Cuáles son los desafíos y decisiones alrededor de la maternidad y la vuelta al trabajo

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 La sociedad cambia a gran velocidad; hoy, muchas madres trabajan fuera de casa por necesidad económica o porque no conciben la vida de otra manera. En ocasiones, las mujeres llegan a la maternidad con un largo recorrido laboral y responsabilidades que les hacen plantearse rápidamente la vuelta al trabajo. En ese contexto, deben tomarse múltiples decisiones de crianza, de educación formal e informal y de alimentación. Maritchu Seitún, psicóloga especializada en orientación a padres, aporta su mirada al respecto.

En la actualidad, bombardeadas por la gran cantidad de información que llega sin filtro por muchos canales, las mujeres pueden llegar a sentirse muy exigidas por la sociedad: “se espera de ellas que tengan parto natural, que den de mamar durante muchos meses, que los tengan mucho a upa y, a la vez, que vuelvan al trabajo, que bajen rápido de peso y recuperen su cuerpo y su estado físico anterior, de modo que no se note que tuvieron un bebé, que estén informadas de temas políticos y de actualidad, ¡y que no descuiden a su pareja!”, reconoció Maritchu. 

En paralelo, la ‘madre internalizada’, la que Maritchu define como la representante interna de las madres de generaciones anteriores (madres, abuelas, bisabuelas, tatarabuelas), les reclama que estén más presentes en la vida de sus hijos; las hace sentir culpables por tener y disfrutar una vida que incluye a sus hijos, pero que no gira por entero a su alrededor. 

Todo el tiempo deben ir tomando decisiones, algunas más trascendentales y otras más pequeñas, cotidianas. Cada una está condicionada por múltiples aspectos, lo que a menudo estigmatiza y agobia fundamentalmente a la madre, que la mayoría de las veces, junto con su pareja, hacen lo mejor que pueden y lo que consideran más adecuado para el desarrollo de su hijo. 

Desde el nacimiento, se toman decisiones como a qué pediatra se lo llevará, si se le permitirá al entorno alzarlo, calmarlo, si se le permitirá llorar o no, cómo se lo alimentará, si es a demanda o con horarios fijos, si es posible y suficiente con lactancia materna (teniendo en cuenta que la tasa de lactancia exclusiva a los 6 meses creció un 50% en la última década y de la cual existe consenso de que es la mejor opción) o si deberán explorarse alternativas con el pediatra, y así muchas decisiones van desafiando las estructuras de maternidad y/o paternidad que en la pareja ambos miembros traen heredadas, en contraste con las que van construyendo y mediadas éstas por la mirada de la sociedad, la de parejas amigas, la información que ofrecen los medios de comunicación y redes sociales, el pediatra oficial y el pediatra amigo, entre otras fuentes.

Sobre este aspecto, Seitún aclaró que, para cada determinación sobre la crianza, la alimentación y la educación formal e informal, “ambos tienen el derecho, pero también la responsabilidad, de buscar y acceder libremente a información relevante y transparente sobre cada una de las alternativas disponibles y a hacer una elección en función de su preferencia y realidad familiar”

En el caso de la alimentación, es necesario garantizar información objetiva para tomar decisiones, priorizando siempre la lactancia humana, pero sin desaprobar o juzgar a quienes no la pueden llevar a cabo, no logran sostenerla en el tiempo, no la eligen o no es una opción por el modelo de familia que formaron. Para lograr sostener la lactancia, ayuda completar el periodo de licencia en lugar de acortarlo, e inclusive -dentro de lo posible- hacer progresivo el retorno al trabajo. Además, es deseable que en su lugar de trabajo cuente con espacios adecuados para extracción y conservación de leche materna (lactarios) y apoyo del entorno y la familia.

La mamá perfecta versus la mamá posible

Son muchos los años de crianza, por lo que la madre, fundamentalmente, también tiene que estar atenta a sus propias necesidades de modo de poder permanecer no solo viva sino sana, de buen humor, con energía y ganas de estar o de volver a casa, con capacidad de disfrutar de la vida.

La crianza implica poner el cuerpo: no solo a través de la lactancia, sino también por la deuda de sueño tras noches en vela, a veces con llantos que cuesta comprender. Es central también revisar las exigencias y autoexigencias: hijos, casa, cuerpo, pareja, amigas, todo perfecto no se puede.

Por suerte, afirmó la Lic. Seitún, no todo lo nuevo complica, “ya que cada vez son mayores la presencia y compromiso de la pareja en la atención y cuidado del bebé desde que nace y a medida que crece. Vamos hacia una crianza en equipo, con parejas que no ‘ayudan’ a las mamás, sino que son socios igualitarios en la crianza. Pero, probablemente, lleve más de una generación consolidar ese cambio de mirada, tan valioso para todos los integrantes de la familia”.

Por otro lado, los padres y madres ahora suelen tener menos ayuda del entorno que en generaciones anteriores y corren riesgo de quedarse algo solos en esa etapa crucial. “El posparto, el puerperio, los cambios hormonales de la mamá… Los primeros meses no son fáciles. Más allá de la felicidad de haber tenido un hijo, aparecen miedos, inseguridades, incertidumbres, frustraciones, agobio y situaciones nuevas a resolver a cada paso, que no se resuelven sino que algunas se acentúan cuando se debe volver a trabajar”, reconoció Martichu Seitún

Una separación saludable

Estableciendo progresivamente una relación de apego saludable, se forja un vínculo que le permite al bebé, de a poco, ir separándose y diferenciándose. A medida que esto ocurre, el hijo internaliza la seguridad de que cuenta con su mamá, aunque esté en el cuarto de al lado, aunque empiece a recibir mamadera en lugar de ser amamantado, aunque lo siente en el piso a jugar junto a ella, en lugar de tenerlo pegado, ofreciéndole así el espacio para reconocerse como persona separada.

Esa separación no puede empezar de golpe y por decreto; debe ser gradual: empieza en el parto con el corte del cordón y continúa en aquellos actos, algunos concretos y otros simbólicos, con los que la mamá va mostrándole, de a poco, sin apurarlo ni abrumarlo, que -más allá de ellos dos- hay personas y relaciones, lugares y cosas a incorporar a su vida para enriquecerla.

Dentro de esa maravillosa danza de apego, “llega el momento temido, y a la vez deseado, en que la mamá tiene que volver a trabajar. Las situaciones de separación pueden generar angustia y dolor en el bebé, pero, en el contexto de una relación normal y afectiva, no dejarán cicatrices”, concluyó Maritchu Seitún.

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Es posible saber el sexo del bebé antes de la ecografía

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El sexado fetal, la nueva prueba genética de Dasa Genómica, revela el sexo del bebé a partir de la novena semana del embarazo con una muestra de sangre materna

Dasa Genómica, el área de medicina genómica de Dasa, la mayor red de medicina diagnóstica de Latinoamérica, trae a Argentina su prueba de sexado fetal, el cual permite determinar con una precisión de más del 99% el género del bebé a partir de la novena semana de gestación.

Así, a partir de una simple muestra de sangre realizada a la madre y sin la necesidad de ayuno, se puede determinar la carga genética del feto e identificar con precisión en la novena semana de gestación lo que en Argentina habitualmente se determina entre las semanas 12 y 20, a través de técnicas de diagnóstico por imágenes, con una efectividad bastante inferior. La prueba no requiere orden médica ni turno previo.

El alto nivel de eficacia de esta prueba está basado en su origen genético: se basa en la identificación de fragmentos del cromosoma “Y” (que solo se presenta en varones) que emanan de las células fetales presentes en todo el torrente sanguíneo de la madre embarazada. Así, su presencia (positivo) indica el embarazo de un niño y su ausencia (negativo) el de una niña.

En el caso de gemelos, el resultado es válido para ambos bebés, ya son del mismo sexo. Mientras tanto, en el caso de mellizos (que se desarrollan en placentas separadas), la presencia del cromosoma Y indica que al menos uno es varón (o ambos; no se puede diferenciar) y la ausencia del cromosoma Y, que ambas son niñas.

Los resultados son enviados por correo electrónico a los 5 días hábiles de la toma de la muestra. En el caso de que los progenitores no deseen saber aún el resultado (como ocurre, por ejemplo, a quienes deciden enterarse en una fiesta de revelación de género), el resultado puede enviarse a una persona de confianza de los padres.

“Nos complace sumar la prueba de sexado fetal al porfolio de estudios que ofrecemos en Argentina. Esta prueba, por su seguridad, precisión y costo, se ha convertido en la más solicitada en los países en los que está disponible. De esta forma, Dasa Genómica sigue consolidando un lugar de referencia en la especialidad de medicina fetal”, aseguró Luciana Rodrigues, Superintendente  Ejecutiva de Dasa Genómica LATAM.

En Buenos Aires, Dasa Genómica también ofrece el servicio de toma de muestra en domicilio y en los laboratorios Diagnostico Maipú (ubicados en Belgrano, Vicente López, San Isidro, Martínez, San Fernando y Pilar) y LabMedicina, que también pertenecen a Dasa. En el interior del país, una red de laboratorios se encarga de la extracción de la sangre materna que es retirada por el equipo de Dasa Genómica para su procesamiento.

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Se concretó el primer embarazo de Latinoamérica con un embrión seleccionado con Inteligencia Artificial

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 Se concretó el primer embarazo de Latinoamérica con un embrión seleccionado con Inteligencia Artificial. Para analizar de forma automatizada cuál transferir en el tratamiento de Reproducción Asistida, se utilizó la tecnología del Embryoscope.

La paciente del centro de Medicina Reproductiva WeFIV tenía 38 años en el momento que realizó el tratamiento de alta complejidad. “Para los pacientes menores a 40 años, hay un mejor pronóstico con este tipo de procedimientos”, expresa la Dra. Bárbara Lotti, especialista en Medicina Reproductiva de WeFIV.

La mujer había realizado un ciclo de Fecundación In Vitro previamente, con resultado negativo. “El Embryoscope fue la herramienta más adecuada para el desarrollo y selección embrionaria, ya que este tipo de incubador tiene, junto con la ventaja de mayor estabilidad de temperatura y gases, la posibilidad de ver el desarrollo minuto a minuto”, explica Lotti y agrega: “Además, a través de la Inteligencia Artificial se logra evaluar a los embriones a través de diversas variables que exceden a la evaluación morfológica realizada por el ojo humano, optimizando el score embrionario a la hora de la selección del embrión para transferir. Todo esto  mejora las tasas de gestación y acorta los tiempos en los que los pacientes logran el embarazo”.

El mayor beneficio de utilizar Inteligencia Artificial es que los resultados pueden ser contrastados con algoritmos que analizaron de forma previa millones de videos de desarrollo embrionario, entonces la valoración que puede realizar la tecnología es más precisa.

Por cada video que se fue subiendo, se le fue diciendo a la máquina si ese embrión embarazaba o no, y la calidad del mismo. De esta manera, los sistemas de análisis fueron aprendiendo a analizar distintos patrones de desarrollo embrionario para poder predecir, en función de su experiencia o análisis previo, la calidad del embrión. Entonces ya la observación deja de ser operador dependiente. Las mismas máquinas basadas en su experiencia, analizan no sólo patrones de división embrionaria, sino que además fueron aprendiendo a analizar patrones que son imperceptibles para el ojo humano”, detalla Santiago Giordana, Director del Laboratorio de WeFIV.

La Inteligencia Artificial es una aliada para los profesionales de la Medicina Reproductiva y pacientes. Su incorporación en los tratamientos de Reproducción Asistida permite examinar gran cantidad de datos, mejorando así la precisión, efectividad y agilizando los tiempos.

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Embarazo y Covid-19: hay una alta probabilidad de 15-20% de desarrollar parto prematuro si la infección tiene complicaciones

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El embarazo provoca cambios en el cuerpo que podría ser más fácil enfermarse gravemente por virus respiratorios como el que causa el COVID-19. Sin embargo, con los cuidados necesarios el embarazo y el parto generalmente no aumentan el riesgo de adquirir la infección. Algunas mujeres desarrollan neumonía y pueden tener mayor frecuencia de parto prematuro (nacimiento antes de las 37 semanas de gestación), pero la mayoría se recupera sin dar a luz.

Las consecuencias directas e indirectas del COVID-19 en la salud materna están entrelazadas. Algunas mujeres embarazadas que desarrollan los síntomas del virus de manera grave pueden experimentar resultados de alto riesgo y podrían presentar un parto prematuro (15-20% de los casos) o un aborto espontáneo.

La Dra. Verónica Ramil (MP 335480 // MN 127035), ginecóloga y obstetra de DIM CENTROS DE SALUD, responde y explica 7 interrogantes sobre el embarazo y la pandemia del COVID -19, que continua afectando a la población mundial con la aparición de diferentes cepas.  

1.     ¿Cuál es el riesgo de contraer COVID durante el embarazo?

La mayoría de las infecciones en gestantes son asintomáticas. De las sintomáticas, un alto porcentaje son infecciones leves. De todas formas es importante tener en cuenta que el riesgo de complicaciones es mayor al de  la población general  sin factores de riesgo.

Los signos y síntomas no difieren a los de la población general, aunque si aumentan algunas complicaciones. Destacamos que  que la embarazada per se no tiene más riesgo de infectarse ante la exposición, pero si aumenta levemente el peligro de requerir asistencia respiratoria, desarrollar neumonía e  ingreso a una unidad de cuidados intensivos, especialmente en el tercer trimestre y cuando la paciente presente algunos factores como:  edad materna avanzada (más de 35 años), obesidad/sobrepeso, hipertensión arterial (preexistente o inducida por el embarazo), diabetes (preexistente o inducida por el embarazo), enfermedades cardiopulmonares, enfermedad renal crónica e inmunosupresión.

La mortalidad general es muy baja, cercana al 0.1%. Es variable la información respecto al riesgo durante el primer trimestre. Algunos artículos  de investigación indican un pequeño aumento de peligro de aborto espontáneo y otros sugieren que el riesgo no está aumentado. Sin embargo, no se han reportado defectos congénitos (malformaciones) asociado a infección materna en ningún trimestre. Asimismo, hay una alta probabilidad de parto prematuro, principalmente  de causa iatrogénica 15-20%  (que por el cuadro clínico materno medicamente se decida el nacimiento antes de tiempo).

La hospitalización no es necesaria en caso de síntomas leves, de todas formas es muy importante consultar con el médico tratante y hacer un seguimiento para poder detectar eventuales complicaciones.  Debemos tener en cuenta también la salud mental de las madres. Algunas mujeres embarazadas pueden desarrollar altos niveles de estrés por la preocupación que genera una crisis como la actual y pueden generar síntomas de estrés postraumático.

2.     ¿Cuáles son los cuidados especiales para protegerse de la infección durante el embarazo?

Los cuidados son los mismos para todas las personas, incluso en mujeres gestantes. Recordamos las recomendaciones aprobadas y conocidas:  

  • Asegurar la vacunación de la embarazada, familiares y contactos estrechos.
  • Limitar el contacto con personas que haya estado expuestas al virus y aislamiento de personas infectadas.
  • Uso de mascarilla en lugares cerrados y en lugares abiertos en donde no se cumpla el distanciamiento social recomendado (2 metros).
  • Uso correcto de tapabocas cubriendo nariz y boca en forma constante y ajustado a la cara.
  • Lavar las manos con frecuencia y/o uso de alcohol. Priorizando el lavado con jabón en forma correcta.
  • No compartir mate ni vajilla.
  • Mantener los ambientes ventilados y con doble circulación.

 3.     ¿Puede transmitirse la enfermedad hacia el bebé? ¿Cómo se diagnostica?

La transmisión de la mujer embarazada al feto es excepcional y poco relevante, puede ocurrir en caso de infección grave en la madre, pero es poco frecuente.

En general, los recién nacidos infectados con el virus son asintomáticos. Aunque el Ministerio de la Salud dispuso de algunas recomendaciones, cada centro de salud tiene sus protocolos de bioseguridad en estos casos. No es obligatorio el hisopado nasofaríngeo y si la infección no es grave y no manifiesta complicaciones, el bebé permanece con la madre sin internación y cuidados intensivos.

4.    ¿Si se cursa la enfermedad durante el embarazo, puede producirse un parto prematuro?

Si, la infección por COVID-19 aumenta el riesgo de parto prematuro entre un 15 a 20%, ya sea espontáneo o iatrogénico (indicación médica por salud materna o fetal).

5.     ¿Qué cuidados se deben realizar al bebé recién nacido si él o su madre padecen COVID?

Los cuidados del recién nacido son variables según presencia de síntomas maternos y/o neonatales, además de los protocolos variables en cada institución. Lo más importante es que no presenten síntomas graves.  A la fecha se desconoce el impacto del COVID-19 en la evolución de los recién nacidos expuestos, por lo que se recomienda el seguimiento por 2 años aunque no se ha detectado afecciones especificas.

En caso de madre positiva:

  • Fomentar el contacto piel con piel y el clampeo tardío del cordón como en cualquier nacimiento, salvo situaciones particulares.
  • Estimular la lactancia materna desde el inicio con los cuidados pertinentes (barbijo apropiado y bien colocado, lavado de manos antes y después de amamantar).

 6.    Vacunación en el embarazo y lactancia

Para evitar algún tipo de complicaciones durante el embarazo es recomendable la vacunación en cualquier trimestre del embarazo, sin la necesidad de presentar ningún tipo de orden médica. De ser posible con las vacunas de ARNm desarrolladas por Pfizer y por Moderna o la vacuna a virus inactivado Sinopharm, ninguna está contraindicada en el embarazo.

La vacunación también está recomendada y es prioridad en las mujeres que amamantan, teniendo en cuenta el beneficio del pasaje de anticuerpos maternos por leche al lactante.

 7.     Cuidados durante la internación en el momento del nacimiento.

Es importante tener en cuenta que hay recomendaciones sugeridas por el Ministerio de Salud, pero cada institución tiene sus propios protocolos, por lo que es importante averiguarlos en cada establecimiento.

En línea general, las visitas están restringidas a un solo acompañante, preferentemente que este vacunado y no tenga factores de riesgo o  sea positivo para la infección ni sea contacto estrecho. También, la madre puede estar acompañada en todo momento, siempre y cuando no sea contacto estrecho ni tenga infección activa por covid 19.

En caso de que la madre sea positiva durante  el parto, no es obligatorio el aislamiento del recién nacido,  pero se evaluará en cada caso y de acuerdo a la gravedad de la infección.

Con el asesoramiento de la Dra. Verónica Ramil

Ginecóloga y obstetra de DIM CENTROS DE SALUD

(MP 335480 // MN 127035)

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Nuevas estrategias en las técnicas de fertilización asistida aumentan las tasas de embarazo

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Concebir un hijo es el sueño de muchas parejas, un deseo que –actualmente- se hizo más alcanzable a la luz de los avances de la ciencia y de los cambios en materia legislativa. En los últimos años, además, se incorporó un concepto clave en medicina: la ‘personalización de los tratamientos’, que entiende que cada individuo es único y, por lo tanto, aspira a la realización de una terapéutica a medida. La medicina reproductiva, por supuesto, no es la excepción y hoy nuevas tendencias en el abordaje de estrategias promueven aumentar las tasas de embarazo. Este fue uno de los principales temas abordados durante la Conferencia denominada ‘LATAM Fertility acadeMe, Estrategias hacia la personalización de las Técnicas de Reproducción Asistida’ que se llevó a cabo en Buenos Aires el 17 y 18 de marzo organizada por Merck, compañía alemana de ciencia y tecnología.
“Sabemos que la fertilidad natural es relativamente limitada, alcanzando una probabilidad de éxito del 20% en el mejor de los casos y puede incrementarse a 25% a través de las técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, si consideramos a los embriones genéticamente testeados, esa cifra se eleva al 50% y en el caso de las pacientes menores a 30 años asciende al 70%. Si bien uno de los factores determinantes es la edad de la mujer, hay que evaluar en cada caso diversos parámetros que permiten diseñar estrategias terapéuticas para optimizar los resultados”, señaló el Dr. Marcos Horton, especialista en Medicina Reproductiva, Director del Laboratorio de Reproducción Asistida de Pregna y ex presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR).
“Protocolos personalizados para la estimulación ovárica, determinar el momento óptimo para la transferencia de embriones y estudios genéticos preimplantatorios nos permiten seleccionar el embrión más apto evitando someter a la paciente a múltiples procedimientos; son algunas de las herramientas con las que hoy contamos a diferencia de 15 o 20 años atrás, y que nos permiten obtener un mayor éxito en los tratamientos”, afirmó por su parte el Dr. Fernando Neuspiller, médico tocoginecólogo y Director General del Centro WeFIV Buenos Aires.
“Hoy se puede seleccionar mejor a qué paciente se le hace un tratamiento y de qué manera. Muchas veces, las expectativas suelen ser bajas, pero es posible mejorarlas a través de distintas estrategias vinculadas actualmente con la revolución tecnológica y la genética. Por ejemplo, tradicionalmente en fertilización in vitro se extraían los óvulos, se transfería el embrión a los 5 días y se esperaban 15 días más para ver qué pasaba. Hoy aprendimos que en algunos casos es necesario cuantificar los niveles de una hormona en el día de la punción (para la extracción de óvulos). Si está normal, se transfiere el embrión y en caso contrario, se congelan y se transfiere al mes siguiente”, explicó el Dr. Horton.
La posibilidad de personalizar un tratamiento de fertilidad está presente tanto en las técnicas de baja como de alta complejidad. Un ejemplo claro es la realización de estudios genéticos de los embriones, que permiten conocer la constitución y el metabolismo de cada uno para seleccionar el más apto. “Por ejemplo, en una paciente de más de 40 años, se puede optar por hacer dos tratamientos seguidos para acumular embriones y luego estudiarlos para transferirle únicamente aquellos que sean genéticamente normales: la personalización es un concepto que aplica no sólo a los tratamientos sino a los diagnósticos”, subrayó el Dr. Neuspiller.
“Las tendencias actuales apuntan a la transferencia de un solo embrión, el más apto. De esta manera, se evitan transferencias que no lleguen al resultado esperado, con las consecuencias que suelen producir en la salud física y psicológica de la mujer”, completó el Dr. Horton.
De acuerdo con datos del Registro Argentino de Fertilización Asistida (RAFA) del año 20191, en el país se realizaron en ese período unos 15.555 procedimientos, con una tasa de embarazo entre el 16,23 y el 34,05%, dependiendo de la edad materna y de la acreditación del Centro Médico. En tanto, la tasa de embarazos por transferencia de embriones congelados fue del 30,68 %. A su vez, se confeccionaron 4.060 registros de ovodonación, de los cuales devinieron 2.944 transferencias que impactaron en 1.072 embarazos.
“El panorama de la fertilización asistida cambió completamente, inicialmente la ley posibilitó la cobertura social, aumentando el número de tratamientos debido a una demanda contenida; eso masificó el tema, se hizo más popular y conocido, hoy se habla más y se presentan más parejas a la consulta. Luego, la ley de matrimonio igualitario, que permitió el acceso de mujeres solteras y de mujeres del mismo sexo para hacer tratamientos”, aseguró el Dr. Horton.
“En 2021, hubo un incremento de un 15% en los tratamientos respecto de 2019. Muchos centros están experimentando un aumento anual del 5-al 10% de los procedimientos en Argentina. Actualmente, la personalización de los tratamientos, sumado a las novedosas estrategias, podrían incrementar las tasas de embarazo a un 40-45% respecto del 20-25% por intento”, aseguró el Dr. Horton.
“Además de todas estas estrategias, hay una nueva herramienta que está cambiando la vida reproductiva del planeta: la preservación de la fertilidad a través de la criopreservación de óvulos. El año 2007 fue bisagra en nuestro país ya que nació el primer niño con óvulos vitrificados. La técnica de criopreservación es importantísima para mujeres que desarrollan un cáncer, por ejemplo, porque les permite conservar óvulos aptos antes de someterse a tratamientos que podrán impactar en su fertilidad. También lo es para un grupo numerosos de mujeres que por distintas razones deciden retrasar la maternidad para más adelante”, concluyó el Dr. Neuspiller.


Ejemplos de personalización de los tratamientos
La personalización no sólo va de la mano de la dosis sino también de los medicamentos que se utilizan. Hay medicamentos que contienen sólo la hormona FSH, mientras que otros asocian FSH más LH, que es la otra hormona de la mujer. Esas combinaciones surgen de publicaciones donde se observó que hay muchas mujeres cuya FSH sola no alcanza para inducir la ovulación. Por otro lado, hay otro grupo de mujeres que presenta polimorfismo de receptores de FSH. “El 15% de nuestras pacientes presenta este polimorfismo y es un número elevado. Sabemos que cuando a esas mujeres les damos sólo FSH, inicialmente tendrán un crecimiento de un número adecuado de folículos, pero la mayoría de ellos se detendrá y únicamente crecerán tres o cuatro. Sin embargo, si les damos FSH más LH, logramos que todos los folículos crezcan”, indicó el Dr. Neuspiller.
Otro ejemplo se da al momento de extraer los óvulos para su posterior fecundación. Para lograr que el folículo se desprenda de la pared y por medio de una aguja se pueda aspirar el líquido que está en el folículo y así obtener el óvulo -un proceso que se conoce como triggering o gatillado- hay que tomar en cuenta las características de la mujer y la medicación a utilizar.
“En una mujer con ovarios poliquísticos, que toma anticonceptivos para regularizar sus ciclos menstruales, sus gonadotrofinas están bajas. El tratamiento con una medicación, llamada análogo de GnRH, para favorecer la estimulación de la ovulación hará crecer muchos folículos, cuidando que no desarrolle el síndrome de hiperestimulación; pero si está tomando anticonceptivos, la GnRH no va a funcionar, entonces en esa paciente hay que personalizar el triggering, administrándole análogos de GnRH y hCG (gonadrotrofina coriónica humana)”, sostuvo el Dr. Neuspiller.
Para finalizar, otro ejemplo es estudiar el endometrio de la mujer. Mediante un test de receptividad endometrial (ERA, por sus siglas en inglés) se puede saber cuál es el mejor momento para transferir el embrión para que tenga todas las posibilidades de implantarse.

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