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Las PyMEx argentinas con nuevas herramientas pero sin repunte

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En diversos estudios se han identificado ventajas que tienen las PyMEs exportadoras, o PyMEx, para la economía, por sobre las que sólo destinan su producción al mercado interno. Las exportadoras cuentan con atributos deseables para la economía, como fue reseñado por IERAL (2012)1 , temática también abordada por el BID2 en un informe con foco en América Latina.
En este sentido, la internacionalización exige que las PyME se tornen más productivas, innovadoras y competitivas. La participación en mercados de exportación va acompañada de aumentos de productividad, sofisticación de capacidades empresariales y menores restricciones crediticias. Lógicamente, las PyMEx implican una mayor generación de divisas y pagan mejores salarios, con el consecuente aumento del bienestar para la comunidad y los efectos positivos sobre otras actividades.
Las PyMEx tienen la capacidad de generar efectos derrame a través del crecimiento y la creación de empleo en las firmas proveedoras de insumos, productos y servicios.
Sin embargo, en la práctica se observa que es bajo el porcentaje de PyMEs que exporta en América Latina (también en Argentina), que la mayoría no tiene una cartera diversificada de exportación (pocos productos y/o mercados) y que la tasa de supervivencia exportadora entre este segmento de firmas es muy pequeña.
Dentro de las principales restricciones que enfrentan este conjunto de empresas se encuentran las siguientes:
• Imposibilidad de explotación de economías de escala.
• Altos costos directos para entrar por primera vez en el campo exportador.
• Elevados costos de comercio debido a la falta de infraestructura adecuada de transporte, demoras en controles aduaneros y altos costos de transporte.
• Costos de cumplimiento de requisitos del comercio internacional.
• Falta de recursos humanos especializados y tiempo para entender los estándares internacionales de comercio; y limitaciones en el acceso a la información.
• Problemas de financiamiento, debido a restricciones en el acceso al crédito bancario y escaso desarrollo de fuentes alternativas de financiamiento (mercado de capitales).
Políticas públicas para promover la mayor inserción externa de PyMEs
Con el objetivo de fomentar a las PyMEx, de acuerdo a la reciente publicación del BID citada precedentemente, las acciones de política pública deben buscar ampliar la entrada de PyMEs al mercado exportador, brindar apoyo que permita la supervivencia de las mismas y promover la diversificación exportadora (condición esencial para que sobrevivan). Deben dejarse de lado los mecanismos de apoyo aislados, para favorecer la adopción de una serie de prácticas básicas de gestión y operativas dentro de las empresas, como también de herramientas que faciliten las operaciones.
A nivel internacional es posible citar diversas medidas de apoyo a la internacionalización de las pymes que se han desarrollado recientemente, algunas en países de América Latina. Una de ellas es el programa Exporta Fácil, desarrollado en el ámbito del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia en el año 2009, el cual se encuentra dirigido a todas las MiPyMEs localizadas en cualquier lugar de dicho país. Este programa busca promover la cultura exportadora desarrollando un sistema simplificado de exportación por correo y envíos urgentes aprovechando la red postal de Colombia 4-72. En el mismo, se establecen tarifas y modalidades acordes al desarrollo de exportaciones en pequeños bultos.
Existen referencias relativas al impacto del programa desde su implementación hasta el año 2016. La tasa de crecimiento promedio anual para el período 2010-2016 alcanzó el 56%, 40% y 45% para las variables relativas a peso exportado, valor promedio exportado y cantidad de exportadores respectivamente.
Es posible establecer dos períodos diferentes, debido a que en los primeros años del programa (entre los años 2010 y 2013) el ritmo de crecimiento fue muy alto, con tasas superiores al 55% anual en los tres casos considerados; mientras que entre 2013 y 2016 si bien el crecimiento continúa, las tasas de variación observadas son considerablemente menores. En este último período, las tasas de crecimiento promedio anual fueron del 43%, 28% y 26% en relación al peso exportado, número de exportadores participantes en el sistema y valor promedio exportado, respectivamente.

En Argentina, por su parte, el gobierno nacional puso en práctica el programa Exporta Simple, de características similares al citado, de exportación simplificada a través de prestadores de servicio postal. La herramienta impulsada por el Ministerio de Producción, además cuenta con una web específica www.exportasimple.gob.ar que permite resolver dudas e interactuar para realizar consultas particulares. La plataforma que ya se encuentra operativa, busca facilitar la logística de los envíos al exterior (a cualquier parte del mundo) para las pequeñas y medianas empresas, reduciendo los costos de exportación.
Los cuatro pasos del Sistema Exporta Simple:
1. Dar de alta el servicio de Exporta Simple en AFIP.
2. Completar la información de la mercadería que se desea exportar para calcular el costo de envío. Se realiza una cotización del envío en la plataforma.
3. Comparar ofertas de diferentes operadores (prestadores de servicio postal o couriers) y seleccionar el de mayor conveniencia según costo y tiempo de envío. De esta forma se genera una factura proforma con la información necesaria para que el prestador la emita en la exportación.
4. La empresa courier retira la mercadería desde el domicilio que desee el usuario para llevarlo a destino, emitiendo una factura E.
Los requisitos que se han establecido para determinar quienes pueden utilizar el régimen de exportación simplificada son los siguientes:
• Si bien no es necesario estar registrado como exportador, se requiere estar inscripto en AFIP con CUIT y clave fiscal con nivel de seguridad 3 como mínimo.
• Cada envío individual no puede superar el valor FOB de U$S 15.000. El monto máximo de exportación anual es igual al valor FOB equivalente a US$600.000 por sujeto.
• Es posible exportar hasta 300 kilogramos brutos por envío (peso unitario). • Los bienes sujetos a exportación deben ser producidos en el país, nuevos, no alcanzados por prohibición, suspensión o cupo a la exportación • Los bienes a exportar no pueden ser aquellos sometidos a un tratamiento operativo específicamente normado para el control aduanero.
De acuerdo a diversos pedidos de cotización llevados a cabo por IERALPYME en dicho sistema, a modo de simulación, es posible afirmar que se trata de una herramienta muy fácil de usar, y concreta al momento de tomar decisiones de exportación o envíos al exterior. En una primera instancia se deben detallar Origen y Destino de la mercadería, cantidad de bultos y dimensión , peso total (kg) y valor del producto en dólares. La página arroja los resultados para esa búsqueda y en ese momento, permite la elección del operador más conveniente para el envío. Las diferentes cotizaciones varían en su valor de acuerdo con los parámetros citados, y también se distinguen entre operadores según la cantidad de días que se encuentra en tránsito la mercadería y la clase de servicio brindado por las empresas couriers (lugar y tipo de recolección y gastos incluidos). De acuerdo a los valores relevados, se aprecia que se trata de un servicio más factible de ser utilizado para el envío de productos de alto valor unitario en el mercado de destino y bajo peso.
Para ilustrar el potencial del nuevo programa, es interesante analizar la performance del programa colombiano “Exporta Fácil”, que se presentó previamente y que guarda semejanzas importantes con aquel recientemente creado en Argentina. La comparación da cierto margen de optimismo en relación a la posibilidad que sea utilizado por porciones crecientes de empresas PyME. De igual manera, cabe destacar que en el período 2010-2016, para el cual se tiene información del programa colombiano, el tipo de cambio real de este país se incrementó un 40% lo cual implica un abaratamiento de la producción colombiana respecto a los precios del resto del mundo; mientras que en el mismo período el tipo de cambio real de Argentina se apreció. La evolución del tipo de cambio real resulta muy relevante para el éxito del programa a futuro. De todas formas, es importante notar que el volumen operado por este tipo de sistema, de acuerdo con la referencia colombiana, resulta marginal desde el punto de vista del volumen total de comercio exterior. 
Este sistema se suma a otra medida adoptada por el Gobierno nacional, la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), formalizada en octubre del 2016 pero que tendrá una aplicación de carácter gradual en el periodo 2017-2021. El plan VUCE implica 5 etapas de implementación con enfoques puntuales en cada una de ellas. Se trata de una herramienta de facilitación del comercio exterior que permite optimizar y unificar digitalmente la información y documentación para cumplir con todos los trámites de importación, exportación y tránsito aduanero.
A modo de síntesis, es oportuno resaltar que con estos programas se apunta a generar oportunidades para las PyMEs a través de la disminución de las restricciones que suelen enfrentar estas empresas. Las medidas apuntan a reducir el costo del transporte, los costos de transacción y de información, y es probable que facilite notoriamente la “primera exportación” para empresas de pequeña envergadura. Algunos segmentos y sectores tendrán mayores posibilidades de aprovecharlas que otros, sin lugar a dudas, más si se toma en consideración que Argentina presenta un problema de competitividad vinculado a la política macroeconómica, que en muchas ocasiones eclipsa las posibilidades de sostener negocios PyME basados en la exportación.
¿Cuál es la situación actual que enfrentan las PyMEx argentinas?
Una vez planteado el escenario general y las políticas recientemente aplicadas, resulta oportuno destacar la situación actual de las PyMEx en Argentina. Las restricciones y dificultades que enfrenta este segmento de empresas, sumado a la influencia de factores macroeconómicos (inflación, suba de costo en dólares) explican en gran parte el magro desempeño de las PyMEx argentinas en años recientes.
Cuando se analiza la evolución del número de PyMEx en Argentina, según el criterio utilizado por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA)3 , se tiene que el mayor registro fue en 2008, cuando se registraron 6.220 PyMEs manufactureras que realizaron exportaciones. En el período 2008-2009, la cantidad de PyMEx argentinas se redujo considerablemente, para luego durante el año 2011 mostrar cierta recuperación por parte de las firmas en esta condición. Desde entonces hasta el año 2016 se verificó una contracción persistente que llevó a que el número de firmas PyMEs exportadoras disminuya a 4.239, una caída cercana al 32% (cerca de 2000 pymes dejaron de exportar). De acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de la Producción para el total de empresas exportadoras (incluyendo MiPyMEs y Grandes), esta tendencia declinante habría continuado en 2017. 

Otro indicador relevante es lo ocurrido con la participación de las PyMEs industriales exportadoras en el valor total exportado por el país. Durante el período 2001-2016 éstas perdieron 2,3 puntos porcentuales en su participación en el valor total exportado por Argentina, desde 8,7% del total hasta apenas 6,4%. A partir de 2009 especialmente, la contribución de las PyMEx fue en descenso, de forma que en 2016 se observó el menor registro para los 16 años analizados.

Finalmente, una mención adicional resulta oportuna, respecto al destino de las exportaciones de las PyMEs argentinas. El magro desempeño ha llevado a una concentración de las exportaciones de PyMEs en mercados regionales. Lo que también es importante destacarlo en el marco de la discusión actual en relación a la estrategia de inserción en el mundo que está llevando a cabo Argentina, la cual comprende las negociaciones para el acuerdo estratégico en materia comercial con la Unión Europea (UE).

Se visualiza que en la última década las exportaciones PyMEx argentinas han sido destinadas principalmente a países integrantes del Mercosur y otros países latinoamericanos, llegando a alcanzar el 63% y 62% del total durante 2011 y 2013 respectivamente. En el caso de la Unión Europea, se trata de un bloque que ha perdido participación como mercado receptivo de las exportaciones PyMEx argentinas, representando un 17% de las mismas durante el año 2005 y sólo 12% en 2016, lo que refleja una importante pérdida acumulada de mercados externos.
A modo de cierre, es importante destacar nuevamente que la caída acumulada en los indicadores que reflejan el desempeño de las PyMEx argentinas ha sido sustancial en los últimos años. En este marco, las políticas específicas de apoyo que se comienzan a aplicar son auspiciosas y oportunas, aunque no debe perderse de vista que la macroeconomía puede implicar un pesado lastre para la competitividad de las PyMEs, que resulta muy difícil de compensar por acciones individuales de las firmas.
 
 

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Ecolatina advierte que continuará aumentando el déficit comercial

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En el último año, el déficit comercial de bienes rozó los US$ 8.500 millones, revirtiendo el superávit alcanzado en 2016 (en torno a US$ 2.000 millones). Este cambio de signo fue una constante a lo largo de 2017: en un hecho inédito para la economía argentina de la posconvertibilidad, todos los meses del año arrojaron un saldo negativo. En el mismo sentido, 2017 marcó el mayor rojo en términos del PBI (-1,4%, conforme a nuestras estimaciones) desde el abandono del 1 a 1.
Esta dinámica respondió a las dispares velocidades de crecimiento que mostraron las exportaciones y las importaciones: mientras que las primeras treparon 1% i.a. a lo largo del último año (llegando a US$ 58.500 millones en 2017), las importaciones saltaron 20% i.a., alcanzando los US$ 66.900 millones.
La flexibilización del régimen de administración del comercio, un dólar barato (especialmente en la primera parte del año) y la recuperación de la actividad, fueron las principales razones detrás de esta dinámica. A contramano, un mundo en donde avanza el proteccionismo (de tintes nacionalistas en Estados Unidos y Europa y de manera industrialista en China), dificulta el despegue de los envíos al exterior. Asimismo, también impactó la anémica recuperación de la economía brasileña. Como resultado, la “vuelta al mundo”, al momento, sólo se está materializando por el lado comprador.
Por otra parte, el aumento de los precios internacionales de los productos importados contribuyó a profundizar el déficit. Si se hubieran mantenido los precios de 2016, el déficit habría sido de US$ 6.300 millones, es decir, un 25% menor (-1,0% del PBI, lo que continuaría siendo el peor resultado desde 1998).
Más allá de lo acelerado de la suba, es importante remarcar que las importaciones están retornando a los niveles que habían mostrado años atrás: las compras externas del último año se ubicaron 10% por debajo de las de 2013. Sin embargo, y esto es lo que explica lo abultado del déficit, las exportaciones fueron 20% menores que las de ese año. Por lo tanto, mientras que las compras externas se recuperan, las ventas no repuntan.
Al margen de los inconvenientes vinculados a la restricción externa (actualmente, la oferta de dólares se suple principalmente con endeudamiento externo), esta dinámica no representa un aspecto negativo en sí mismo: puede ser la contracara del proceso de recuperación de la actividad. Por lo tanto, analizar la dinámica detrás del resultado comercial, nos permitirá comprender sus causas y efectos.
Los bienes finales impulsaron a las importaciones
Comenzando por la performance de las exportaciones, lo primero que resalta es el cambio en su composición, consecuencia de una dinámica heterogénea entre los distintos grandes rubros. La caída en los envíos externos de los productos del sector agropecuario (las exportaciones de Productos Primarios (PP) y Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) disminuyeron 5,6% i.a. y 3,6% i.a. en el último año, respectivamente) fue más que contrarrestada por el avance de aquellos vinculados al entramado manufacturero: las ventas externas de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) treparon 11,2% i.a. durante 2017, a la par que las ventas de Combustibles y Energía saltaron 18,6% i.a.
El retroceso del sector agropecuario obedeció a su elevada base de comparación: producto de la liquidación de la cosecha retenida que tuvo lugar en el primer trimestre de 2016, las exportaciones de bienes primarios habían crecido cerca de 20% i.a. en el primer año de gestión de Cambiemos, aun considerando las inundaciones durante abril de ese año. Por su parte, las ventas de las MOA treparon un magro 0,3% i.a. en 2016, aunque fuertemente impulsadas por un primer trimestre (+15% i.a.) que alcanzó para revertir la caída agregada del resto del año (-3,4%).
De forma similar, el alza en las ventas externas de productos industriales también tuvo su base en el comportamiento de los últimos años: las ventas de las MOI se redujeron 37,6% i.a. entre 2011 y 2015, para recuperarse 4,1% i.a. en los últimos dos años. Por lo tanto, si comparamos el resultado de 2011 con el de 2017, se observa un retroceso superior al 35%.
Más allá de este aspecto negativo, es importante mencionar el rol que tuvo el incremento de las exportaciones a destinos no tradicionales: a excepción de Brasil, los envíos de MOI saltaron 13,3% i.a; a contramano, los efectuados al gigante del Mercosur crecieron casi la mitad (+6,8% i.a.). En consecuencia, una profundización de la recuperación brasileña, tal como se estima para este año, mejoraría aún más este panorama. A modo de cierre, podemos afirmar que, contrario a ciertas especulaciones previas al cambio de gobierno, tras dos años de gestión de Cambiemos, en el frente externo, los productos industriales muestran un mayor dinamismo que los agropecuarios.
Por su parte, al mirar las importaciones, el análisis vira hacia la economía local y, fundamentalmente, a su impacto en el entramado productivo: saber qué tipo de productos están dinamizando las compras externas nos permite estimar más finamente el curso que seguirá la industria, con sus efectos sobre la actividad y el empleo, entre otras variables.
En este punto, el panorama luce desalentador. Si dividimos las compras externas entre aquellas necesarias para el normal funcionamiento del proceso productivo (bienes de capital, sus piezas, insumos y combustibles) y bienes finales (bienes de consumo y vehículos livianos), se observa un mayor dinamismo de estos últimos: a la par que las compras externas de bienes finales avanzaron cerca de 30% i.a. en 2017, la de aquellos con un impacto en la producción treparon poco más de la mitad (+17% i.a.). Peor aún, si comparamos 2015 con 2017, los saltos se transforman en 50% y 3%, respectivamente.
Como resultado, las importaciones de productos que no son indispensables para el normal funcionamiento de la economía argentina, y que en muchos casos compiten con la producción local, están ganando peso dentro de nuestra canasta importadora. Durante 2017, la participación de bienes finales representó 22,8% de las importaciones totales, el valor más alto desde la crisis del Tequila (1994), superando en más de 5 p.p. al promedio 2003-2015 (17,7%) y en línea con el período 1992-2001 (22,3%). Por ende, el avance de las importaciones no es una consecuencia directa del crecimiento económico, sino más bien del proceso de apertura comercial.
En esta línea, es importante tener presente otro dato: conforme a diversos estudios históricos, la elasticidad de las importaciones en relación a la tasa de actividad se ubica en torno a los 3 puntos (es decir, por cada “punto de crecimiento” de la demanda doméstica, las importaciones avanzan un 3%). Sin embargo, esta elasticidad más que se duplicó en el último año. Por lo tanto, si bien es sabido que se parte de una situación de “represión de importaciones”, cierto “gradualismo” en el comercio exterior armonizaría su dinámica a la del resto de la economía (mostrando crecimientos o retrocesos similares).
 
Una tendencia que se profundizará en 2018
Para 2018 el Poder Ejecutivo se fijó tres metas principales: contener la inflación, garantizar un crecimiento del 3,5% y reducir en 0,7 p.p. el déficit fiscal primario, llevándolo al 3,2% del PBI. Para cumplir estos objetivos, hay una sola variable que no funciona como “sábana corta” (que cuando acerca un objetivo, aleja otro): el dólar barato. Un Peso que continúe fortalecido, acotaría las presiones sobre los precios, estimularía la actividad (en el corto plazo) y no impactaría negativamente en las arcas públicas.
Sin embargo, esta herramienta perjudicaría al resultado externo. Producto de la pérdida de competitividad cambiaria y la profundización de la recuperación de la actividad, el rojo comercial se agravará durante este año. De este modo, estimamos que en 2018, la balanza comercial será, nuevamente, la variable que el gobierno resignará en pos de alcanzar otros objetivos (más prioritarios según su visión).
En resumen, impulsado por la recuperación económica y la persistencia del atraso cambiario, el déficit comercial se profundizará en 2018, marcando un nuevo récord. En el mismo sentido, según nuestros cálculos, al continuar creciendo más aceleradamente que el resto de las variables macroeconómicas, el rojo comercial volverá a incrementarse no solo nominalmente sino también como porcentaje del PBI.

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La producción de la industria pyme creció 4,8% en diciembre

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El año 2017 finalizó con un incremento de 0,3% en la industria pyme. Hacía cinco años que ese segmento industrial no crecía. La mayoría de los sectores tuvieron buena performance en el último mes del año. “Durante diciembre el 59% de las empresas crecieron en la comparación anual y vemos cómo de a poco el crecimiento se va generalizando”, dijo Fabián Tarrío, presidente de CAME. Dos datos positivos surgen de la medición: el 65% de las industrias tuvo rentabilidad positiva en el mes y el 66% tiene pensado realizar nuevas inversiones en 2018 o las está evaluando. Pero por los problemas financieros y la incertidumbre, 4 de cada 10 industriales señalan que la situación de su empresa sigue siendo “mala” o “regular”.
 
lLa producción de las pymes industriales creció 4,8% en diciembre frente a igual mes del año pasado cumpliendo seis meses consecutivos en alza. Con ese resultado, 2017 finalizó con un incremento de 0,3% en la actividad industrial de la pequeña y mediana empresa. Hacía cinco años que la industria pyme no crecía.
lLos datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial realizada por CAME entre 250 industrias pymes. El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) registró un valor de 87,2 puntos en diciembre, con un aumento de 1,5% frente a noviembre (en la medición sin desestacionalizar).
lEl crecimiento interanual alcanzó al 59,3% de las industrias, mientras que el 18,6% mantuvo su producción en los mismos niveles del año pasado y otro 22,2% la redujo.
lDe los 11 sectores relevados, 9 tuvieron crecimiento anual. Fueron: “Material de transporte” (7,7%), “Productos eléctrico-mecánicos e informática” (3,5%), “Productos minerales no metálicos” (9,9%), “Alimentos y bebidas” (6,3%), “Productos textiles y prendas de vestir” (5,1%), “Productos químicos” (4,9%), “Productos de metal, maquinaria y equipo” (4,3%), “Productos de madera y muebles” (4,9%) y “Productos de caucho y plástico” (5,4%).
lCayó, en cambio, “Papel, cartón, edición e impresión” (-1,5%) y se mantuvo sin variaciones “Calzado y marroquinería”.
lLa rentabilidad tuvo un leve retroceso: el 65% de industrias dijo haber cerrado el mes con rendimiento positivo (en noviembre 67%), 22% con productividad nula y 13% con rentabilidad negativa. Las empresas continúan sintiendo el impacto del fin de las líneas de crédito subsidiadas y esperando el efecto de la baja de tasas dispuestas por el BCRA.
lPara 2018 se redujo levemente la cantidad de compañías con planes de inversiones: del 50% que contestó positivamente en noviembre se pasó a 46% en diciembre. Se mantuvo, en cambio, en 19% la proporción de industrias que lo estaría evaluando. De la misma manera, si en noviembre el 34% de las empresas consultadas dijo tener previsto contratar más personal, en diciembre ese porcentaje bajó a 16%.
l¿Qué necesita su industria para ser más competitiva? La mayoría de los empresarios consultados mencionaron tres factores: mayor oferta de materias primas y a precios más convenientes, menos impuestos y mejora en la infraestructura.
  
 IPIP
  
 Notas Metodológicas
 
lConsideraciones Generales
 
El Índice de Producción Industrial PYME (IPIP) mide el desempeño mensual en la producción manufacturera de las pequeñas y medianas industrias (Pymis) argentinas. La información se obtiene en base a encuestas directas realizadas entre 250 Pymes industriales del país.
 
Las empresas han sido seleccionadas en función de tres variables:
          1. Tipo de producto elaborado por la firma: se determinaron productos que reflejen de manera más fehaciente el nivel de actividad, ya sea en forma directa como indicador representativo de la producción, o en forma indirecta por constituir el insumo principal de otro sector.
          2. Localización geográfica de la empresa: se seleccionaron compañías localizadas en regiones con predominancia en la producción de los bienes pre-seleccionados.
          3. Calidad de la información: se relevaron firmas a las que se les pudo comprobar la calidad y precisión de los datos aportados.
 
lConsideraciones Particulares
 
El IPIP está dividido en 11 sub ramas industriales. Para determinar el valor del IPIP se elaboran números índices de cada una de esas ramas y del nivel general que reflejan la evolución de la producción industrial en términos de volumen físico. Los números índices resultan útiles para homogeneizar a las variables, facilitando su comparación a lo largo del tiempo. El año base de la serie se estableció en diciembre de 2008.
 
La ponderación de cada una de las ramas industriales se realizó en base al Censo Económico 2004 y al Mapa Pyme elaborado por la Sepyme. La consideración asignada a cada división se puede leer en la siguiente tabla:
 
 IPIP1
 

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En el 2017 la inversión en obra pública en Misiones aumentó 41 por ciento

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Conforme un informe preliminar del Ministerio de Hacienda, de acuerdo a los datos provisorios de la ejecución presupuestaria provincial se estima que el gasto en capital consolidado de Misiones cerrará en 8.408 millones de pesos lo que representa un incremento del 41 por ciento (+2.449 millones) con respecto a 2016, cuando se alcanzaron los 5.959 millones.
La ejecución de la obra pública superó holgadamente la inflación, y se observa que en términos reales (es decir, eliminando el efecto de la inflación), la obra pública creció por encima de 14 por ciento.
Este aumento de la obra pública se observa tanto en aquellas financiadas con rentas generales de la Provincia como aquellas financiadas con recursos federales, de modo que este dato no es menor: la obra pública mejoró su ritmo tanto porque la Nación mejoró el envío de remesas para obras públicas ejecutadas por la Provincia (+43%) como porque también las obras financiadas con rentas generales de la provincia también recibieron más fondos (+39%).
La política de Estado de Misiones se caracteriza por una participación importante en el nivel de gasto de capital. Por ejemplo, en promedio para los últimos cinco años fue equivalente al 24,62 por ciento del total de las erogaciones del presupuesto. Este número supera de manera relevante al promedio de las 24 restantes jurisdicciones en  el periodo comprendido entre el año 2013 al primer semestre de 2017 (último dato publicado por Ministerio de Hacienda de la Nación), que en cuyo caso ese promedio fue solo de 13,33 %.
Partiendo de la premisa que para atraer las inversiones pertinentes para el desarrollo económico sostenido es indispensable generar las condiciones y el ámbito propicio para ello, que consisten en obras de infraestructuras, tales como rutas, escuelas, hospitales, entre otros, Misiones ha sentado las bases de infraestructura necesaria para sostener ese crecimiento.

En lo que respecta a las erogaciones corrientes de la Provincia, la estimación de cierre arroja un incremento del 25 por ciento, lo que representa que en términos reales el gasto de funcionamiento de la Provincia se mantuvo constante debido a la fuerte política de austeridad implementada por el gobernador Hugo Passalacqua, como ser la metodología de racionalización de los recursos humanos con la suspensión de los pases a planta permanente y medidas de contención del gasto, que se ve reflejado en una mejora sustancial en el resultado económico que se estima que será superavitario en un importe cercano a los 2.500 millones de pesos, debido a que los recursos corrientes se incrementaron en un diez por ciento por encima de los gastos corrientes.
Este importante aumento de la ejecución de la obra pública en el año 2017, también se explica por la subejecución presupuestaria del año 2016, provocada por la merma de recursos provinciales, a consecuencia de la estanflación padecida ese año, que implicó menor incremento de gastos corrientes y también de capital.
Si se compara en términos reales (netos de inflación) los incrementos de las erogaciones del año 2017 en capital que fue del 14 % y del gasto corriente que fue del 0,3 %, con respecto a las del 2016, que contemplaron una caída del 50,84 % y del 3 % respectivamente, debido a la contracción del nivel de actividad económica nacional en un 2,3 % que generó una merma en el nivel de recursos que para no afectar el nivel de funcionamiento de los servicios públicos esenciales (seguridad, salud, educación, etc.) se contrajo las erogaciones en obras de infraestructura, que fue agravada en dicha ocasión por las menores transferencias de capital nacional, siendo tal tendencia revertida en el 2017 debido al crecimiento estimado de la economía en un 3 %, al incremento de las transferencias de capital nacional y al incremento del ahorro económico provincial que se trasladó en un aumento de las obras financiadas con rentas generales en 50 puntos porcentuales.

Las condiciones necesarias para la inversión Privada son clave debido a que son el componente predominante de la demanda agregada que se pretende estimular a través de la reforma tributaria nacional y provincial, donde al analizar la evolución de los indicadores económicos en la última década refleja que la Provincia de Misiones en pos de su política misionerista obtuvo un crecimiento por encima de la media nacional en el despacho de cemento, consumo de electricidad, patentamiento de automotores, cantidad de empresas formales y empleo registrado.
Asimismo, tener las cuentas fiscales ordenadas le permitió a Misiones diferenciarse del promedio de las jurisdicciones en el gasto de capital concomitantemente con una política de desendeudamiento en función de la evolución del stock de deuda con respecto a los ingresos fiscales totales con un reducción en 13,4 puntos porcentuales en el 2017 con respecto al 2013 y de 130 puntos porcentuales con respecto al 2005, independientemente del acceso actual al financiamiento con el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad en el marco del Acuerdo Nación Provincias del 18 de Mayo de 2016, ambos destinados íntegramente a obras de infraestructura.

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Passalacqua trató de irresponsable a Zaffaroni por pedir que Macri se vaya “lo antes posible”

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El gobernador Hugo Passalacqua se metió de lleno en la polémica entre el jurista Eugenio Zaffaroni y el Gobierno nacional. El mandatario misionero sostuvo que el ex ministro de la Corte es “insensato, irresponsable y agraviante”, por decir que quiere que este Gobierno se vaya “lo antes posible”.
Recién llegado de Rusia, donde acompañó al Presidente en una cumbre con Vladimir Putin, Passalacqua utilizó una red social para expresar su desacuerdo con los dichos del ex magistrado. “Soy opositor al Gobierno nacional y desde ese lugar lo digo: Lo suyo, doctor Zaffaroni, es insensato, irresponsable y agraviante para el estado de Derecho. Me apena”, cuestionó.
Zaffaroni había mostrado su rechazo al actual gobierno nacional y deseó que la administración encabezada por Mauricio Macri se vaya “lo antes posible, para que hagan menos daño”.
Consideró que el futuro del gobierno de Cambiemos, con mandato presidencial hasta el 10 de diciembre de 2019, “dependerá de la rapidez con que entre en crisis el (actual) programa económico inviable”.
Por otra parte, hizo un llamado “a la resistencia, no violenta, desde el ámbito que le corresponda a cada uno y en el espacio que pueda”. Y puso en un mismo nivel al actual gobierno nacional con la última dictadura.
 

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