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Libertad Avanza en Misiones: propuestas para desburocratizar la economía, bajar impuestos y ampliar zonas francas

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Los candidatos a Diputados por Misiones, Diego Hartfield y Maura Gruber junto a referentes de Libertad Avanza expusieron las prioridades económicas y regulatorias para Misiones en la antesala del 26 de octubre: reducción del Estado, reforma impositiva y zona franca nacional

En un evento llamado Misiones Productiva, los candidatos y referentes de Libertad Avanza en Misiones —entre ellos Diego Hartfield (candidato a diputado nacional), Miguel Boggiano (analista financiero)— el espacio delineó ejes prácticos de su propuesta económica: desburocratización, reforma impositiva y laboral, y una ambición de zona franca nacional. Los entrevistados defienden recortar el tamaño del Estado como condición previa para reducir impuestos y ampliar incentivos a la inversión; además pronostican que las reformas buscadas por el gobierno nacional necesitarán un volumen legislativo mayor, que se jugará en la elección del “veintiséis”, según sus propias palabras. La conversación remarcó preocupaciones concretas de productores y empresas misioneras sobre competitividad fronteriza, regulación ambiental y aplicación de normativas que, en su visión, frenan la inversión y el desarrollo productivo.

Propuestas centrales: desburocratizar, bajar impuestos y una reforma laboral e impositiva

Los referentes del espacio ubicaron como prioridad la “economía libre” y la eliminación de trabas que, según ellos, encarecen y desincentivan la actividad privada. Diego Hartfield afirmó que a los productores “les piden todo el tiempo desburocratizar el trabajo y que podamos tener una economía libre para poder trabajar”, y definió a la sobrecarga tributaria provincial como un problema estructural: “tenemos una aduana paralela, un peaje a la entrada… no puede ser… en una provincia que es una esquinita entre Brasil y Paraguay cobrar peaje en la entrada nos dificulta mucho la competitividad”.

En la agenda legislativa propuesta, los ejes mencionados con mayor insistencia fueron:

  • Reforma impositiva para reducir el peso de las transferencias y retenciones en las cadenas productivas.
  • Reforma laboral orientada a “achicar el costo” de despido y evitar incentivos a la judicialización masiva de conflictos laborales. Miguel Boggiano subrayó que “la primera es la reforma laboral y la segunda es la reforma impositiva”, y advirtió sobre efectos de litigiosidad en el fuero laboral que, a su juicio, distorsionan incentivos empresariales.

Hartfield lo sintetizó: “primero trabajamos en eficientizar las cuentas… una vez que tengamos las cuentas ordenadas… el siguiente paso es bajar impuestos”.

Zona franca, crédito y expectativas de inversión: enfoque nacional con impacto local

El anuncio reciente sobre la ampliación de la zona franca a Posadas y Bernardo de Yrigoyen fue tema de debate. Para Hartfield, la medida es positiva en tanto se avance hacia una “zona franca para todo el país”: “Hay que ver las delimitaciones de esta nueva zona franca”, dijo, y añadió que lo importante es evitar cargas impositivas por transferencias internas. Sin embargo, tanto Hartfield como Aldo Gruber manifestaron recelos sobre que la implementación sectorial o la concesión a actores específicos derive en beneficios concentrados: Gruber señaló que algunas soluciones “serían negocio para la empresa y para algunos que pueden comprar algo, pero en general no sé cómo se va a pasar eso en el resto de la provincia”.

Miguel Boggiano vinculó la agenda de reformas con la llegada de financiamiento y crédito: señaló que la incertidumbre electoral y la fragmentación de los comicios a lo largo del año han frenado decisiones de inversión y consumo. “Cualquier inversión o consumo se pospone… eso reduce la actividad”, afirmó, y añadió que la posibilidad de crédito a tasas razonables dependerá de la resolución de la incertidumbre macro y política.

Reglamentación ambiental, uso de agroquímicos y gestión pública: tensiones entre producción y conservación

En la voz del empresariado misionero representado por Aldo Gruber emergieron reclamos claros sobre la normativa ambiental y fitosanitaria. Gruber pidió una readecuación de la ley 26.331 (citada como “la Ley Bonazo” en la entrevista, también conocida como Ley de Bosques) para “que esté acorde” y permita desarrollar actividades de industria, ganadería y forestación, sin afectar los parques nacionales y provinciales. Sobre el glifosato, reclamó que se despeje la incertidumbre regulatoria: “el tema del glifosato… es una espada de Damocles sobre la cabeza de todos los productores. Hoy te doy y mañana te corto la cabeza”.

Además, Gruber insistió en la necesidad de un Estado más eficiente y menos clientelar: “hay que eficientizar el Estado… no haya tantos ñoquis… que solo ponen sello”, reclamó, y dijo que el foco del sector debe ser la previsibilidad y la seguridad jurídica para invertir.

Riesgos políticos y sociales: presiones, miedo al voto y judicialización

En el relato de campaña, Hartfield describió tensiones en el terreno electoral: denunció presión sobre votantes en comunidades del interior y señaló que “mucha gente se nos acerca y no quiere salir en las fotos, tienen miedo”. También se hizo referencia a episodios judiciales vinculados al propio espacio: “El mismo Espert se apartó y está en manos de la justicia”, dijo Hartfield, pidiendo concentrarse en propuestas en la recta final de campaña.

Por su parte, Boggiano advirtió que la dinámica política —con elecciones desdobladas— genera pausas en la economía que afectan a empresas y familias, con efectos multiplicadores sobre la inversión y la dolarización de activos por parte de los agentes económicos.

Repercusiones previsibles por sector

Productores y pymes locales. Las demandas de menor carga fiscal y de reglas laborales más flexibles responden a que los actores productivos buscan reducir costos de operación y litigiosidad. Si se impulsaran las reformas propuestas, podrían aliviarse costos de corto plazo, pero también generar confrontación con sindicatos y sectores que defienden la actual tutela laboral.

Sector ambiental y comunidades locales. Las propuestas de readecuar normativas ambientales y levantar restricciones sobre agroquímicos pueden intensificar el debate entre productores y grupos ambientalistas; la ausencia de consensos técnicos podría derivar en conflictos políticos y judiciales.

Inversores y crédito. La expectativa de mayor crédito y de llegada de inversiones internacionales (mencionada en términos generales por Boggiano) depende de la confianza que generen decisiones fiscales y de gobernabilidad; la incertidumbre electoral y la percepción de riesgo regulatorio pueden frenar estos flujos a corto plazo.

Política nacional y legislativa. Los entrevistados enfatizan que la viabilidad de reformas estructurales (impositiva y laboral) exige volumen legislativo en el Congreso y, por tanto, que los resultados del “veintiséis” serán determinantes para traducir discursos en cambios normativos.

Viabilidad y puntos de conflicto

Las propuestas que articulan Hartfield, Boggiano y Gruber combinan reclamos de competitividad regional (reducción de impuestos y simplificación administrativa) con un claro sesgo hacia la liberalización económica. Para que estas medidas se concreten, las condiciones que los entrevistados mismos señalan —orden fiscal, acuerdo político en el Congreso y mayor certidumbre macroeconómica— deben darse en simultáneo. De lo contrario, existe el riesgo de generar tensiones distributivas (trabajadores vs. empleadores), conflictos regulatorios (ambientalistas vs. productores) y percepción de captura de beneficios si medidas como la creación o ampliación de zonas francas terminan concentrando ventajas en actores privilegiados.

En suma, la campaña en Misiones exhibe una narrativa coherente con la estrategia nacional del espacio: empujar reformas profundas que reducen el rol del Estado y recortan cargas para el sector privado, planteo que enfrenta resistencias políticas y sociales importantes y cuya implementación dependerá tanto del resultado electoral del “veintiséis” como de la capacidad de negociación del gobierno para articular consensos.

Textuales:

  • Diego Hartfield: “A nosotros nos piden todo el tiempo desburocratizar el trabajo y que podamos tener una economía libre para poder trabajar.”
  • Diego Hartfield: “Tenemos una aduana paralela, un peaje a la entrada… en una provincia que es una esquinita entre Brasil y Paraguay cobrar peaje en la entrada nos dificulta mucho la competitividad.”
  • Miguel Boggiano: “La primera es la reforma laboral y la segunda es la reforma impositiva.”
  • Aldo Gruber: “La Ley Bonazo (Ley de bosques)… es muy estricta y no permite el desarrollo de la industria, de la ganadería, forestación.”
  • Aldo Gruber sobre el glifosato: “Es una espada de Damocles sobre la cabeza de todos los productores. Hoy te doy y mañana te corto la cabeza.”
  • Diego Hartfield sobre la zona franca: “Hay que ver las delimitaciones de esta nueva zona franca… lo importante desde nuestro lugar es intentar que no haya impuestos a una transferencia.”
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Ecolatina advierte que el rebote económico es débil y recién se consolidará en 2026

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La actividad económica mostró señales de rebote en agosto, pero la recuperación sigue frágil. La industria y la construcción registraron leves subas mensuales tras dos meses de caídas. Sin embargo, los niveles de producción continúan por debajo de los de 2024 y el repunte aún no logra consolidarse, según la consultora Ecolatina.

¿Rebota la actividad en agosto? La industria y la construcción mostraron leves mejoras en agosto, pero la recuperación sigue débil. Ecolatina prevé que el crecimiento real recién se consolide en 2026.

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en agosto una suba mensual s.e. del 0,6%, luego de dos meses de caídas consecutivos. Con este dato la actividad del sector se ubicó 4,4% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,5% en agosto, continuando con los altibajos iniciados a fin del año pasado. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 8,6% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, ya la mejora respecto a agosto del año pasado es solo el 0,4%. De hecho, en lo que va del año no ha crecido, posicionándose al mismo nivel que en diciembre.  

 El resultado de las elecciones, favorable o no para el Gobierno, abrirá la posibilidad para una recalibración del esquema económico que brinde previsibilidad y estimule el crecimiento de la actividad. Sin embargo, en el mejor de los casos, los efectos serán notorios una vez entrados en 2026, cuando una baja sostenida de la tasa de interés vuelva a permitir un aumento del crédito a empresas y familias y la reanudación del proceso de desinflación brinde una mejor perspectiva a la recuperación del poder adquisitivo.

Parcial recuperación de la industria en agosto

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en agosto una suba mensual s.e. del 0,6%, luego de dos meses de caídas consecutivos. Con este dato la actividad del sector se ubicó 4,4% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

La leve suba de este mes no alcanzó para compensar una caída acumulada 4% entre junio y julio, producida por la volatilidad cambiaria-monetaria de esos meses. De este modo, la industria se posiciona 3,6% por debajo del máximo alcanzando en noviembre del 2024.

Al interior del índiceocho de los dieciséis sectores crecieron en agosto. Alimentos y bebidas, la categoría con mayor peso dentro del índice, fue el impulsor de la suba del mes al crecer 2,1% en la serie desestacionalizada. Entre las mejoras también se destacaron Productos de tabaco (+8,2%) y la Vehículos automotores (+5,4%). Por el lado de las caídas mensuales, la más pronunciada se observó en Otros equipos de transporte (-3,6%), seguido por Productos minerales no metálicos (-3,2%) y Productos de metal (-3,0%).

La construcción continua en modo serrucho

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,5% en agosto, continuando con los altibajos iniciados a fin del año pasado. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 8,6% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, ya la mejora respecto a agosto del año pasado es solo el 0,4%. De hecho, en lo que va del año no ha crecido, posicionándose al mismo nivel que en diciembre.  

Si bien la construcción difícilmente vuelva a los niveles los niveles del 2023, el sector logró sostener una lenta recuperación impulsada principalmente por el crédito y la obra privada desde mediados del año pasado. Sin embargo, la meseta registrada en la actividad durante los últimos meses terminó afectando al sector, ubicando a la construcción 2,1% por debajo del máximo alcanzado en abril de este año.

En cuanto a los insumos para la construcción, siete de los doce insumos crecieron en la serie desestacionalizada. La principal incidencia positiva vino dada por Asfalto (+11,2%), seguido por Cemento (+1,9%) Y hierro (+1,4%). En contraste, Placas de yeso (-6,5%) y Hormigón (-4,3%) fueron las principales caídas.

Entre los principales motivos de obstaculización de la construcción se encuentran la caída de la actividad económica los altos costos de la construcción, que se está revirtiendo tímidamente en los últimos meses con el aumento del tipo de cambio. En ese sentido, entre las empresas privadas relevadas por el INDEC que esperan una caída en la actividad del sector en los próximos meses, el 30,7% atribuye esta perspectiva a una menor actividad económica, mientras que el 16% señala como principal causa el elevado costo de la construcción. Este segundo motivo se continuó reduciendo entre los encuestados, ya que representaba el 18,2% en el informe pasado. Esto puede deberse a la mejora en los costos en dólares desde julio, considerando que los precios del sector se determinan en dólares debido a su alto componente importado.

En materia de empleo, se registró un aumento en la proporción de empresas de obra privada que anticipan una caída en el sector durante los próximos tres meses. Mientras que el mes pasado el 18% de las firmas encuestadas preveía una reducción, en la última medición la cifra ascendió a 24,5%. A su vez, el 70,2% considera que el empleo no variará.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La actividad económica comenzó el año en máximos, un nivel que no pudo ser sostenido a lo largo de los últimos meses que seguramente redundarán en dos trimestres (el segundo y el tercero) recesivos. En ese sentido, los indicadores adelantados de actividad para septiembre son mixtos.

Respecto a la industria, la producción de automóviles retoma las bajas al caer 1,9% s.e. en septiembre, posicionándose 5,0% por debajo del mismo mes del 2024. En la misma línea, el patentamiento de autos cayó 0,4% por primera vez en varios meses de subida (+28,2% i.a.).

La construcción presenta una mejora respecto a septiembre, aunque con señales mixtas. El Índice Construya registró una subió 1,1% s.e., del quedando un incluso por debajo de agosto del 2024 (-8,6% i.a.). Los despachos de cemento volvieron a caer en agosto (-1,8%), y se posicionaron con una contracción de 0,4% respecto a igual mes del 2024.

De todas formas, pese a la mejora en la competitividad de las últimas semanas y la expectativa de que se sostenga así incluso después de las elecciones, la incertidumbre acerca del rumbo económico, la volatilidad -ya que volvieron a subir en las últimas ruedas- de las tasas de interés y el freno en la recuperación de los ingresos reales no auguran un repunte significativo y/o sostenido de la actividad económica en lo que resta del año. En este sentido, seguimos previendo un crecimiento promedio de la actividad en el orden del 4% i.a.

El resultado de las elecciones, favorable o no para el Gobierno, abrirá la posibilidad para una recalibración del esquema económico que brinde previsibilidad y estimule el crecimiento de la actividad. Sin embargo, en el mejor de los casos, los efectos serán notorios una vez entrados en 2026, cuando una baja sostenida de la tasa de interés vuelva a permitir un aumento del crédito a empresas y familias y la reanudación del proceso de desinflación brinde una mejor perspectiva a la recuperación del poder adquisitivo.

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Los pagos con transferencia superaron por primera vez a los efectuados con tarjeta de débito

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Los pagos con transferencia a través de teléfonos móviles se transformaron en el medio de pago más usado de la Argentina, al superar por primera el monto total de las operaciones realizadas con tarjeta de débito, apenas cuatro años después de su implementación en el país.

En concreto, los pagos con celulares a través de la lectura de códigos QR, de botones de pago o de terminales de cobro POS alcanzaron los 198,8 millones de operaciones en abril, por lo que superaron a los 193 millones que se cursaron a través de tarjetas de débito y casi un 70% más que los 115 millones que se hicieron con tarjetas de crédito, según el Informe Mensual de Pagos Minoristas publicado hoy por el Banco Central.

Si bien los pagos por grandes montos siguen siendo dominados por los plásticos, sobre todo a través de grandes compras presenciales y online o internacionales por la posibilidad de pagar en cuotas, las personas son cada vez más adeptas a pagar con su celular en comercios de cercanía y por montos bajos.

Una de las claves para esto fue la implementación en noviembre del año pasado de la plena interoperabilidad del sistema de Transferencias 3.0, que una persona que tenga descargada en su celular una aplicación bancaria (MODO, BNA+, Cuenta DNI, BBVA Go, Galicia, Macro, Santander u otra) o de una fintech (Mercado Pago, Ualá, Yacaré, Tap, entre otras) pueda pagar en cualquier QR, sin importar la empresa que lo haya emitido.

Las ventajas de este sistema para los comercios es que reciben el dinero en sus cuentas en menos de 15 segundos de forma irrevocable y con la comisión más baja del mercado (de 0,6 a 0,8%), lo que simplifica las operaciones y permite competir contra el efectivo que, se estima, aún es la forma de pago más usada en la Argentina, en cerca de ocho de cada 10 transacciones.

Además, significa una mejora rotunda respecto a que los que se hacen con tarjeta de débito, que se acreditan recién a las 24 horas, o a los con tarjeta de crédito, que lo hacen dependiendo del tamaño de la empresa que reciba el dinero, si es micro o pequeña será en ocho días, si es mediana en 10 y si es grande 18 días hábiles.

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Operaciones con tarjetas de crédito aumentaron 7,8% en pesos y 30,2% en dólares

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Las operaciones con tarjetas de crédito registraron en junio último un aumento de 7,8% en pesos y de 30,2% en dólares respecto al cierre del mes anterior, según un informe de First Capital Group, en base a datos provistos por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El relevamiento muestra que dichas operaciones cerraron el mes pasado con un saldo de $ 1.610.507 millones, unos $ 117.077 millones por encima de mayo y con un porcentaje mayor que la inflación prevista para el mes.

El crecimiento interanual llegó al 57,1% y, en este caso, no alcanzó los niveles de la inflación del período, arrojando así una baja de la cartera en términos reales.

“Durante mayo y junio hubo una recuperación en términos reales de los saldos acumulados”, señaló Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.

“Observamos que en junio tuvieron influencia las promociones efectuadas por el comercio electrónico, a través del Hot Sale”, añadió el especialista.

En tanto, las operaciones con tarjetas de crédito en divisa estadounidense registraron una suba interanual del 204,6%, aunque con un comportamiento mensual irregular.

Según First Capital Group, se dio un “incremento inusual del 30,2% respecto al mes anterior”.

“Poco a poco los saldos de este rubro se van acercando a sus valores históricos previos a la pandemia, por eso la prohibición de ventas en cuotas en dólares pondrá un límite a esta recuperación”, concluyó Barbero, en referencia a la reciente medida del BCRA que entró en vigor el lunes pasado.

La nueva norma del Banco Central establece que las entidades financieras y los proveedores no financieros de crédito (tanto las empresas no financieras emisoras de tarjetas de crédito y/o compra como los otros proveedores no financieros de crédito) no deberán financiar en cuotas las compras de sus clientes en estos rubros.

Incluye también a “pasajes al exterior y servicios turísticos en el exterior (tales como alojamiento, alquiler de auto, etc.), ya sea realizadas en forma directa con el prestador del servicio o indirecta, a través de agencia de viajes y/o turismo, plataformas electrónicas u otros intermediarios”.

Asimismo, quedan abarcados “productos en el exterior que se reciban por el sistema de envíos postales sin finalidad comercial según el Código Aduanero, ni de servicios internacionales de fletes, ‘couriers’ y gestoría de trámites aduaneros”, según se detalló en la Comunicación “A” 7535 de la entidad financiera.

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Crecen operaciones con tarjeta de débito y se consolida la preferencia por las billeteras virtuales

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Más de 500 mil usuarios se sumaron en marzo último en la Argentina a las compras con tarjeta de débitos en comercios en comparación al mes previo, una tendencia de crecimiento en el uso de dinero electrónico que se consolida desde el inicio de la pandemia y que tiene a las billeteras electrónicas como líderes en la preferencia de los nuevos usuarios.

En ese sentido, el sostenido crecimiento de la cantidad de transacciones por vías digitales (+37,2% real interanual) estuvieron lideradas por un exponencial incremento de las billeteras virtuales (+334,2%), con un récord de 27,5 millones de operaciones, seguidas de las operaciones por el canal web, con un aumento del 34,2%.

Según el último informe de Uso de Dinero Electrónico (UDE) de la Red Link, en base a datos de 37 millones de tarjetas, el uso de dinero electrónico alcanzó los $1,87 billones, con un aumento nominal 70,2% en los últimos 12 meses, muy superior a la tasa de inflación del período que fue de 55,1%.

El índice UDE en montos, con base 100 el promedio de todo 2018 ajustado por inflación y estacionalidad, se ubicó en 141,4 puntos en marzo, un 9,7% más respecto de un año antes y se consolidó como el más elevado de la serie para similar mes.

“Se destacó en marzo el notable crecimiento de los préstamos bancarios solicitados y canalizados directamente a través de los medios electrónicos habilitados por las entidades: 45% en el mes y 81% en los últimos 12 meses; así como los “Debines”: 18% y 329% en el total de transacciones registradas respecto del mes previo y un año antes, respectivamente”, detalló el informe.

También se destacó el ingreso de 558.315 usuarios de tarjetas de débito, al récord de poco más de 9,3 millones, y agregó 1,54 millones en un año, a un ritmo de 19,8% anual; 518.350 en transferencias de dinero, alcanzó la marca máxima de 8,83 millones, con una tasa de expansión en 12 meses de 41,2%; 596.294 en el de billeteras, a un pico histórico de 7,75 millones, con un crecimiento de 179,4% en un año.

Por último, en el acumulado de los tres primeros meses de 2022, el índice UDE aumentó en términos reales 12,7%, un ritmo muy superior al que experimentó la actividad económica en general; más aún en el caso del total de las transacciones que acumularon un crecimiento de 36,2%.

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