias manifestaciones: el cine como memoria, el cine como testimonio, como documento, como formación de público; y también mi pasado”.

Lo dice con la serenidad de quien sabe que cada fotograma tiene el peso de una vida. La película, que cuenta con un gran trabajo de montaje del argentino Mana García, no sólo reconstruye una historia: también es el testamento de un oficio, una declaración de amor a la imagen como forma de resistencia.

“Es un testamento sobre mi amor al cine y la importancia de la memoria fílmica”, explica el director. “El cine nos enseña a recordar lo que el tiempo quiere borrar.”

Gamarra, que fue fundador de la Cinemateca Paraguaya y del Festival Internacional de Cine de Asunción, es además autor de El portón de los sueños: vida y obra de Augusto Roa Bastos y Profesión cinero. A sus 69 años, ha dedicado su vida a rescatar y difundir el patrimonio audiovisual del Paraguay, y a pensar el cine como una forma de construcción nacional.

No es casual que Kuarahy-ára esté hablada en español, guaraní y francés, las lenguas que conforman su identidad múltiple. “El tiempo del sol” -como subtítulo y como metáfora- alude a ese Paraguay luminoso que persiste en los márgenes, en los pueblos, en las voces campesinas que el cine de Dubosc y el de Gamarra supieron escuchar.

El reencuentro de dos mundos

En una de las secuencias más conmovedoras, Dominique Dubosc vuelve al país después de 42 años. La cámara lo sigue por los caminos de tierra de Caazapá, bajo el mismo sol que lo deslumbró en 1968. Frente a la familia Cabral-Pereira, ya envejecida, el francés balbucea un “gracias” que resume el sentido de toda una vida dedicada a filmar lo humano.

Gamarra, desde detrás del lente, registra ese gesto con la devoción de quien está filmando una epifanía. No hay impostura: sólo verdad, emoción y respeto. Por eso la película conmueve incluso a quienes no conocen la historia. Porque habla de lo esencial: la memoria, la pérdida, el reencuentro y el poder del cine para unir los tiempos rotos.

“Yo creo que el cine es una forma de pensar el tiempo”, reflexiona. “Y esta película fue eso: pensar el tiempo que nos separó, el tiempo del sol que siguió girando sobre esas vidas.”

El regreso de Gamarra a Oberá también fue un reencuentro con la comunidad audiovisual regional. En el espacio profesional Punto de Industrias compartió reflexiones sobre el presente del cine paraguayo y el papel del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), creado en 2019.

“Dar un panorama del audiovisual paraguayo hoy es complejo, pero esperanzador”, dice. “Desde la creación del INAP, bajo la dirección de Cristian Gayoso, se está cumpliendo una gran labor. Por fin hay una política de Estado que impulsa no sólo la producción, sino también la formación de público, la investigación, el rescate del patrimonio audiovisual.”

Gamarra participó activamente en la redacción de esa ley. “Gracias a mi intervención en la audiencia pública del Congreso se amplió el objetivo de la ley: no sólo a la producción, sino a toda la cultura cinematográfica. Porque hay que pensar también el cine. Hay que pensarlo, reflexionar sobre él, qué se hizo, qué se hace y qué se puede hacer.”

En esa idea de pensar el cine, Gamarra encarna una figura singular: la del intelectual que crea, enseña, preserva y cuestiona. Un hombre de frontera entre la historia y la imagen, entre la teoría y la práctica, entre la memoria y el porvenir.

De Roa Bastos al porvenir

En paralelo a su trabajo fílmico, Gamarra prepara un libro monumental: Augusto Roa Bastos y el cine, fruto de décadas de investigación. Fue amigo del escritor y lo acompañó en su retorno al Paraguay tras la caída de Stroessner.

“Hice una película con Augusto que se llama El portón de los sueños”, recuerda. “Lo llevamos a su pueblo de la infancia, Iturbe, que marcó su sensibilidad de autor. Y desde entonces empecé a investigar su carrera cinematográfica, algo poco conocido en Paraguay, aunque en Argentina fue guionista de películas como Alias Gardelito, El trueno entre las hojasShunko. Ese vínculo entre literatura y cine es el que intento desarrollar en el libro.”

El proyecto, que se editará el año próximo en dos volúmenes, explora cómo el lenguaje cinematográfico atraviesa la escritura del autor de Yo el Supremo. Una obra más que confirma que, para Gamarra, pensar el cine es una forma de pensar la nación.

Cuando la proyección terminó en Oberá, el público esperaba la charla con el director para aplaudirlo, felicitarlo. Algunos aplaudían en silencio, todos buscaban a Gamarra con la mirada para abrazarlo. En sus ojos se notaba la misma emoción de aquel adolescente que, en un cineclub asunceno de los años setenta, descubrió por primera vez Kuarahy ohecha.

El tiempo había cerrado su círculo. Y el cine, otra vez, había hecho su milagro. “Yo creo que estamos viviendo un momento histórico muy significativo”, concluye. “El cine paraguayo está encontrando su lugar, su voz, su tiempo. Y Kuarahy-ára es, en el fondo, eso: una conversación entre el pasado y el presente, entre el sol de ayer y el de hoy. Porque el tiempo del sol -como el cine- nunca se detiene.”

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“El supremo manuscrito”y “Cara sucia”, películas para disfrutas por TV

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Dos afamadas películas se podrán ver este fin de semana largo en la tv misionera: “El Supremo Manuscrito”, de los directores paraguayos Jorge Díaz de Bedoya (Luna de cigarras) y Michael Kovich Jr., y el largometraje infantil “Cara Sucia”, del director misionero Gastón Gularte.

El sábado 29, a las 23.30 hs, llega a la pantalla del 12 la coproducción paraguaya, mexicana y argentina “El Supremo Manuscrito”. Participaron de la película rodada en el país vecino, técnicos misioneros y el productor Juancho Ferreira.

La película de ficción inicia con la desaparición en una subasta del manuscrito más valioso de la literatura paraguaya “Yo el Supremo” de Augusto Roa Bastos. El coleccionista Anton Remianiuk y la ganadora Ana Morel se enfrentan a peligrosos contrabandistas como a las pesquisas de la joven asistente de fiscal Valeria Aguirre, quien está sometida a la jerarquía tradicional y a su jefa. Tras el manuscrito, los personajes se verán atrapados en la maquinaria de corrupción, poder y mentiras que dibujan la sombra de un Paraguay ofuscado en el silencio.

Al momento del estreno el actor Fernando Abadiese, que interpretó el papel del coleccionista Anton Remianiuk, se refirió a la historia de película y las características de su personaje: “los dos protagonistas debaten sobre el poder y su carácter vicioso que es como lo aborda Roa Bastos en ‘Yo el supremo’. Además de eso hace referencia a la operación Cóndor y la dictadura que era el marco en el cual se desenvolvía el escritor en el momento de la autoría de su obra. Remianiuk da por sentado que el dinero y el poder son los motores de las personas y explican sus acciones”.

El domingo 30, a las 21 hs, será el turno de la película de live action+animación “Cara Sucia, con la magia de la naturaleza”. Esta película cuenta la historia de “Cara Sucia” y sus amigos, que viven alegres rodeados de naturaleza. Un día llega al lugar una multinacional para cortar ilegalmente toda la selva y vender la madera al mundo. Los niños y niñas reciben poderes y transformados en dibujos animados defenderán la naturaleza. La lucha será difícil. 

La película de la productora misionera Detrás del Sol Producciones, rodada íntegramente en Misiones, fue dirigida por Gastón Gularte, y es el primer largometraje producido y realizado en la provincia destinado al público infantil.

Se trata de un trabajo cinematográfico misionero de características únicas, en donde se crea un mundo que combina la actuación de niños y niñas con animaciones inspiradas en la naturaleza de la selva paranaense. En la dirección de Fx y composición estuvo el destacado diseñador gráfico Horacio Iaboni. En los roles actorales participaron Isabella Caminos Bragatto (protagonista), Matías de Jesús, Karen Slabcow, Vladimir Krauczuk y David Rodríguez Pérez (de España). Junto a ellos, actuó Laura Novoa, en el rol principal de la malvada bruja, Gustavo Garzón, Ana Fernández (España) y Jesús Pérez Echanique (Paraguay). 

Ambas películas podrán verse en la red de canales de tv y salas asociadas al Circuito de Pantallas Mirá IAAviM, que impulsa el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones como parte de sus acciones de exhibición que tienen como propósito acercar a las y los misioneros producciones locales y de la región, y conocer las obras de directores, productores, técnicos y artistas de la provincia.

Para mayor información sobre los canales y salas de Mirá IAAviM, visitar nuestro sitio

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Participación misionera en el segundo “Mercado audiovisual entre fronteras”

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Luego de tres días de intensos intercambios finalizó ayer en Gramado la segunda edición del Mercado Audiovisual Entre Fronteras -MAEF-, principal encuentro de la industria audiovisual de la región que reúne a empresas y productores del NEA Argentino, Paraguay y Brasil.

Desde el lunes, la delegación misionera integrada por siete productores y productoras, y un equipo del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones -IAAviM-, encabezado por su titular, Mario Giménez; participaron activamente de los espacios de vinculación y negocios, además de disfrutar de la programación del Festival de Cine de Gramado, el mayor evento cinematográfico del Brasil que este año celebra hasta este domingo su 50 aniversario.

Los proyectos misioneros que fueron presentados son: “La casa de Bormann”, de Sergio Acosta; “Anselmo Dice. Historia de una hazaña en la Triple Frontera”, de Juan Ferreira; “Pétalos Azules”, de Gastón Gularte; “Te invito a pasar”, de Victoria González; “Mitra, apaga la luz para poder ver”, de Diego Bellocchio; “La carne de los dioses”, de Elian Guerin; y “Las tormentas tropicales”, de Florencia Antunez. Además, la representación argentina se completó con los proyectos “Teresa en el otro país”, de Marcel Czombos; “Gringo Cué”, de Jessica Beard Valenzuela; y “Pupilas de la memoria”, de Carlos Pedroso.

El titular del IAAviM celebró la posibilidad de volver a realizar el MAEF luego de su primera edición en 2019, en Posadas. “Consolidar un polo productivo en una región integrada por el sur de Brasil, Argentina y Paraguay es una oportunidad estratégica muy importante, que a nosotros nos interesa desde lo institucional porque es generar nuevas oportunidades a un sector productivo que fue visionario en este sentido y que propició esta integración hace muchos años”, contó Giménez.

El director del Instituto Estadual do Cinema de Rio Grande do Sul (IECINE -RS), Zeca Brito, organismo que este año tuvo a su cargo la organización del MAEF manifestó que “en la segunda edición tenemos proyectos fantásticos con grandes players del audiovisual brasileño y latino, reconociendo nuestro territorio, nuestras historias, nuestros talentos, y ciertamente apuntando para el mundo, que nosotros llegamos para quedarnos, que nosotros llegamos para decir para la gran producción del streaming, de los contenidos originales, que estamos listos para también figurar dentro de esta producción universal y competitiva, que tenemos un mercado consolidado, que tenemos grandes historias y muchos talentos”.

Entre los principales players que asistieron se encuentran Amazon Estudios, Netflix Brasil, Warner Bros. Discovery, Paramount VIS, Sulflix, Boulevard Filmes, Circular Media, entre otros. En tanto, el jurado del pitch ante el cual se presentaron los proyectos misioneros estuvo integrado por Julia Priolli y Joana Brea de Amazon Brasil; Hebe Tabachnik, referente de Lokro Productions de Estados Unidos; Letícia Friedrich, de Boulevard Filmes de Brasil; y Flávia Barbalho Paulino, que representa al Festival de Cinema de Trancoso (Brasil).

Las productoras y productores misioneros destacaron la oportunidad de ser parte del Mercado y poder presentar los proyectos en búsqueda de coproducciones, financiamiento para postproducción y distribución en diferentes ventanas de exhibición. Estas instancias son centrales para la vinculación estratégica, escalar los proyectos y adquirir experiencia. Cabe destacar el apoyo del CFI a la línea de Exploración de Mercados y Captación de Inversiones del IAAviM que hace posible la participación de la delegación misionera en este mercado, al igual que recibir capacitación previa destinada al fortalecimiento de las herramientas para la presentación de los proyectos.

Durante el Mercado también se desarrollaron mesas de trabajo entre los responsables del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo -INAP-, IECINE, IAAviM y, como organismo invitado, el Instituto Nacional del Cine y el Audiovisual Uruguayo -INCAU-.

“El Mercado Audiovisual Entre Fronteras es un espacio muy importante para Paraguay ya que desde sus inicios, el IAAviM y el IECINE permitieron que Paraguay tuviera una representación a partir de organizaciones civiles. A partir de este segundo mercado, con la participación del INAP, lo que hacemos es que los tres países tengan una representación desde las instancias públicas, lo que nos permite articular fondos, esfuerzos desde el Estado, dar una mayor cobertura a esas iniciativas… En este segundo mercado estamos buscando consolidar este espacio, darle una trascendencia mayor, darle una sostenibilidad y creemos que vamos a dar un paso muy importante y vamos camino a generar un espacio que realmente va a ser referencia en la región”, sostuvo Christian Gayoso, titular del INAP.

Tercera edición

En la ceremonia de cierre del II MAEF, se realizó la firma de un Acta Especial Mercado Audiovisual Entre Fronteras en la que los representantes del IAAviM, el IECINE y el INAP, manifiestan su plena voluntad  de brindar sustentabilidad a esta iniciativa y destinar, en la medida de las posibilidades, los recursos materiales y humanos para las futuras ediciones. Además, se propone a la ciudad de Asunción como sede de la tercera edición del MAEF para el año 2023 e invitar al INCAU a participar de este evento. 

En el documento también se expresa el interés de avanzar en la cooperación para articular proyectos y programas con organismos internacionales a fin de obtener financiación para fortalecer y desarrollar el bloque regional audiovisual, potenciando el intercambio entre equipos técnicos y creativos, conocimientos y experiencias, como así también facilitar la circulación de obras audiovisuales con temáticas de interés transfronterizo. 

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El IAAviM y el INAP buscan el desarrollo de la industria audiovisual de la región

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El Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM) y el Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), firmaron un Memorándum de Entendimiento de Cooperación y Colaboración con vistas al desarrollo de la industria audiovisual de la región.

La rúbrica del documento se realizó el martes, en el Centro Municipal de Arte de la ciudad de Encarnación (Paraguay), a cargo de los titulares de ambos institutos, Mario Giménez del IAAviM y Christian Gayoso por el INAP. 

“De alguna manera hoy venimos a formalizar en términos institucionales algo que ya viene ocurriendo desde hace mucho tiempo entre el sector audiovisual de Misiones y el sector audiovisual paraguayo. Hay una colaboración conjunta que se viene dando, hay una coincidencia de ideas y hay, especialmente, una idiosincrasia compartida que es la que nos anima y moviliza a emprender cosas juntos”, puntualizó Giménez.

Por su parte, el flamante director ejecutivo del INAP expresó: “hoy dimos el primer paso para formalizar la relación con el IAAviM de Misiones. Es un Memorándum de Entendimiento que nos va a permitir crear alianzas con otras instituciones de cada uno de los países para fortalecer, fomentar lo que es la industria audiovisual de ambas partes”.

El presidente del IAAviM celebró el trabajo del sector audiovisual paraguayo para alcanzar la sanción de la Ley N° 6.106 de Fomento al Audiovisual en 2018 y la reciente creación del INAP. “Han conquistado un espacio institucional; entonces ahora vamos a reivindicar esta integración que ya se viene haciendo, desde un espacio formal, de un estamento gubernamental que se pone al servicio del sector y que tiene la voluntad de trabajar en conjunto porque pensamos y creemos fundamentalmente que en esta integración tenemos un potencial enorme, y vamos a trabajar en ese sentido”, señaló Giménez.

La directora del Audiovisual de la Secretaría Nacional de Cultura e integrante del Consejo Nacional del Audiovisual de Paraguay, Guillermina Villalba, manifestó que “es una emoción y un honor muy grande presenciar esta firma del primer convenio internacional de nuestro Instituto, y con nuestra querida gente de Argentina, del IAAviM, con quienes ya venimos trabajando y que tenemos muy buenas relaciones e intercambio cultural”.

Previo a la firma del memorándum, Gayoso, Villalba, Giménez y las gerentas de Fomento y de Exhibición, Distribución y Comercialización del IAAviM, Marisa Hassan y Mariana Fried, mantuvieron una reunión de trabajo que dio continuidad al encuentro desarrollado en octubre de este año en Asunción.

Entre los temas que se trabajaron cabe mencionar el intercambio de contenidos para muestras regionales, propuestas de coproducción a través de una convocatoria conjunta entre ambos institutos, el fortalecimiento y desarrollo de proyectos y conformación de equipos mixtos, y la definición de una agenda de participación en mercados internacionales en bloque con acciones en torno al Mercado Audiovisual Entre Fronteras. Del mismo modo, la necesidad de avanzar en una gestión conjunta que permita agilizar el tránsito fronterizo de realizadores, técnicos y actores -al igual que de equipamiento- para el intercambio de experiencias de producción, fue otro de los puntos centrales de la reunión.

En la oportunidad, Mario Giménez recordó el antecedente de la primera acta constitutiva de la Red de Cooperación Audiovisual Entre Fronteras, suscrita también en Encarnación en 2017 en el marco del Festival Cinecable y señaló las oportunidades que se avizoran para los y las realizadoras de la región a partir de la articulación con el INAP.

Un vínculo que traspasa las fronteras

“Es súper importante lo que está sucediendo hoy porque justamente Encarnación y Posadas son ciudades hermanas, tenemos casi las mismas tradiciones, la cultura; y Encarnación está en un momento en el que ya se encuentra en un nivel técnico y artístico como especial, o sea, una transición de profesionales hacia el rubro audiovisual en el que es un momento ideal para empezar a trabajar con Posadas”, destacó Katia Acosta, actriz y presidenta de la Asociación Cinecable.

“Me emocionó mucho que muchos paraguayos mencionaran que eran hijos de formación de Misiones, lo que demuestra el apoyo que nosotros tuvimos para crear formalización, para crear formación, para crear una conducta profesional; que es la que hoy en día el INAP tiene, el compromiso de fortalecer y robustecer, y de retornar a Misiones coproducciones tratando de estar al alcance, a la calidad, a las expectativas que se pueden tener en este tipo de acuerdos”, manifestó Gayoso.

El director de la película independiente “Morgue”, Hugo Cardozo, expresó “este tipo de cosas para nosotros es muy importante, nos ayuda muchísimo como realizadores… nosotros necesitamos ese acompañamiento, gente que nos ayude para que estos emprendimientos puedan crecer; el cine paraguayo está creciendo cada vez más”.

Diego Samaniego, realizador encarnaceno, egresado de la carrera de Comunicación Social de la UNaM, fundador de Cinecable y asiduo participante de los equipos de trabajo de Oberá en Cortos, compartió al igual que sus compañeras y compañeros realizadores sus inquietudes y expectativas respecto al desarrollo de la actividad audiovisual en la región. “Me parece un gran paso que tengamos la oportunidad de estar hoy con las autoridades del INAP, de la Gobernación y de la Municipalidad y tener el ejemplo del IAAviM, porque que para que Encarnación, Itapúa, sea una ciudad de cine, se trata de una decisión política”, concluyó.

El acuerdo entre el INAP y el IAAviM permitirá fortalecer los lazos regionales y avanzar hacia la proyección y consolidación de una industria audiovisual que crece y permite afianzar la cultura e identidad de la región entre fronteras.

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