Importaciones vía courier crecieron 389% en julio y transforman el consumo en Argentina
Las importaciones bajo la modalidad courier alcanzaron en julio un crecimiento interanual de 389,5%, sumando US$94 millones, y consolidan una transformación en los hábitos de consumo en la Argentina. De acuerdo con un informe de la consultora Analytica, basado en datos oficiales del Indec, la operatoria “puerta a puerta” ya se posiciona como uno de los principales canales de acceso a bienes tecnológicos, indumentaria y productos de uso personal, con un ritmo de expansión que plantea desafíos a la industria nacional y a la política comercial.
En los primeros siete meses de 2025, las compras vía courier totalizaron US$408 millones, lo que representa un avance del 258,2% interanual y prácticamente duplica todo lo registrado en 2024. La cifra se acerca al máximo histórico alcanzado en 2022, cuando esta modalidad había despuntado en plena flexibilización pospandemia.
El informe de Analytica advierte que, aunque los volúmenes representan aún una fracción de las importaciones totales, el cambio cultural en la forma de consumir anticipa que el courier seguirá ganando protagonismo. El crecimiento responde tanto a factores regulatorios como a nuevas dinámicas de consumo digital vinculadas al acceso a plataformas internacionales.
“Estamos frente a un cambio estructural en la manera en que los argentinos acceden a bienes que antes eran más costosos o directamente inaccesibles en el mercado local”, concluye el reporte.
El salto en las importaciones se explica en gran medida por la decisión del gobierno de Javier Milei de flexibilizar las condiciones del régimen “puerta a puerta”.
A fines de 2024 se dispuso un aumento en el límite de valor por paquete, que pasó de US$1.000 a US$3.000. Además, las compras personales de hasta US$400 quedaron exentas de aranceles, debiendo abonar únicamente el IVA correspondiente.
“Queremos que todos los argentinos puedan acceder a precios más competitivos, no solo quienes viajan al exterior”, había señalado el ministro de Economía Luis Caputo al anunciar las medidas.
En paralelo, el Banco Central eliminó cupos restrictivos para giros de divisas asociados a pequeños envíos, lo que facilitó la operatoria de plataformas internacionales como Shein, Temu, Tiendamia y Amazon.
Textiles y autopartes, en el centro del debate
El fenómeno tiene impacto directo en sectores sensibles de la producción local. Según la Fundación Proteger, siete de cada diez prendas vendidas en la Argentina son importadas, una cifra que refleja la presión sobre la industria textil nacional, que debe competir con modelos de consumo basados en velocidad, bajos precios y logística internacional eficiente.
Plataformas como Shein y Temu impusieron un esquema de compras masivas y rápidas, que desafía la competitividad de las marcas locales. Frente a esto, la industria argentina apuesta a diferenciarse en calidad, cercanía y servicios posventa.
El crecimiento no se limita a la indumentaria. La plataforma Tiendamia informó que las importaciones de autopartes bajo este régimen crecieron 385% interanual en los primeros siete meses del año, especialmente en accesorios de motos, repuestos, sistemas de sonido y elementos de seguridad.
También el rubro de belleza y cuidado personal registró un fuerte salto: la categoría Health & Beauty creció 133% en ítems vendidos y 163% en facturación respecto al mismo período de 2024.
El auge del courier abre un debate económico y político en torno al equilibrio entre apertura comercial y protección de la industria nacional. Mientras consumidores y plataformas celebran la mayor oferta y competitividad de precios, sectores industriales alertan por el riesgo de una pérdida de empleo y una mayor dependencia de bienes importados.
En términos macroeconómicos, el incremento de esta modalidad representa un alivio parcial en el acceso de los hogares a bienes de consumo, pero también presiona sobre la balanza comercial en un contexto en el que el Banco Central busca preservar divisas.
De cara a los próximos meses, los analistas prevén que la modalidad “puerta a puerta” seguirá en expansión, especialmente en un escenario de inflación en baja y mayor estabilidad cambiaria. El desafío será, para el Estado, definir un marco regulatorio equilibrado que permita consolidar los beneficios para los consumidores sin desarticular los sectores productivos locales.
